Di Tella en los medios
El Cronista Digital
14/04/20

Inteligencia artificial y educación en tiempos del coronavirus

Por Débora Schapira

La graduada de la Especialización en Políticas Educativas analizó la influencia de la Inteligencia Artificial en los sistemas educativos, que hoy debieron reconstruir sus modelos pedagógicos tradicionales.


Las cifras de la pandemia del COVID-19 hablan por sí solas: 167 países y 1.500 millones de alumnos no tienen asistencia en las aulas.

En este contexto los sistemas educativos se vieron urgidos a reconvertir sus modelos pedagógicos tradicionales implementando diversas formas de educación a distancia en las cuales las nuevas tecnologías han sido decisivas.

Las herramientas de enseñanza que los distintos países aplicaron van desde la oferta de plataformas digitales institucionales hasta las aulas virtuales de acceso gratuito como Blackboard, ClassDojo, Google Classroom, Blended, Cisco Webexmeeting, entre muchos otros.

Ante este nuevo escenario, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha convocado recientemente a la formación de una coalición de líderes mundiales en Educación del sector público y privado, a fin de delinear ejes estratégicos de cooperación, en particular, aquellos de mayor impacto en la equidad social: asimetrías en el acceso a las tecnologías, barreras cognitivas, apoyo al trabajo docente y contención a las familias. El objetivo es generar consensos y converger con organizaciones multilaterales en las mejores prácticas a fin de mitigar las consecuencias de la pandemia.

Cómo participa la Inteligencia Artificial (IA) en esta nueva e inesperada realidad

La tecnología emergente genera grandes volúmenes de datos (Big Data) que nos permiten hacer variados análisis y predecir cuestiones que hasta ahora parecían irresolubles.

Un primer enfoque se refiere a la exploración de los datos en cada territorio derivados de las nuevas modalidades de enseñanza, y a partir de ello indagar sobre los hallazgos, para construir indicadores regionales referidos al acceso, las capacidades y resultados educativos.

El segundo enfoque contiene una dimensión micro estructural y se refiere al análisis pormenorizado del aprendizaje derivado de este proceso educativo en cada uno de los alumnos. Esta información permitiría complementarse con la historia educativa de cada uno y anticiparse a sus mayores dificultades, abriendo así las puertas a una educación personalizada.

Ética

Ahora bien, estos algoritmos estadísticos podrán extraer patrones sesgados sobre los comportamientos sociales que es necesario vigilar. Para el Ing. Santiago Izquierdo, Master en Ciencias y Tecnologías de la Computación de la Universidad Politécnica de Madrid, el uso indebido de la Inteligencia Artificial podría generar prejuicios, mientras que el acceso de manera indirecta a los datos de carácter individual podrían perfilar tipologías de estudiantes que rozarían los límites de la legalidad.

Recientemente el Vaticano hizo un llamado papal para consensuar un modelo que contemple el uso ético de la Inteligencia Artificial de acuerdo a principios de seguridad, responsabilidad, confiabilidad y privacidad.

La tecnología encierra un tesoro. No podemos detener el ritmo de las innovaciones pero sí podemos asumir el desafío de humanizarlas