Di Tella en los medios
El Cronista Digital
7/11/19

Inteligencia Artificial: ganadores y perdedores

Por Debora Schapira y Santiago Izquierdo

Debora Schapira, graduada de la Especialización en Políticas Educativas de la UTDT, escribió acerca de cómo la Inteligencia Artificial irrumpe en el mercado laboral actual y qué desafíos plantea para las competencias de los trabajadores y la gestión organizacional.

El concepto de competencias surge en la década del 70, proviene del mundo de las empresas y refiere al conjunto de habilidades que las organizaciones deben desarrollar para atender a mercados globalizados, altamente competitivos y con nuevas formas de producción de la riqueza. A mediados de los 90 este enfoque se extiende al campo Educativo abordando los saberes que deben desarrollarse para dotar a los estudiantes de las capacidades necesarias para la formación profesional y el mundo del trabajo.

La era digital y las tecnologías innovadoras de la Cuarta Revolución Industrial y en particular la Inteligencia Artificial (IA), plantea nuevos paradigmas en las fronteras del conocimiento. Expertos internacionales pronostican un crecimiento del 50 % en el mercado de la Inteligencia Artificial entre el 2017 y 2020 y esta tendencia no solo es visible en el sector privado sino también en sector público. La consultora internacional Gartner Inc. indica que la primera prioridad de inversión en el sector público será en perfiles de Data Analytics (43%), los servicios en la nube (39%) y Ciberseguridad (43%), la cual contempla el Hacker ético como actividad de base.



Este nuevo escenario, si bien trasciende el plano de la formación individual no puede soslayarse en una planificación de la política pública. ¿Cuáles serán entonces las competencias frente a la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA)? Asociado al Big Data por ejemplo, surgen perfiles profesionales con nuevos roles denominados gestión de calidad de los datos (Data Quality), cuya función es verificar la calidad de la información, la vigencia, segmentación y validez de los datos para el fin que fueron creados.

Otros profesionales altamente cualificados son los especialistas en Machine Learning, quienes diseñan sistemas complejos capaces de aprender de los datos e identificar situaciones futuras.

En este entorno cambiante se están requiriendo otras competencias relacionadas con la capacidad de trabajar con metodologías ágiles de gestión de proyectos, denominadas Scrum. Este estilo de trabajo es actualmente un estándar de la industria de la ingeniería de software y los profesionales se integran a otros grupos de trabajo en los que es esencial adaptarse a grandes volúmenes de cambios de última hora, aportando valor a los clientes en cada iteración del desarrollo del proyecto que se entrega.

No solo habilidades de programación y trabajo con las máquinas son necesarias en la era de la Inteligencia Artificial (IA), sino también competencias de gestión empresarial y liderazgo. Según Roberto Katz deben desarrollarse habilidades que incluyen capacidades específicas para un tipo de trabajo u organización: los productos y servicios, la comercialización, los procesos, la planificación; en síntesis las referidas al conocimiento específico de cada negocio vinculadas a las habilidades conceptuales, generación de ideas y pensamiento abstracto. Además no deben excluirse las habilidades interpersonales, la comunicación, intercambio con el entorno, liderazgo y trabajo colaborativo en equipo.

Para finalizar el debate de la Inteligencia Artificial (IA) ya está instalado y este es inseparable del tema del empleo, es prioritario entonces tener una estrategia de desarrollo proactiva, y en ella la Educación es esencial como motor de avance de estos nuevos aprendizajes.