Evidencia sistematizada de evaluaciones de impacto de programas en el mundo



La creación de empleo es una medicina multipropósito: mejora la distribución del ingreso, eleva el producto por habitante, contribuye al balance de las cuentas públicas. Crear de empleo de calidad: es fácil de decir (y en la Argentina se lo dice cada vez más a menudo), pero difícil de lograr: ¿cuántos de los muchos programas destinados a la promoción de empleo tienen los efectos esperados? ¿cuántos traen beneficios en términos de acceso al trabajo e ingreso salarial que superan sus costos de implementación? Si quisiéramos ordenar y consolidar las políticas de promoción ¿por dónde empezaríamos?

En los últimos 10 años, los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es decir las naciones más desarrolladas del globo excepto China, invirtieron más del 0,5% del PBI en las Políticas Activas de Mercado Laboral (ALMP, por sus siglas en inglés). Y a medida que creció el consenso sobre la relevancia de las políticas de empleo, aumentó la necesidad de evaluar su impacto y costo-efectividad. Solo así pueden los gobiernos, los actores privados y las organizaciones civiles diseñar cómo perfeccionarlas, ampliarlas y replicarlas en diferentes coyunturas político-económicas. Por eso, hoy tenemos una reserva de información de un conjunto variado políticas implementadas y evaluadas rigurosamente en poblaciones de diverso nivel socioeconómico en todo el mundo. Y podemos aprender mucho de lo que otros hicieron.

“Qué funciona” es un proyecto destinado precisamente a este fin; recolectar minuciosamente la información técnica y académica y comparar resultados comparables para orientar a los decisores de política sobre qué acciones tienen impacto y bajo qué condiciones. En esta primera edición, sobre políticas laborales, un conjunto de acciones específicas que a los fines prácticos pueden ser clasificadas en cuatro grandes grupos: entrenamientos laborales, asistencia en la búsqueda de empleo, subsidios salariales, y apoyo a micro emprendedores y trabajadores independientes. 

El análisis pormenorizado de las experiencias internacionales ya evaluadas, elaborado por un equipo del CEPE, encontró que las políticas de subsidios al salario registran el mayor impacto en los ingresos de los trabajadores y en la probabilidad de obtención de empleo, seguidos por los programas de entrenamiento laboral y aquellos de asistencia a los trabajadores independientes. La incidencia de los servicios de empleo, en cambio, es sustancialmente menor, aunque también es la menos costosa.

El estudio encuentra, además, que el cómo es esencial para el éxito de las políticas: la variabilidad en el impacto de estas iniciativas depende en gran medida del diseño, la implementación y el contexto en los que ocurren. Por un lado, en los programas de entrenamientos, el seguimiento personalizado, la capacitación para un sector productivo específico y los incentivos monetarios a los trabajadores tienden a mejorar las chances de que las personas mejoren su situación laboral, en términos salariales y de acceso a nuevos empleos. Por otro lado, la efectividad de este tipo de programas aumenta cuando se implementan en economías en crecimiento, independientemente de su nivel de desarrollo. A diferencia de lo que suele suceder, las políticas de empleo no pueden solo ser pensadas en reacción a una crisis, sino como una política que funciona especialmente las coyunturas de crecimiento. 

Finalmente, aunque la evidencia de costos de las políticas de empleo es escasa, el análisis sugiere que existe una relación entre la efectividad de los programas y sus costos asociados. Por esa razón, es necesario evaluar los costos de los programas a la hora de priorizar las estrategias. 

En esta edición del Qué Funciona nos centramos en analizar políticas de empleo en el mundo y construimos una base con 652 estimaciones de impacto sobre variables de empleo e ingreso a partir de 73 evaluaciones rigurosas de 102 programas en Estados Unidos, América latina, Europa, África y Asia. Los programas se realizaron en países con realidades muy diferentes -alrededor de la mitad en economías de ingresos medios o bajos- y la base obtenida es la revisión más extensa disponible en la actualidad de este tipo de políticas de empleo evaluadas rigurosamente con un diseño experimental. La base, con los trabajos originales y el análisis técnico y cuantitativo, están disponible para su uso público y será alimentada con nuevas evaluaciones a medida que éstas sean publicadas