JOÃO MOREIRA SALLES / Septiembre 2017

Proyección de su último film y charla con el cineasta

Invitado por el Programa de Cine 2017 del Departamento de Arte de la Universidad Torcuato Di Tella, en el que dictó un seminario intensivo, el cineasta brasilero brindó una conferencia abierta luego de la proyección de su film No intenso agora (2017).

La actividad se realizó de manera gratuita el sábado 2 de septiembre a las 17.30h en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). 


João Moreira Salles: Lo que las imágenes parecen decir

Recibimos la visita de João Moreira Salles (Río de Janeiro, 1962) para dictar el segundo seminario internacional del Programa de Cine 2017, después del que brindó en el mes de agosto James Benning. Es difícil no parecer exagerado al hablar de Moreira Salles, aunque lo que sigue sea apenas descriptivo. No sólo es uno de los nombres que realmente importan del cine latinoamericano actual. Moreira Salles es, al mismo tiempo, una figura imprescindible de la escena cultural del Brasil, en tanto editor de Piauí, una de las mejores revistas del continente, y director del Instituto Moreira Salles, cuyo acervo fotográfico (800.000 imágenes originales), musical (80.000 fonogramas) y literario (archivos personales de los más significativos escritores brasileños) no tiene parangón en América Latina. Como si eso fuera poco, también ha sido productor y factotum de casi todos los títulos del gran documentalista Eduardo Coutinho. Por su parte, Santiago, su film precedente como director, se ubica, según muchos críticos, entre los mejores films brasileños de la historia.

Para seguir en la misma tónica, se podría agregar que Moreira Salles es uno de los cineastas más lentos de la historia. Pasaron diez años entre su película anterior, Santiago (2007), y su nueva obra, No intenso agora (2017), el film que presentamos. De hecho, desfilaron quince años entre el rodaje y el montaje final de Santiago, que lleva como significativo subtítulo: Una reflexión sobre el material bruto. Y No intenso agora también podría llevar un subtítulo análogo. Moreira Salles fue recopilando material de archivo sobre los “sucesos” de Mayo del 68, principalmente de París, pero también provenientes de Praga y, por supuesto, de Brasil. Lentamente, en los ratos libres que le dejaban sus otras ocupaciones, en los fines de semanas, en las vacaciones, empezó a describir por escrito lo que veía en las imágenes.

- Así, el film fue hecho a partir de lo que fui viendo, porque estaba muy atento a las imágenes, tratando de identificar no sólo lo que el narrador decía, sino lo que las imágenes parecían decir. Cuando trabajamos el montaje, íbamos identificando cada secuencia con pequeños cartelitos que pegábamos en la pared. Este es un detalle menor pero significativo. Varios de ellos tenían el nombre de Farocki. Praga: Farocki. Significa que en ese momento de Praga estábamos indagando esas imágenes, ¿por qué fue hecha así?, ¿por qué un chico está filmando detrás de un tanque?, ¿por qué un chico está filmando desde adentro de una casa y no desde la calle? Esas son preguntas que en la isla de edición llamábamos “preguntas Farocki”. Entonces comencé a tratar de entender por medio de la imagen qué es lo que estaba sucediendo. ¿Qué tipo de lente usa el camarógrafo de Praga? ¿Y el de París? ¿Por qué la cámara tiene un lugar y no otro? ¿Está cerca o lejos de la acción? ¿Por qué, cómo, de qué manera filma?

Esas preguntas, hechas a las imágenes, evocan el trabajo de Harun Farocki (1944-2014), el cineasta alemán que, a lo largo de una vasta obra documental, se especializó en interrogar las imágenes con toda la información necesaria, en términos de contexto e intencionalidad, pero atento sobre todo a lo que sólo las imágenes pueden contar. Una de las películas de referencia de Farocki, Respiro (2007), que analiza con detenimiento las casi únicas filmaciones realizadas en un campo de concentración nazi, surgió a partir del trabajo realizado durante un seminario. Por cierto, No intenso agora podría verse, de esa manera, como una extraña especie de seminario intensivo, consagrado a reflexionar sobre lo que dice la imagen cinematográfica. De no ser, eso sí, por su potente carga emocional, infiltrada a través de la meditación personal que las imágenes históricas suscitan en el cineasta, y por su enorme capacidad narrativa, que hace de esta película, más que un documento, una fábula con moraleja abierta.

-Hay algo que descubrí en las imágenes del 68, y que para mí fue muy poderoso. Comprendí, o tuve la sensación de comprender, que estaba muy bien estar vivo durante aquellos días y aquellas semanas. ¿Y qué significa eso? Un sentimiento absoluto de alineamiento con la vida, con el tiempo presente, con el momento. Luego se impuso una pregunta central para la película: ¿qué sucede cuando todo eso pasa? ¿cómo se sigue?*

No intenso agora no es una obra política por el “tema” sino por esa forma que tiene de obligar al espectador a hacerse preguntas incómodas: ¿qué me están diciendo estas imágenes? ¿qué tienen que ver con mi vida? ¿cómo sigo?

-Andrés Di Tella

*Las citas provienen de una charla entre João Moreira Salles y Edgardo Dieleke publicada en la revista Las naves 5 (Editorial Tenemos Las Máquinas, Buenos Aires, 2015)



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