Di Tella en los medios
La Nación
6/06/18

Candidato ideal: los seis errores a evitar en una entrevista laboral

Por Andrés Hatum

El profesor de Management de la Escuela de Negocios da una serie de recomendaciones, no solo para evitar pasar vergüenza, sino también para conducirse apropiadamente en la entrevista y no perder la oportunidad laboral.

La previa a una entrevista laboral puede generar estrés, sobre todo si el candidato hace mucho que no se ha entrevistado o realmente el trabajo le interesa. Las siguientes recomendaciones buscan no solo evitar pasar vergüenza, sino también que se pierda la oportunidad laboral por no saber conducirse apropiadamente en la entrevista.


1) Incumplir con el protocolo

El primer punto es aprender de la condesa de Chikoff. Eugenia de Chikoff era una popular maestra de protocolo que remarcaba siempre las normas de los buenos modales. Hay que respetar ciertos usos y costumbres. Para comenzar, no se debe llegar tarde a la entrevista. Y menos aún tratar de justificar la llegada tarde por el tráfico.

También hay que ir vestido de forma apropiada. Para esto hay que averiguar cuál es el código de vestimenta de la empresa. Muchos entrevistados son muy informales para aparentar modernidad y lo que realmente causan es mala impresión. No se debe usar un vocabulario vulgar. Y también es importante ser consciente del lenguaje del cuerpo. Ser firme en los movimientos, mirar a los ojos al interlocutor y en todo momento generar respuestas con voz clara.

2) No hacer los deberes

Antes de ir a una entrevista a una empresa es clave investigar sobre la compañía: entender el portfolio de productos que tiene, el nivel de facturación y personal. También explorar los movimientos estratégicos de la empresa a nivel local, regional e internacional si esta fuera una multinacional.

Finalmente, entender las áreas críticas del negocio. Lo peor que se puede hacer es demostrar tener desconocimiento de lo que sucede en la compañía a la que se quiere ingresar. El entendimiento de la empresa es fundamental para poder hacer preguntas inteligentes sobre el futuro de la compañía, productos, procesos, clientes y estrategias. Nada peor que le digan si tiene alguna pregunta para hacer y el candidato responda con un rotundo no. Esa respuesta demuestra falta de curiosidad y es insultante para quien lo está entrevistando.

3) Evitar ser Berlín

Berlín es uno de los personajes centrales de la serie española La Casa de Papel, un megalómano que se creía muy superior al resto del equipo que va a atracar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España. Llegar a una entrevista e intentar dominar la misma y no escuchar al interlocutor son, definitivamente, actitudes a evitar.

Hay personas que necesitan no solo dominar la situación, también requieren autoadularse, como si hablando tan bien de uno se garantizaría la contratación. No autoadularse no significa, por otra parte, no poner foco en el trabajo que se hizo y los logros concretos que se han tenido. Todavía existen malos entrevistadores que preguntan por fortalezas y debilidades. Los Berlines siempre responden que su debilidad es la ansiedad por tener las cosas hechas y ser eficaz con los resultados. Esa respuesta habla por sí sola de lo estúpida que puede ser la gente cuando responde inadecuadamente por creerse más de lo que realmente es.

4) No manejar la ansiedad

Es su primera entrevista. El trabajo parece interesante. Al candidato le gusta y tiene el perfil adecuado. Entonces hay que calmar la ansiedad y focalizarse en el trabajo, entender a la compañía, demostrar logros y generar empatía. No hablar de sueldos, vacaciones, beneficios, home office. No aún. Si bien muchos candidatos saben exactamente lo que buscan y lo que quieren como compensación y beneficios, hay pasos que hay que seguir y no hay que adelantarse. Cuando la Generación Y se incorporó al mercado laboral, los selectores se vieron sorprendidos de que los intereses primordiales de esta nueva generación eran los beneficios, el tiempo libre, la flexibilidad y las vacaciones. Hay que evitar ese foco hasta avanzado el proceso y que la empresa se interese por el perfil del candidato. Si luego hay interés, todo es negociable.

5) Evitar ser Jack el Destripador

Jamás hay que hablar mal de su actual empleador o anteriores trabajos. Incluso si el actual jefe fuera el demonio encarnado, no hay que tentarse con vociferar contra él o ella. Muchas veces, relajados en la entrevista y con una situación de abierta confianza, se hace una catarsis sobre los jefes basura que se tienen. No es el lugar para realizar esos comentarios ya que causan una muy mala impresión. Es fundamental contenerse y, llegado el caso, salir de la entrevista y visitar a su psicoanalista. Ese es el mejor espacio para escupir las desgracias organizacionales.

6) No mentir

Definitivamente una forma de cavarse el pozo en el cementerio laboral es mentir sobre el CV o "estirar" la verdad sobre el pasado laboral. Falsear datos, mentir sobre el porqué se cambió de trabajo o sobre logros que no se han tenido, son factores que, de saberse la realidad, hacen que el candidato termine afuera antes de comenzar a trabajar.

En una ocasión, frente a tres finalistas de una terna para director de marketing, uno de los candidatos más firmes aseveró que había cambiado de trabajo en su última experiencia laboral porque rechazó una expatriación. Cuando averiguaron las verdaderas razones, estaban lejos de lo que el candidato había comentado. "Lo echaron por vago y por su pésima performance", comentó una fuente off the record. Allí acabó la historia del candidato mentiroso.