Qué funciona en Políticas de Primera Infancia: evidencia sistematizada de evaluaciones de programas en el mundo



Durante la primera infancia (desde el nacimiento hasta los 3-4 años aproximadamente), los niños y niñas que crecen en contextos de pobreza tienen menores posibilidades de recibir una nutrición adecuada y estimulación cognitiva por parte de sus cuidadores primarios, lo cual redunda en consecuencias negativas para el desarrollo de su bienestar psico-socio-emocional y sus aprendizajes escolares futuros. Para mitigar estos efectos, se han propuesto distintas intervenciones destinadas a potenciar los recursos económicos y no-económicos del contexto donde crecen estos niñas y niños

Se han propuesto una diversidad de programas de políticas públicas que apuntan, por ejemplo, a otorgar subsidios económicos a estos hogares, fortalecer los controles de salud y nutricionales, promover prácticas  de crianza positiva, aumentar la cantidad y calidad de los centros o espacios para la primera infancia, entre otros. Ante tal diversidad de programas e intervenciones resulta difícil para los decisores de políticas públicas y organizaciones no gubernamentales identificar qué acciones resultan más convenientes, cuales son los costos y beneficios asociados a las mismas y, el impacto real de estos programas en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños y niñas y sus familias en el corto y largo plazo

Por eso, junto con el Laboratorio de Neurociencias, nos proponemos generar evidencia sistematizada sobre la efectividad de las políticas de primera infancia implementadas en países en desarrollo que han sido evaluadas con métodos experimentales rigurosos. Utilizamos como antecedente un reporte del 2015 del Banco Mundial en el que se revisan sistemáticamente los programas sobre desarrollo en la primera infancia publicados entre 1990 y 2015. A partir de él, se analizan en detalle estas investigaciones y se actualiza la búsqueda del 2015 al 2019, con nuevas evaluaciones de impacto para poder presentar un informe y la base de datos en 2020

También se analizan los efectos a corto plazo de las intervenciones y la influencia en el desarrollo cognitivo y socio-emocional de los niños, y se busca ampliar los indicadores de impacto desde una perspectiva ecológica, incluyendo efectos observados en el microsistema -compuesto por padres, hermanos, maestros y pares, principalmente- y el mesosistema, es decir, el hogar, la escuela y el barrio.

El objetivo es elaborar una base de datos digital, en la que la información sea fácilmente visualizada e interpretada por una audiencia general, incluyendo gráficos dinámicos y videos. Se promoverá su uso entre la comunidad académica, los tomadores de decisiones en el Estado, las organizaciones multilaterales, el sector privado y la sociedad civil.

En paralelo, realizaremos un riguroso meta-análisis para ser publicado en revistas científicas de alto impacto especializadas en primera infancia.

Este trabajo permitirá no solo tener un repaso y análisis de los distintos tipos de políticas públicas de primera infancia para que ellas puedan ser implementadas y modificadas según cada contexto, sino además identificar las fortalezas y debilidades de estos programas para el desarrollo de propuestas superadoras e innovadoras.