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Diario Perfil
8/07/23

Estiman la pobreza en 43%: 12,5 millones de personas

Martín González Rozada, director de la Maestría en Econometría, fue consultado sobre el aumento de la tasa de pobreza.

Por Gonzalo Martínez


En la calle. Llenar la heladera, una promesa de campaña que no forma parte de muchas familias. | NA


De acuerdo con estimaciones de especialistas, la primera mitad del año podría terminar entre un 42 y 43% de pobreza, lo que implicaría 1 millón de nuevos pobres respecto al último dato que difundió el Indec para el segundo semestre de 2022, que fue del 39%.

“El aumento de la tasa de pobreza interanual parece estar explicado principalmente por un aumento de los ingresos totales del hogar bastante menor al aumento de la valorización de la canasta básica total (CBT). Esto es, el aumento en la CBT superó el entre el segundo semestre de 2022 y el primero de 2023 superó el 70% mientras que los ingresos totales familiares aumentaron menos del 50%”, explicó a PERFIL Martín González Rozada, director de la Maestría en Econometría de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).

El nowcast de pobreza de la UTDT registró para el primer semestre un 43%, 12,5 millones de personas, cuando el dato del Indec informó que 11,5 millones de argentinos eran pobres. Al interior, el primer trimestre de este año un 40,3% y 45,5% para el segundo. Teniendo en cuenta este periodo trimestral, hasta el momento el valor más alto oficial se dio en los primeros tres meses de 2006, con un 44,5%.

Con los datos de los primeros tres meses del año, Leo Tornarolli, economista e investigador de la Universidad Nacional de La Plata, también registró que la pobreza aumentó un 40,1% para el periodo octubre 2022-marzo 2023.

“En realidad el primer trimestre incluye aguinaldo y por eso representó 1.6 puntos más bajo que el último trimestre del año pasado”, sostuvo Tornarolli en diálogo con este medio.

En el segundo trimestre de 2023, con los niveles de inflación que se registraron y si bien los salarios formales acompañaron con cierto rezago, pero quedaron igual por debajo, influyó que la actividad económica comenzó a sentir las consecuencias de la sequía.

“Es de esperar otro aumento de la pobreza en 42 o 43% para el semestre que acaba de terminar”, sostuvo a PERFIL Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).

Y continuó: “Hay un 25% de pobreza estructural, que son pobres crónicos, es decir, de varias generaciones, están en la informalidad o en los programas sociales, en espacios urbanos de mucha marginalidad y exclusión, pero tenés otra parte, que es entre el 15 y 20% de nuevos pobres, que son clases medias bajas que han caído en la pobreza, y lo son no tanto por sus condiciones de infraestructura residencial o capital humano educativo, sino básicamente porque el trabajo no les alcanza para vivir porque se lo devora la inflación”.

Más desigualdad. Con los últimos datos de distribución del ingreso del Indec, se pudo notar que también se incrementó la brecha entre los sectores de mayores ingresos respecto de los de más bajos.

Hay un incremento de la desigualdad entre los estratos más altos y los más bajos. Y esto se explica principalmente por el deterioro de los ingresos reales de los deciles bajos y medios, aunque estos últimos aún más en términos relativos”, expresó a este medio Juan Bonfiglio, investigador del ODSA-UCA.

Empleo y actividad. Los factores que explican que la situación no siga escalando aún más a pesar de los niveles tan elevados de inflación son la baja tasa de desempleo y que la actividad económica funcionaron como resortes para que el indicador no se dispare.

“Dos factores que contienen, que impiden que el aumento de la pobreza sea mayor. Por un lado la situación de un trabajo de una demanda agregada de empleo bastante alta que todavía se mantiene en un ritmo de crecimiento, aunque en los últimos meses a la baja”, dijo Salvia y agregó que “la segunda variable es que los programas sociales dan hoy una cobertura a más del 40% de los hogares en Argentina. Si contabilizamos todos los problemas sociales más la ayuda alimentaria excluyendo jubilación, tenemos que 4 de cada 10 hogares están recibiendo algún tipo de ayuda. Entonces, en ese contexto se entiende por qué la pobreza no explota”.

También, los especialistas coinciden en que otra causante es el nivel de actividad económica aún no se resintió.