Di Tella en los medios
Urgente24
27/03/19

Argentina, un país en plena fuga

El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) elaborado por la Escuela de Gobierno de la UTDT se ubicó este mes en el punto más bajo desde que Macri asumió como presidente en diciembre de 2015. En términos interanuales el índice cayó un 31%.

La fuga de capitales es noticia por estas horas. El futuro no es prometedor en ese sentido, pero tampoco en otros. No se trata sólo de dólares, también de cerebros, de inmigrantes, y por sobre todo, de la desconfianza generalizada que se acentúa en un año electoral.

Los últimos datos publicados por el Banco Central mostraron que la fuga de capitales no se detiene.  Medido por el BCRA en el Balance Cambiario como la Formación de Activos Externos del sector privado (FAE), mostró que el mes pasado se mantuvo alto en casi US$1.000 millones. Los datos oficiales dan cuenta que el FAE de febrero fue de US$965 millones, lo que es un 50,7% menor a enero pasado y un 28,1% inferior a un año atrás. De modo que en lo que va de 2019 ya se acumula un nivel de atesoramiento o lo que se conoce como fuga de capitales de US$2.923 millones.


En la gestión de Mauricio Macri, que comenzó en diciembre de 2015 hasta febrero de este año, la fuga de capitales acumula la sma de US$64.276 millones. A modo de comparación, las actuales reservas del BCRA rondan los US$67.180 millones, que incluyen el swap con China, el Repo con bancos extranjeros y el acuerdo con el FMI.

Ello teniendo en cuenta que la popularidad del Gobierno se encontraba en mejores niveles que los actuales, por lo que los pronósticos no son alentadores. Menos, en un año electoral. 

Sin dudas, el nivel de atesoramiento crecerá con el correr de los meses. El ahorrista no apostará al peso sea cual fuere la tasa de interés. Pues, lo que es insostenibles es el nivel de desconfianza.

Tanto el Gobierno como el FMI esperan que entre la liquidación de los agroexportadores y las divisas que gire el organismo se pueda balancear la demanda anual para atesoramiento. Pero lo cierto es que el futuro no arroja números benévolos.

"Durante el 2019 las consultoras privadas prevén que haya continuidad de la compra de dólares, en parte por las tensiones que suelen agregar los años electorales por la vía de las incertidumbres respecto al programa financiero del próximo Gobierno. Por otro lado, también juegan las dificultades oficiales para disciplinar la dinámica de precios y las altas obligaciones que genera el endeudamiento externo. Así es que en sus proyecciones más pesimistas, los privados llegan a prever atesoramiento por más de US$20.000 M", publicó esta mañana el diario económico 'BAE'.

El director de Eco Go, Martín Vauthier, dijo que "esto es la consecuencia de décadas de tasas negativas y licuaciones de los ahorros de los argentinos: el pequeño ahorrista siempre compra dólares independientemente de la tasa".

Un informe de Proyecto Económico coincidió en que más allá de la tasa y del precio del dólar, la fuga continúa incesante: "Los manuales de economía suelen atribuir la salida de capitales por motivos financieros a la falta de estímulos al ahorro en pesos (tasas de interés) o a procesos de elevadas expectativas devaluatorias. No obstante, el 2018 y el 2019 han demostrado que la salida de capitales tiene componentes estructurales. El brusco salto cambiario y su limitado efecto sobre la Formación de Activos Externo de los argentinos (FAE), así como la absoluta ineficiencia para contener los capitales de cartera, los cuales mostraron sistemáticamente valores negativos, recién revertidos en febrero, dan cuenta de ello".

Según publicó 'Página12' esta mañana, "la fuga de capitales es una característica estructural de la economía argentina hace cincuenta años. El origen, su volumen y las causas han cambiado a lo largo de ese período que comenzó a mediados de los setenta pero la salida de divisas es permanente. Desde 2015, con la llegada del gobierno de Cambiemos, el combustible para la fuga son los dólares generados por el endeudamiento externo. De acuerdo a la metodología publicada por el organismo estadístico, los datos se obtienen del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el Deutsche Bundesbank, Bloomberg y la Caja de Valores, entre otros."

A principios de este mes, la prestigiosa revista 'Forbes' volvió a informar a inversores que la "Argentina está a un paso del colapso económico (de nuevo)".

"Un rescate financiero del FMI hizo que Argentina no tocará fondo, pero, su situación se agrava debido a la fuga de capitales", disparó entonces Israel Pantaleón, especializado en mercados emergentes.

El periodista insiste que, "a pesar de este rescate (FMI), Argentina es considerada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) una de las economías emergentes que seguirá con vulnerabilidades, de acuerdo con el 'Balance preliminar de las economías de Centroamérica y la República Dominicana en 2018 y perspectivas para 2019'.

No solo se fugan los dólares

"El contexto actual de desfinanciamiento del sistema de Ciencia y Técnica hace que para los científicos jóvenes sea difícil ver un horizonte de trabajo en el país", lamentó un licenciado en Biotecnología en una nota publicada en un sitio web sobre "Fuga de Cerebros".

Un politólogo reveló otro dato clave del "exilio": los salarios atrasados generan una dinámica expulsiva de los científicos y profesionales más calificados.

Pero para los científicos, quedarse en la Argentina tiene sus costos que van más allá de lo estrictamente salarial. Para muchos llevar adelante sus proyectos científicos se torna una odisea ante la escasez de recursos y las demoras en el pago de subsidios.

En el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (Intema), de Mar del Plata, faltan fondos para adquirir cuestiones mínimas, como la compra de guantes para las prácticas de laboratorio.

La caída del financiamiento empieza a ser un hecho de creciente preocupación entre los científicos y sus organizaciones gremiales porque afecta a la viabilidad de los proyectos.

En los gremios plantean que el efecto desaliento es poderoso. "Con salarios tan bajos, institutos desfinanciados y escasas perspectivas de conseguir un trabajo estable, muchos optan por renunciar y, en algunos casos, por buscar opciones en el exterior. La política científica fue muy nociva en estos cuatro años", remarcaron.

"La fuga de cerebros es similar a la ocurrida en los años '90. Tenemos que considerar que, debido al incremento en el número de becas otorgadas en los últimos años en relación a esa década, en la actualidad hay más trabajadores/as científicos altamente calificados que no encuentran ámbito de inserción laboral", opina otro científico.

Otra fuga que comienza a registrarse es la de los venezolanos que hace poco llegaron a la Argentina en busca de oportunidades expulsados de su país por la crisis en las que quedaron sumergidos tras el gobierno de Hugo Chávez, y luego de Nicolás Maduro.

En los últimos tres años se radicaron unas 70.000 personas en el país marcando un récord y desplazando en 2018 a los inmigrantes del resto de los países de latinoamérica.

Ellos también buscan ahora otros destinos...

La confianza, en su punto más bajo

El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) elaborado por la Torcuato Di Tella ( UTDT ) se ubicó este mes en el punto más bajo desde que Macri asumió como presidente en diciembre de 2015. En términos interanuales el índice cayó un 31%.

Según el último relevamiento, que se conoció el viernes pasado, la caída fue del 10,8% respecto al mes anterior, algo que revierte completamente la ligera recuperación experimentada en febrero y profundizó la tendencia negativa inaugurada a fines de 2017 cuando el Gobierno manejó con dificultad una serie de "problemas políticos".

En diciembre de aquel año, la gestión de la búsqueda del ARA San Juan, la muerte del joven mapuche Rafael Nahuel y la forma en que se tematizaron públicamente las iniciativas de reforma laboral y previsional quebraron la evolución positiva que acompañó a los resultados electorales favorables de Cambiemos en las PASO.

Más allá de los altibajos, la baja significativa del mes de marzo de este año llevó al ICG a los valores mínimos obtenidos durante el gobierno de Macri: un 11% por debajo del último mes del gobierno de Cristina Fernández.

El trabajo advirtió que el descenso en la confianza en el Gobierno acompaña la reaparición de la inestabilidad cambiaria, con un dólar difícil de contener, el agravamiento de los indicadores sociales, la persistencia de la tendencia inflacionaria (la inflación de marzo volvería a acercarse al 4%) además de algunos "ruidos políticos" –dentro de la propia coalición de gobierno– y jurídicos como la causa del falso abogado Marcelo D'Alessio.

La caída respecto al mes de febrero se ve replicada en todos los subíndices: los que registraron las mayores bajas fueron "preocupación por el interés general" (-14% respecto a febrero), "evaluación general del Gobierno" (-13%) y "capacidad para resolver problemas del país" (-12%), seguidos por "honestidad de los funcionarios" (-9%) y "eficiencia en la administración del gasto público" (-8 por ciento).

Por último, el estudio de Di Tella sostuvo que durante marzo se registró una recuperación de 10,7% entre quienes creen que la situación económica empeorará, seguida por una suba del 5,3% entre quienes creen que se mantendrá igual, en tanto que entre quienes creen que mejorará se registró una caída del 9,6%.