Camila Perochena, profesora invitada del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales, participó del programa “Tras las huellas de Belgrano”, organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación, donde habló del rol de Belgrano durante la Revolución de Mayo. 

“Cuando en 1808 se produce la crisis de la monarquía vamos a tener a un Belgrano que no va a estar apostando a la revolución sino apostando a coronar a una regente de América”, explicó. La situación se modifica en 1810 por los cambios ocurridos en España. “Las tropas napoleónicas van a avanzar sobre España, van a terminar de conquistar casi toda. Cuando las noticias de que España está casi perdida llegan a Buenos Aires, se armó un revuelo importante, esto fue el 18 de mayo”, señaló. 

En este contexto, según la historiadora, es que Belgrano comienza a reunirse con otros revolucionarios de la época, como Castelli, Vieytes, Rodríguez Peña, Cornelio Saavedra, entre otros, y deciden exigirle al virrey Cisneros que convoque a un cabildo abierto, que se concreta el 22 de mayo. En este cabildo lo que se decide es que finalmente el virrey Cisneros sería destituido. “La Primera Junta de gobierno la elige el cabildo el 24 de mayo, pero esta junta lo coloca al virrey Cisneros como presidente”, dijo, y agregó: “Esto genera todo un revuelo y descontento, entre ellos en Belgrano, que no quería aceptar una junta en que Cisneros fuera el presidente”. Cisneros finalmente termina renunciando y el 25 de mayo el Cabildo se vuelve a reunir. “Y en esa reunión vuelve a elegir una junta, pero esta vez la lista se la pasan a las milicias que se encontraban fuera del Cabildo, y entre los nombres de los que tenían que formar parte de la Primera Junta están los que nosotros conocemos hoy”, explicó. Entre ellos, Saavedra como presidente y Belgrano como vocal. Perochena precisó que Belgrano funcionó como intermediario entre los sectores más radicales y moderados de la Junta. 

Aún así, Belgrano no permaneció mucho tiempo en la Primera Junta, solo tres meses: “La Junta se da cuenta que era muy porteña y que para tener mayor legitimidad necesitaba de la representación de diversos sectores de lo que era el Virreinato del Río de la Plata”. Así decide enviar circulares con expediciones militares pidiendo a las ciudades que enviaran diputados. Pero hay ciudades que se van a resistir. “Frente a eso se mandan expediciones militares y Belgrano va a dirigir una de estas expediciones que va a ser la expedición a Paraguay que va a salir en septiembre de 1810”, concluyó Perochena.

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