Mariano Turzi: "La democracia no está dando las respuestas que debería dar"

En su participación en Radio Nacional, Mariano Turzi analizó la situación global actual desde diferentes perspectivas. “Lo primero que tenemos que entender es que estamos frente a un mundo en búsqueda de paradigmas. A nivel global nos falta esa idea narrativa interpretativa, un hilo conductor”, manifestó. “Estamos viviendo un momento de cambio en el proceso de globalización y muchos de estos cambios, como el giro hacia la derecha, la salida de acuerdos regionales, el aumento de tensiones geopolíticas, se enmarcan en una especie de reacción frente a una extensión del proceso de globalización”, agregó.

En ese sentido, el especialista indicó: “La presidencia de Trump es muy simbólica porque reacciona frente a la parte comercial, aumentando sus tensiones con China y con México, y al avance humanitario que es la inmigración. El aumento de los flujos internacionales es un fenómeno propio de la globalización”.

El profesor fue consultado acerca de la posibilidad de tener una globalización sin democracia política, a lo que Turzi respondió: “Ya la tenemos, porque el régimen comunista más grande del planeta es la primera economía del mundo. Es una contradicción”. En consonancia con esto, explicó: “Lo que tenemos es una fase nueva en el proceso de globalización. La llegada de estos actores nos obliga a repensar el proceso. La idea de una globalización con características chinas es una proyección muy norteamericana, donde o la globalización es política, económica y culturalmente norteamericana, o va a pasar a ser china. Esto no es cierto. Hoy la globalización es mucho más multidimensional”.

“China es la primera economía del mundo, pero no va hacia la democracia. El proceso político chino tiene características, tiempos y magnitudes propias. Por ende, se puede ser una economía de mercado sin ser una democracia”, aseguró el especialista. Además, aseguró que esto es una contraprueba a las creencias asociadas a este fenómeno desde hace algunas décadas: “No creíamos que fuese posible porque la legitimidad narrativa del orden norteamericano implicaba atar estas democracias a la globalización. Después nos dimos cuentas que estas cuestiones avanzan con engranajes diferenciales”.

Mariano Turzi explicó, además, que el mundo de hoy en día es “más multipolar que en los 90”. En este sentido, indicó que “hay que intentar pensar en múltiples tableros de ajedrez: uno es militar, otro político y otro económico. Son partidas independientes pero conectadas. El juego se vuelve muy complejo porque no hay un paradigma único y ordenador”.

Haciendo referencia a este fenómeno, el experto se refirió a la posición tomada por Estados Unidos en este escenario: “Yo creo que es un error pensar a Trump como un presidente que busca la independencia económica. Lo que busca es una posición negociadora negociada, lo que quiere es lastimar más de lo que lo van a lastimar a él. Lo que hace es creer que sus herramientas son más poderosas que las de China, pero eso no se puede ver con anterioridad. Trump es una persona que está muy acostumbrada a hacer una retórica explosiva para luego sentare a negociar. Yo creo que todos los actores están trabajando con la premisa de la interdependencia”.

Según Turzi la interdependencia es un factor fundamental del fenómeno de la globalización que involucra el aspecto comercial, económico y financiero, además de muchos otros. “Las instituciones que gobiernan la globalización van por detrás del proceso”, advirtió. “La democracia no está dando las respuestas que debería dar, ni económicas ni políticas. El sistema político y económico esta enquistado en élites liberales que no bajan a la calle a ver las necesidades reales, esa desconexión genera la irrupción de fenómenos de outsiders como Bolsonaro. Me parece que el gran problema que hay es la fuerte desconexión entre lo que ocurre en el mundo y los liderazgos domésticos”, indicó.

Por otra parte, agregó: “Hoy la democracia como la conocemos no funciona, no es un sistema que esté dando respuestas. No estoy hablando ir a un régimen fascista ni tampoco a uno autoritario. No nos olvidemos que, así como en las democracias liberales los lideres institucionalizados caen, en los regímenes asiáticos, que son los ganadores de la globalización, se sostienen”. De este modo, sentenció: “Si queremos creer, porque nos gusta la democracia, que así estamos bien, cada vez va a haber más Bolsonaros en este mundo”.

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