En los medios

TN
6/01/24

Sebastián Campanario con Levy Yeyati: “Hay un futuro en tiempo real, todo pasa de manera inmediata”

Eduardo Levy Yeyati, profesor de la Escuela de Gobierno y director académico del Cepe, entrevistó al periodista Sebastián Campanario para el ciclo Pensar Distinto.

Por Eduardo Levy Yeyati


En una charla con el economista Eduardo Levy Yeyati para el ciclo Pensar Distinto, el periodista Sebastián Campanario habló sobre la inteligencia artificial, sus aspectos positivos y negativos y opinó sobre qué debería pasar para que los emprendedores argentinos no se vayan del país.

Repasó sus obras, habló sobre su relación con el escritor Ricardo Piglia y opinó sobre el lugar que ocupa el género documental en la industria de hoy.

- Sebastián, te has convertido, o por lo menos es como te veo, en una suerte de gurú de la pos posmodernidad. Por lo menos a nivel local, pero he visto que hiciste algunas cosas en la NASA. Y como tal, te consulto, muchas de estas tecnologías de uso generalizado. El viejo GPT, el General Propose. Dan la sensación de que son un cambio cualitativo que no veíamos antes. Que no es lo mismo, que es algo que ha cambiado, que es distinto y diferente. Me refiero a la Inteligencia Artificial, técnicas que pueden acelerar nuevas invenciones que es un poco del GPT. ¿Cuánto de esto es cierto o cuánto es sarasa?

- Yo empatizo bastante con esa visión porque es un poco el formato mental de un periodista. Cuando uno estudia periodismo te dicen que una noticia es algo raro, por eso siempre estamos buscando la contratendencia. Los títulos más controversiales generan más atención que el promedio. Entonces creo que hay un sesgo en general de buscarle una pata al gato y ser escéptico. Cuando mirás el promedio del cambio de los últimos años, no hay forma de argumentar que no está yendo todo cada vez más rápido y que el nivel de complejidad de todo lo que nos rodea es varios órdenes de magnitud mayor que el que había hace poco tiempo. Esa es una realidad que va más allá del cambio tecnológico. Yo escribo mucho de otros tipos de cambio, el demográfico o el cultural. Me llama más la atención el cambio no tecnológico que el tecnológico que en sí.

- ¿Pero no están asociados? Por ejemplo, las tecnologías que te permiten trabajar desde la casa te cambian la forma en que pensás la relación entre trabajo y ocio.

- Sí, por supuesto. Son todos huracanes de cambio que están al mismo tiempo y que hacen a esta mayor complejidad y que hacen que la realidad haya aumentado mucho su varianza. Hoy por hoy pueden pasar cosas a nivel político, biológico y cultural que hace 15 o 20 años no pasaban. En general, cuando uno habla de innovación o futuro, el cerebro se va para el lado tecnológico e inteligencia artificial o robótica y se tiende a subestimar otros tipos de cambios.

- De hecho te iba a preguntar si algunas de estas cosas se habían acelerado con la pandemia. Si bien hay cuestiones tecnológicas involucradas, cuando pensás en la pandemia pensás en modificaciones en las formas de trabajo que es una cosa mucho más analógica.

- Todo se aceleró. También hay otro sesgo que es que en general naturalizamos muy pronto los cambios. Hoy parece natural tener una supercomputadora en el bolsillo que es el teléfono inteligente y es algo que hace muy pocos años no existía. Ahí también hay un sesgo escéptico con la velocidad de cambio cuando realmente es mucho más grande. Yo tengo como dos vidas, primero escribí como 15 o 20 años de economía tradicional donde escribía impuestos y finanzas. Después me aburrí de eso y me pareció más relevante ver las cosas que están sucediendo que tienen un impacto de PBI más grande. No me pasó nunca que una nota de innovación quede vieja de una semana para la otra y ahora está pasando. Viajo por laburo y le dejo a mi editora dos o tres columnas y antes se podían publicar una un mes y la otra en el siguiente. Ahora las que hago de inteligencia artificial generativa las tengo que publicar inmediatamente porque en el medio pasan cosas de una semana para otra y eso nunca me había pasado con una tecnología. En tecnología hay momentos de mucho crecimiento, luego explota la burbuja y luego un crecimiento sostenido.

- Los sobrevivientes, digamos. Después de que viene la explosión quedan los sobrevivientes.

- Claro, eso no está pasando con la inteligencia artificial generativa. Tenés una especie de futuro en tiempo real, todo pasa de manera inmediata. Open AI, que es la que lanza Chat GPT, inmediatamente empieza a hacer negocios con verticales de turismo. No tenés como el metaverso que ven que pasa y después se meten. Hoy el 80% de los presidentes de grandes empresas del mundo saben que tienen que meterse. Nadie sabe bien para dónde va esto, porque es imposible saberlo. Todos están muy seguros de que hay que subirse lo más rápido posible.

- ¿Y desde el lado negativo? Yo en mis ratos libres escribo novelas y algunas de ellas son bastante distópicas y ahora está la tentación de pensar a estas nuevas tecnologías como cosas malas que no vemos. ¿Esos temores son infundados?

- No son infundados. Las tecnologías no son neutras, vos la podes usar para el bien o para el mal. Después de la IA Generativa, la otra gran invención de este siglo que es todo lo que es edición genética, lo podes usar para curar enfermedades o en un grupo terrorista para inventar un mosquito que transmita una enfermedad infecciosa y que mate a millones de personas. Esto lo dijo Bill Gates hace poco, no lo estoy inventando yo ahora.

- El director o dueño de Open AI también advirtió sobre posibles usos de inteligencia artificial. Parecía un distópico total las últimas entrevistas que dio.

- Vos lo podes usar para el bien o para el mal, no son neutrales. Depende de lo que hagamos nosotros como sociedad para regularlos. Trato de hablar con la gente que está más en la frontera y es gente más optimista. Pero es optimista porque vive de eso, se hizo multimillonario con eso y hay un incentivo grande por ese lado.

- Mencionaste ya uno de los temas fundamentales de las agendas modernas: la climática, la tecnológica y la demográfica. Son las tres nuevas agendas porque son disruptivas en el sentido de que son un corte en relación a lo que teníamos antes. Cada vez va a haber más viejos y viejas. Hiciste un libro que es Revolucion Senior.

Revolución Senior salió en el 2018, lo empecé a investigar en 2016 y 2017 y mi próximo es libro de nuevo sobre este tema.

- Ahí hay como dos aristas. Una es qué hacer con tanto tiempo, entonces la pregunta que se hace uno es si ha habido cambios y han florecido industrias que tienen como público a los adultos mayores, de esparcimiento o cuidados. El otro que tiene que ver con la relación de estos señoras y señores con el trabajo. Cuando leía tu libro me hacía acordar a un amigo que trabajaba en Francia y se jubiló a los 60 años, después de tres años estaba desesperado por conseguir un nuevo trabajo. Hay dos preguntas en paralelo: ¿el mundo se está dando cuenta de esta nueva demanda? ¿Y los seniors están volviendo a trabajar? ¿Está cambiando la idea de jubilarse cuanto antes?

- La respuesta es sí a ambas. Está cayendo la ficha, en algunos países antes que en otros. Hace poco estuve en Korea, que es el país que envejece más rápido en el mundo. En esos lugares la ola plateada ya llegó, ahí ves más iniciativas y negocios. En general ves mucho menos negocios e iniciativas que los que debería haber. Vos mencionaste el cambio climático y yo creo que tiene que ver mucho con el tema demográfico. Son fenómenos que son demasiados lentos y rápidos a la vez. Demasiado rápidos porque vamos a ver las consecuencias en vida. Vamos a ver en la década que viene consecuencias grandes sobre esto. Pero son demasiados lentos como para generar incentivos como para que los gobiernos, empresas y sociedades tomen nota rápida. Estamos al principio de la ola, pero ya hubo un cambio grande.

-Eso desde el punto de vista del adulto mayor consumidor. Pero desde el punto de vista laboral, ¿ves una mayor facilidad para permanecer activo? Dado que históricamente lo que sucedía era que cuando estirabas la edad jubilatoria las empresas echaban a los adultos mayores.

- Hoy hay una transición dual con cosas ridículas de las empresas que exigen que a los 60 años te tenés que ir, hoy por hoy una persona de 60 está en su mejor momento para dar clases y para un montón de actividades.

- A ese tipo de cambios me refiero.

- Ese tipo de cambios creo que estamos en el umbral de aceptarlos. También hablo con un montón de fondos de inversión que solo toman emprendedores mayores de 50 porque la tasa de éxito es más alta en personas adultas. A veces hay cambios culturales o de hábitos que sorprenden más que los tecnológicos.

- Mencionaste a los emprendedores y se habla mucho de la cultura emprendedora de la Argentina. Nosotros tenemos muchos emprendedores cenicienta que tocaron y llegaron, pero nadie cuenta qué pasa con el emprendedor después, mucho de ellos terminan fracasando. Pero algo que me interesa más oír tu opinión, ¿qué es lo que nosotros como país tendríamos que hacer, dado que generamos tanta innovación, para que no se nos vayan del país?

- Ahí tenés temas impositivos y regulatorios que hay un montón que se pueda avanzar y cambiar para que eso no sucede. Y después hay un tema cultural, lamentablemente el tema emprendedores está en la grieta. La figura está asociada a ciertas opiniones políticas, entonces eso a nivel cultural debería cambiar.

- ¿Vos decís que hay un discurso anti emprendedor como lo hay anti empresario?

- Sí, sí. En algunos sectores políticos seguro que sí, y a favor también, 2024 va a ser un año donde, como las tasas de interés son altas y hay mucha incertidumbre por las elecciones en Estados Unidos y las guerras, el bullshit emprendedor se va a cortar un montón. Todas las iniciativas que vamos a ver este año en materia de startups o empresas grandes van a tener que ver cosas muy probadas y serias. No vamos a ver empresas como veíamos hace un año y medio que compren NFTs a millones de dólares. Estamos en otra etapa en este momento.

- ¿El NFT murió? ¿Qué fue de eso?

- Hay un mercado de eso. Cosas que valían 3 millones de dólares ahora las podés comprar a 60. Fue la parte de mayor humo de una tecnología muy interesante que en algún momento va a estallar, no sabemos cuándo, que es blockchain.