En los medios

Clarín
11/02/22

En un año y pese a la recuperación de la economía, hubo una leve baja de la pobreza

Martín González Rozada, codirector de la Maestría en Econometría del Departamento de Economía, habló con Clarín y realizó un análisis sobre la baja en la tasa de pobreza en relación al tercer trimestre de 2020.

Por Ismael Bermúdez

En un año y pese a la recuperación de la economía, hubo una leve baja de la pobreza

Dos personas en situación de calle descansan durante la pandemia.


En el tercer trimestre del año pasado el 38,2% de la población vivió por debajo de la línea de pobreza. Así, por la mayor actividad por la flexibilización de las restricciones por la pandemia, representa una baja leve en relación a igual período de 2020 cuando alcanzó el 38,8%, pero supera el 33 % de similar trimestre de 2019, de acuerdo al procesamiento de los microdatos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) que difundió el INDEC.

Lo mismo pasa, con más intensidad, con la indigencia: en un año se redujo del 10,6% al 8,3%, pero supera el 7,6% del tercer trimestre de 2019.

Si esos porcentajes se extienden a toda la población (45,8 millones) equivale a 17.500.000 pobres de los cuales 3,800.000 serían indigentes.

Por edades, con el 52,1% sobresale la pobreza infantil de menores de 14 años versus un 53,3% en el tercer trimestre de 2020, mientras la indigencia infantil se redujo del 16,1 al 13%.

Por su parte, en los partidos del Conurbano la baja de la pobreza fue mayor que a nivel nacional: del 48,1% al 43,9%.

La baja de la indigencia se produjo en todos los rangos de edades de la población. En cambio en pobreza aumentó entre los jóvenes de entre 15 y 29 años y entre los mayores de 65 años.

Entre los asalariados formales la pobreza es del 14,5%, sin cambios con relación a 2020. Mientras entre los informalidad (sin descuento jubilatorio) subió del 41,6 al 45%.

El Indec no difunde las cifras de indigencia y pobreza trimestrales por la alteración que provoca en la medición el cobro del medio aguinaldo, en junio y diciembre. Por eso el organismo da a conocer las cifras de indigencia y pobreza cada seis meses, tomando en cuenta los meses enero-junio y julio-diciembre.

No obstante, a través de la difusión de los microdatos es posible calcular un conjunto de indicadores sociales con la precaución de comparar trimestres homogéneos.

Con esta aclaración, los especialistas que manejan ese programa del INDEC pueden calcular esos indicadores claves.

De ese cálculo surge que la baja en un año de la pobreza del 38,8% al 38,2% no es significativa, más aún teniendo en cuenta el rebote la actividad que se produjo el año pasado (alrededor del 10% el PBI). Una explicación es que en 2020 la mayor ayuda social – caso IFE- ayudó a mitigar los índices de pobreza.

El economista Martin Rozada, profesor de la Universidad Di Tella, le dijo a Clarín que “la baja en la tasa de pobreza en relación al tercer trimestre de 2020 se explica por la recuperación de los ingresos totales familiares medidos por la EPH en relación a la inflación de la canasta básica total. Esta recuperación era esperada en el contexto de una mejora en la actividad económica en 2021 con respecto a 2020”

En tanto, Rozada agregó que “la indigencia bajó un poco más de lo que lo hizo la pobreza, en comparación con 2020, debido a la mejora en los ingresos totales familiares de la población de menores ingresos. Esos sectores son los que capturan más fuertemente la ayuda social y conjuntamente con la mejora en los ingresos por las mejores condiciones del mercado laboral parecen haber contribuido a esta reducción de la indigencia”.