Di Tella en los medios
Revista Ñ
13/04/22

Llega la hora del tecno-compost

Por Mercedes Pérez Bergliaffa

Carlos Huffmann, director del Departamento de Arte, expone la muestra "Compostasmas" en la galería de arte Ruth Benzacar.

Llega la hora del tecno-compost

Huffmann busca ampliar el concepto de compostaje, al asumir que el ser humano es parte de la Tierra.


En la galería Ruth Benzacar emergen, a ras del piso, calaveritas e inesperadas montañitas de residuos metálicos ensamblados: son las esculturas en aluminio del artista Carlos Huffmann (Buenos Aires, 1980), serie de vanitas contemporáneo, fantasmagorías-tecno inmersas en relatos híbridos o “biomas”, como le gusta denominarlos a él. “Podrían ser rituales de montañas, tumbas a ras del piso o quizás detritus tecnológico”, detalla el artista. Estas vanitas mixtas, más cuatro pinturas y NFTs (que penden de lo alto de la galería, y también en la web) crean Compostasmas, la nueva exposición de Huffmann en la galería.

Entremos primero al universo Huffmann: cada una de las esculturas ubicadas a nivel de la línea de horizonte, a nivel grado-cero –y una de ellas yendo aún más allá, hacia lo bajo, cavando el piso, constituyendo un pequeño pozo, la galería tuvo que perforar literalmente el cemento del espacio para presentar esta obra–, mezclan la alta y la baja cultura, lo dramático y lo humorístico, el cómic y la muerte. Y si bien difieren entre sí, algunos elementos presentes en cada una de ellas se repiten a lo largo de la exposición: “Todas las piezas tienen una calavera o unos ojitos que miran, una mirada humana”, explica Huffmann. “Cuando las observo me gusta pensar en el fantasma, que aquí sería tanto el lenguaje como la tecnología: el espíritu humano dentro de la materia”.


"Estrella federal", óleo sobre aluminio. 24 x 45 x 30 cm.


Sí, lo fundamental de estos trabajos es su materialidad inesperada, su proceso de construcción y, por lo tanto, de creación: convive en ellos una gran mezcla de técnicas. “A cada pieza se le hace un molde y una cera para hacerlas a la cera perdida, que es una técnica tradicional que generalmente se utiliza con el bronce pero aquí la estoy utilizando con el aluminio”, detalla el artista. En el primer objeto original, Huffmann menciona que trabajó con arcilla, plastilina, elementos encontrados, telgopor, tallas en madera, piedras, fragmentos de desechos tecnológicos, impresiones 3D de diferentes orígenes (creadas a partir de archivos bajados de internet, de objetos realizados por un profesional o creados por el mismo artista a través de un cabezal de realidad virtual). La multiplicidad de materialidades y de técnicas escultóricas presentes en los trabajos responden tanto a la contemporaneidad como a la cita histórica, presente también en los títulos de cada obra, tomados de piezas de otros artistas, como por ejemplo “Juanito Laguna lleva la comida a su papá, peón metalúrgico”, “Tribunal de pintores juzgando los elementos de la naturaleza”, “Reparación nocturna” o “La canción del Pueblo”. Huffmann juega con la apropiación y la cita.

Respecto a las cuatro pinturas suspendidas, en un primer momento funcionan como metamorfosis: cuadros que se convierten en escultura que luego también pueden ser minteados como NFTs en la red Ethereum. Se trata de una misma base (las cuatro pinturas) en diferentes estados de existencia: pictórica, escultórica y NFT/ digital. Un detalle nada menor es que las pinturas no pueden ser observadas en la exposición sino que, para acceder a ellas, es necesario escanear un código QR presente en la sala. Cada obra pictórica tiene el mismo valor que cada NFT correspondiente, y que si un comprador adquiere el NFT, la obra pictórica material será destruida, y viceversa.


.

"La misteriosa vida rural", óleo sobre aluminio. 38 x 49, 55 cm.


“Toda la muestra trabaja con las ideas de superposición e hibridez”, señala Huffmann, “porque me interesa disolver las contradicciones de categorías”. También sus esculturas buscan una imagen híbrida y son sumas, superposiciones, acumulaciones de vegetaciones poligonales, prótesis de libre acceso impresas en 3D, pilas de piedras escaneadas a impresas a diversos tamaños, gusanos, lechugas, globitos de textos de Whatsapp, de Messenger… Hibridación iconológica e iconográfica. “Algunas de las piezas están constituidas como si fuesen un repuesto o alguna pieza de mecánica: se atornillan entre sí”, explica Huffmann. “Eso me interesaba especialmente de la capacidad del aluminio: la posibilidad de poder trabajarlo de esa manera”. Y después, claro, cada trabajo está pintado a mano al óleo de formas distintas, buscando resaltar la identidad de las piezas y enfatizando la textura que posee cada uno de los materiales. “Me gusta pensar que la memoria de estos trabajos está constituida por la huella y por el desarrollo, el proceso de cada uno de los materiales que utilicé para la construcción de los diferentes trabajos”, comenta.

Compostasmas - Carlos Huffmann

Lugar: Ruth Benzacar, Juan Ramírez de Velasco 1287. 
Horario: martes a sábado, 14 a 19. 
Entrada: gratuita.