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El Cronista
14/11/19

La crisis en Bolivia, en medio de la grieta argentina y la transición

Juan Negri, profesor del Dpto. de Ciencia Política y Estudios Internacionales, fue consultado por El Cronista acerca del contexto de inestabilidad en América del Sur. "Existe una situación de divergencia de miradas", señaló Negri, en relación a la política exterior del gobierno actual y el que asumirá el 10 de diciembre.

Por Francisco Llorens
América del Sur se encuentra inmersa en un escenario de inestabilidad general, con crisis en varios países. A esto se agrega la realidad propia de la Argentina, que se debate entre una economía frágil y una transición política. En medio, el gobierno de Mauricio Macri adoptó una postura con pocos puntos de contacto con la de Alberto Fernández, presidente electo. ¿Qué consecuencias tiene que no hayan consensuado puntos básicos? ¿De qué manera puede repercutir en la política local?

Para Julio Burdman, analista político, se trata de una “gran oportunidad para que empiece el diálogo entre gobierno y oposición”. Igualmente es pesimista, ya que sostiene que “no habrá consenso, porque los presidentes, saliente y electo, tienen posiciones contradictorias. Es un mal precedente para la política de pacto social”.



A nivel regional, Burdman considera que uno de los detonantes de la situación regional es “el liderazgo, que Brasil ejerció desde los 80 hasta la llegada de Michel Temer”. En este sentido, cree que si Macri y Fernández se pusieran de acuerdo en el diagnóstico y en conceptos comunes, “podrían iniciar una gestión para la mediación en la crisis”.

Hacia el futuro, Burdman detecta otras consecuencias negativas a nivel doméstico. “Por un lado es que esto entube las relaciones con Estados Unidos, y necesitamos esa alianza para atravesar el duro presente”. Y por otro lado, el clima de incertidumbre regional es perjudicial según su visión, ya que “no es bueno para la inversión, el turismo y las inversiones”.

Juan Negri, profesor de Estudios Internacionales de la UTDT, cree que “sería ideal” que hubiese una coordinación, pero que existe “una situación de divergencia de miradas” entre este gobierno y el próximo. Además, considera que la posición actual es “normativamente muy ambivalente y no llega a subrayar lo más relevante de la crisis, que es la intervención directa de las fuerzas armadas, lo que transforma la crisis en un golpe de Estado”. El analista cree que tras el golpe hubo una “enorme pasividad” de la diplomacia regional, a diferencia de otras situaciones. Sin embargo, considera que “a esta altura es tarde, porque la dinámica es interna”.

Sobre la futura administración del Frente de Todos, Negri cree que “tendrá una política exterior complicada, con una serie de restricciones. Por un lado, la relación con el FMI y el rol que tiene ahí Estados Unidos”. En esa línea, considera que los planes del futuro presidente tuvieron una complicación. “Alberto imaginaba el área de política exterior con una mirada más heterodoxa para compensar a los sectores más izquierdistas del peronismo. Eso se complica, porque Argentina va a estar muy sola”, añade. En este sentido, cree que habrá una cuestión “simbólica” para cortejar al Grupo de Lima, pero que en términos pragmáticos Argentina tendrá que lidiar con Bolsonaro y Trump.

Por su parte, Ignacio Labaqui, analista político y profesor de la UCA, cree que “no hay doble comando, porque hasta el 10 de diciembre el presidente es Macri". Igualmente, califica de “lógico” que tengan posturas diferentes en política exterior ya que son de partidos distintos. “Si uno le preguntara a ambos si están de acuerdo en que el compromiso con la defensa de la democracia en la región debería ser una política de Estado ambos probablemente dirían que sí. El tema es que lo que cada uno entiende por defensa de la democracia sea diferente”, ejemplificó.

En el actual contexto, Labaqui cree que uno de los aportes que se podría hacer desde acá es promover “alguna solución a nivel regional junto a otros jefes de Estado para evitar que la crisis política se agrave”. Y también mencionó que se puede colaborar para que se realicen elecciones presidenciales “en el menor tiempo posible”.

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