Di Tella en los medios
TN
24/09/23

Elisa Belfiori con Levy Yeyati: “No hay avances para bajar las emisiones de carbono”

Por Eduardo Levy Yeyati

Eduardo Levy Yeyati, profesor de la Escuela de Gobierno y director académico del Cepe, entrevistó a Elisa Belfiori, directora de las Licenciaturas en Economía Empresarial y Administración de Empresas, para el ciclo Pensar Distinto.

En una charla con Eduardo Levy Yeyati para el ciclo “Pensar Distinto”, la economista Elisa Belfiori habló sobre los desafíos de los países para combatir el cambio climático y las posibles implicancias de no hacer nada para controlar las emisiones de carbono.

- Da la sensación de que finalmente se lanzó la agenda ambiental. Uno la ve suscripta por los presidentes de las grandes potencias y de pronto el tema ambiental empieza a tener incidencia en los préstamos. ¿Cuánto de esto es avance concreto en medidas que impliquen un costo presente a cambio de mejorar el futuro, y cuánto es todavía diplomacia y poses?

- Hay algo que es real. La agenda está, se habla, hay demanda para uno. Por ejemplo, yo hago investigación en cambio climático y hay demanda. Quieren saber, te llaman...

- ¿Qué te piden?

- Por ejemplo, saber la estrategia argentina, los impactos. ¿Qué tenemos que hacer para sufrir lo menos posible? Medidas de adaptación, saber un poco eso. Me parece que yo siempre mido el progreso en términos de un indicador que son las emisiones. O sea, la causa de todo esto viene de las emisiones de carbono y la verdad es que es un indicador que estoy mirando desde que empecé a hacer mi tesis de doctorado sobre este tema. Y si uno mira las emisiones globales, más allá de todo este ruido, siguen creciendo. A juzgar por por un indicador fáctico, digamos, no hay avance.


Elisa Belfiori con Levy Yeyati. (Foto: Pensar Distinto - TN)
Elisa Belfiori con Levy Yeyati. (Foto: Pensar Distinto - TN)

- ¿Pero cómo sería esa agenda de medidas visibles? ¿Qué tan rápido sería el efecto o el impacto de esas medidas y qué tan visibles serían? Dame un ejemplo.

- El desarrollo de las energías renovables creo que es lo único que uno puede resaltar como algo visible que se está haciendo y que ya se empieza como a adoptar cada vez más. Por ahí no estamos hablando de Argentina. La medida que hace falta es ponerle el precio a las emisiones. Me parece que mientras eso no esté, todo lo demás es medio folklórico.

Todo lo demás, la agenda de adaptación, está desarrollándose. Necesitamos medir lo que pasa mucho en países en desarrollo. Es decir, prepararnos para el incremento del nivel del mar, para las sequías, para las inundaciones. Pero no hay. No sabemos muy bien cómo hacerlo, ni aunque hubiera fondos. No hay estudios empíricos que digan el orden de prioridades, de cosas que hay que hacer.

- O sea, no sabemos cómo adaptarnos o nos está faltando coordinación y un actor que reconcilie a todas las partes.

- Nos faltan las dos cosas. Pero yo creo que falta mucho conocimiento, investigación empírica en en qué hacer. No está la voluntad; está la sensación de que hay una agenda del cambio climático, pero no sabemos por dónde empezar.

- A mí me da la sensación de que la agenda climática implica dos tipos de dilemas. Uno es intertemporal. Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo ahora, que puede implicar menor crecimiento, a cambio de salvar el futuro. Y eso es básicamente una especie de ahorro actual, a cambio de una inversión. Ahí el precio importante es el de la tasa de descuento. Cuánto descontamos el beneficio futuro.

Por otro lado, tenemos un dilema transversal entre ricos y pobres. Países avanzados que ya han contaminado y emitido mucho y ahora nos piden a nosotros, el sur global, que hagamos ese esfuerzo. La respuesta de muchos de ellos, sobre todo de China, es: ‘Ahora déjame que me desarrolle primero y después hago el esfuerzo. Ustedes ya tomaron ese desarrollo’.

Mencionaste el tema del precio del carbono, de las emisiones de carbono, de cuánto le pago al país en desarrollo para compensar que va a crecer a una velocidad menor. Vos analizás esto desde el punto de vista económico. Existe un precio. ¿Pensás que es viable un precio, un parámetro, unos términos de negociación que generen un equilibrio de cooperación? ¿Cómo se analiza eso desde el punto de vista de la economía?

- Es muy difícil, pero se puede plantear un modelo. Existe un sistema de transferencia. Podríamos diseñar un sistema de transferencia que compense si el precio al carbono es global. Eso es global, digamos, tiene que ser cada vez más alto. Empezamos diciendo 75 dólares por tonelada de carbono emitido, ahora ya va a 150. Si todos tenemos que poner el mismo precio, después tiene que haber un sistema de transferencia que compense al país de bajos ingresos, pagado por el de altos ingresos. Ahí está el tema de la voluntad política. Hay avances. Ahora hay ahora un fondo para daños climáticos.


Elisa Belfiori con Levy Yeyati. (Foto: Pensar Distinto - TN)
Elisa Belfiori con Levy Yeyati. (Foto: Pensar Distinto - TN)

- Pero eso es un paliativo.

- Sí, es como un paliativo. Creo que si hay voluntad política, se puede implementar algo. El camino que estoy viendo ahora es que cada país lo va a tener que hacer, no por una cuestión de política comercial, porque yo no sé si a Argentina ahora le conviene ponerse a pensar qué hacer en política climática, dada la coyuntura que tenemos. Pero a medida que vamos avanzando cada vez más más países lo hacen. Si no hacés nada te quedas fuera de los mercados, no le podés vender a Europa, por ejemplo.

- Cobran extraordinariamente alto el derecho a entrar si vos no cuidás tu huella de carbono.

- Exacto. Entonces es medio como que lo vamos a tener que hacer. El costo va a estar ahí.

- Pero no existe alguna discusión a nivel global que haga de esta distribución de costos algo más equitativo.

- Hay un fondo de Climate Finance que es más que nada para proyectos de captura de carbono. Te pagan para que limpies la matriz energética, para que desarrolles la tecnología necesaria. Eso me parece difícil porque son para proyectos específicos. Me parece que es mucho más directo asignar la responsabilidad a quien emitió históricamente.

- O sea, subsidiar la limpieza de alguna forma.

- Entonces, los países subdesarrollados que no emitieron antes y están capturando carbono por los bosques, por los pastizales o por tecnológicamente que lo puedan hacer, deberían recibir una compensación. Y los países ricos quizá no lo deberían hacer por la responsabilidad, deberían afrontar...

- El costo de “limpiar”, entre comillas.

- Exacto. Ese costo me parece mucho más asignable razonablemente. Es como que uno no quiere perder la esperanza.

- Es muy difícil aceptar una tendencia acelerada del deterioro climático, que implica una probabilidad, no del 100% pero no menor, de que la vida cambie para peor. Cuesta aceptarlo. Te cuesta imaginarte un efecto o un evento catastrófico.

- Yo creo que ahí opera la economía, digamos. Por ahora nadie ve que es no es rentable. De lo único que se ha discutido el tema de la tasa de descuento. Es como que el futuro siempre puede esperar.

- Estamos hablando de cambios al Estado de régimen de décadas, incluso de siglos y milenios. Es muy difícil de cuantificar o de predecir hacia dónde estamos yendo. ¿Pero estos giros, esta evolución de los últimos años, qué tan reversible son? Suponete que hacemos lo que tenemos que hacer para reducir las emisiones y esperamos lo que tenemos que esperar y nos adaptamos para vivir las décadas que hay que vivir con este nivel de calentamiento. ¿Qué tanto podemos volver atrás? ¿Qué tan redimibles son nuestros pecados?

- Bueno, eso es una pregunta científica. Hay tipping points que habría que evitar cruzar. El consenso es que todavía no llegamos ahí. Hay puntos de retorno. Yo entiendo que si nos pusiéramos todos de acuerdo y empezamos a bajar emisiones, hoy el sistema todavía se puede recuperar. Pero si se sigue talando el Amazonas, por ejemplo, eventualmente ya no va a poder ser. Va a pasar a secarse.

Yo creo que la pandemia nos dio esa sensación de que estas cosas pueden pasar, ¿no? Algo que no estaba en los planes de nadie. La pandemia fue una lección. Y ahora este tal tsunami climático no me resulta tan ajeno. Estoy medio en un estado de alerta de que hay cosas que pueden llegar a pasar, como nos pasó con el COVID.

- El temor paraliza, pero a veces es lo que nos hace falta para pasar a la acción.

- Creo que el secreto de todo es esa voluntad internacional de tres o cuatro países. La verdad que mientras que no se muevan ellos, medio que estamos todos parados. Y no parece que estén moviendo demasiado.