La toma de escuelas como efecto de deficit institucional

La crisis educativa desatada por la toma de una treintena de escuelas porteñas en las últimas semanas fue el centro del debate ayer por la tarde, en la Universidad Torcuato Di Tella ( UTDT ).
Durante casi dos horas, los académicos Roberto Gargarella, Estanislao Antelo, Enrique Peruzzotti y Jorge Ginieniewicz -con formación en derecho y ciencia política, humanidades, sociología y educación, respectivamente- analizaron en un panel interdisciplinario, organizado por el Area de Educación de la UTDT , un conflicto que mantuvo por más de 40 días la ocupación de edificios escolares por sus alumnos en reclamo de reformas edilicias pendientes.
Roberto Gargarella resumió este método de protesta escolar como una "metáfora de un tiempo", donde "la Argentina vive una desigualdad extraordinaria en un paulatino y creciente desfinanciamiento de lo público". Luego explicó que no todas las protestas son iguales y que la métrica para mensurarlas incluye dos variables: la gravedad del derecho afectado y las alternativas para hacer visible la protesta.
"Encuentran enormes dificultades para ser escuchados", dijo al referirse a los estudiantes. "Cuando están en juego derechos constitucionales que podemos rankear en un lugar muy alto, cuando las quejas tienen bases materiales muy fuertes y hay una sistemática indisposición de las autoridades para dar remedio a este tipo de quejas, allí hablaría de quejas que necesitamos tomar muy en serio", enfatizó.
Por último, se refirió a un "reconocimiento colectivo de la ausencia de canales institucionales que permitan mediar" (en los conflictos) y llamó la atención sobre "las implicaciones de la desigualdad estructural en la que vivimos, donde el Estado desobedece sus obligaciones y se niega a responder".
A su turno, Enrique Peruzzotti inició su disertación con el análisis de "la ruptura de lazos entre la sociedad civil y el Estado, donde no hemos resuelto la crisis de representación generada en 2001 ni rediseñado la interacción entre los ciudadanos y sus representantes".
Explicó también que "el déficit de las intermediaciones y la falta de respuestas" promueven la acción directa de quienes ven vulnerados sus derechos afectando los derechos de los demás para llamar la atención sobre sus propios reclamos. También dijo que "debe haber una pluralidad de mecanismos intermedios entre la pasividad y la acción directa".

Participación informal
Jorge Ginieniewicz analizó este tipo de participación no formal. "Existe un déficit en la democracia que genera la participación informal, la que trasciende el ámbito electoral", explicitó. Definió a los jóvenes que participan de este conflicto como "actores sociales que quieren generar un cambio y modificar la realidad" cuando sus derechos no son respetados.
El orador más provocador fue Estanislao Antelo, que se refirió a los padres que avalan las tomas de las escuelas: "Es mentira que no hay padres: hay adultos que acampan con sus hijos en las tomas. Son ex hippies, campeones de la protesta social que se rehúsan a abandonar ese lugar".
Al momento del cierre y en respuesta a una pregunta, Gargarella insistió en la motivación de la protesta: "Aplaudo que quienes están en una situación de desplazamiento hagan un esfuerzo por reinsertarse, especialmente en Buenos Aires, que tiene una constitución muy exigente sobre los derechos básicos y omisiones por parte del Estado muy graves".