Di Tella en los medios
El Cronista
11/08/8

La demanda de ejecutivos en baja

La comparación del primer semestre de 2008 contra igual período del año anterior muestra una disminución del índice de demanda ejecutiva de 25,5%. Las regiones del litoral, el centro y norte del país mostraron síntomas de paralización, con los picos de búsquedas más bajos de los últimos cinco años. Sin embargo, ya se perciben signos de reactivación.

Los comienzos del 2008 habían mostrado un interesante movimiento en el segmento de búsquedas directivas, que hacía suponer que algunas empresas estaban planificando un crecimiento o bien algunos cambios estratégicos en sus niveles gerenciales. “Pero los hechos políticos ocurridos en los últimos meses generaron un impacto negativo en la demanda laboral, especialmente en el segmento de búsquedas ejecutivas”, advierte Susana Larese, de la consultora SCI Selection, Fernaud Larese y presidente de PortalRH.

Su colega Carlos Valeiro, de la consultora Serial de la Torre y vicepresidente de PortalRH, coincide con este diagnóstico: “El conflicto entre el campo y el Gobierno demostró ostensiblemente que el mercado laboral es uno de los más sensibles y que siempre refleja las expectativas que se generan en cada una de las encrucijadas históricas que nos toca vivir”. A su juicio, los decisores sociales muy rápidamente intuyeron que lo que comenzó siendo un decreto recaudatorio se transformaría en un grave obstáculo para un sector importante de la economía y que devendría en una pelea que tendría a nuestro país en vilo. En este sentido, las expectativas psicológicas negativas son el primer signo de una crisis: “Se instalan como un fenómeno colectivo, instantáneo e irrefrenable, que se expanden y ganan las mentes, las opiniones y las conductas de las personas”, señala Valeiro. Antes de terminar marzo de 2008, estas expectativas hicieron que comenzaran a percibirse algunos signos incipientes de una disminución en la demanda laboral, acompañando al mal humor generalizado.

De hecho, el Índice de Demanda Ejecutiva (IDE) de PortalRH registró en junio un descenso de 2,9% respecto de mayo, continuando con la tendencia negativa que también se observa en los cortes semestral e interanual contra el 2007. En efecto, durante el transcurso de este año la demanda de jefes, gerentes y directores ha disminuido 20,1% mientras que en el mismo período del 2007 había aumentado 33,9%. En tanto, la medición interanual resulta fuertemente negativa, ya que muestra una caída del 50,7% respecto del mismo mes del año anterior. Incluso, si se compara al primer semestre de 2008 contra igual período del año anterior muestra una disminución del indicador de 25,5%, similar a la baja porcentual verificada en el primer trimestre y consolidando la tendencia declinante a partir del segundo trimestre del 2007.

Martín Gonzalez Rozada, director de la maestría en Econometría e investigador principal del Centro de Investigación en Finanzas de la Escuela de Negocios de la Torcuato Di Tella, revela que la demanda laboral cayó 14,8% entre marzo y junio de 2008: “En comparación con el primer trimestre del año, la categoría laboral que más influyó en la caída de la demanda de puestos de trabajo fue la de personal de empresas de servicios”. También contribuyeron a la baja los pedidos de empleados administrativos, comerciales y técnicos. La única categoría laboral que impulsó hacia arriba la demanda de personal fue la de profesionales, cuyo aumento tiene que ver con la búsqueda de las empresas de personal calificado no solamente para posiciones directivas, sino también para sus mandos medios.

Hay dos factores que influyen marcadamente en esta caída: el conflicto con el campo y la desaceleración del ritmo de crecimiento que la economía argentina viene registrando desde fines del año pasado. La provincia más afectada por la disminución de la demanda de puestos de trabajo fue Mendoza, donde la caída llegó a más del 22%; seguidas por las ciudades del noroeste argentino, donde la baja alcanzó el 19,6%”. Contrariamente, en las provincias del sur argentino la demanda laboral cayó solamente el 5,8%: “Por lo tanto, se podría conjeturar que la baja en la demanda laboral en estos sitios tiene que ver solamente con la desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía y, a raíz de esto, la crisis agropecuaria habría provocado una disminución del 9% en la demanda laboral entre marzo y junio”, precisa González Rozada.

En picada

Cuando el campo llevó a la práctica su estrategia más dura, las economías regionales sufrieron la falta de transacciones y contrataciones, pero además le agregó un elemento agravante y contundente: la economía real comenzó a sufrir el desabastecimiento de materias primas y la falta de artículos en las góndolas. La crisis, entonces, se hizo presente en la vida cotidiana; es ahí cuando la demanda laboral comenzó a disminuir más claramente. Menos avisos en los diarios y los teléfonos de las consultoras sonando cada vez menos. “A medida que avanzaba la obsecuencia de una pelea que nunca debería haber existido, los pueblos del litoral, el centro y parte del norte del país comenzaron a exhibir síntomas de paralización. Todas aquellas consultoras que tenemos una red de sucursales sabemos que las filiales ubicadas en esas regiones mostraron los picos más bajos de los últimos cinco años”, revela Valeiro.

Muchos de los proyectos de incorporación de colaboradores relacionados con las industrias de agroquímicos, fertilizantes, semillas y tractores fueron suspendidos hasta nuevo aviso y, a la par de ello, fue posible observar la disminución de las jornadas semanales, la desaparición de las horas extras y la reducción de los planteles de personal temporario. Hacia el final de la crisis, la demanda mostraba una disminución global que ya afectaba prácticamente a todas las industrias y servicios, salvo la búsqueda de recursos para el área comercial, lo que es típico de estos períodos, cuando las empresas tratan de compensar la caída en las ventas con la complementación de sus equipos de comerciales. En efecto, las búsquedas para el área de Ventas crecieron un 3,72%, según los resultados de junio del Índice de Tendencia de Demanda Laboral Publicada (ITDLP), elaborado por la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario (FAETT).

De acuerdo a este indicador, la demanda de empleo por avisos en clasificados disminuyó 10,08% en junio en relación a mayo. Siguiendo la tendencia, la demanda de personal para cubrir posiciones de mandos medios, profesionales, administrativos y gerenciales canalizada a través de avisos en agrupados descendió un 7,53% en el mes, contabilizando un promedio de 204 avisos por fin de semana. De acuerdo con el trabajo de la FAETT, uno de los descensos más importantes y llamativos, dado el auge que estas profesiones están teniendo en el mercado laboral, es el de las búsquedas de profesionales de informática y tecnología (-60,19 por ciento). Todos los rubros marcaron bajas en la demanda: el área de Administración tuvo una variación negativa del 31,03%, seguido por la demanda de personal para Servicios (-7,01%), de Profesionales (-6,09%) y el pedido de Técnicos (-3,64 por ciento).

Alejandro Servide, gerente regional del Grupo Sesa Select, también reconoce que tuvieron un leve descenso de pedidos de parte de las empresas vinculadas a la cadena productiva agroindustrial y, en menor medida, en el sector supermercadista, donde hubo una baja en el pedido de perfiles de reposición y merchandising. También se vieron afectados los rubros vinculados con el transporte y la logística.

En tanto, aquellas industrias directamente relacionadas por la falta de materias primas para producir, fruto del lock out patronal en transporte, tuvieron que obligatoriamente hacer un stand by en su producción. “En algunos casos, esto fue aprovechado para adelantar el paro de planta y la puesta a punto en mantenimiento, que habitualmente se hace en enero”, sostiene Patricio Dewey, director de Desarrollo Comercial & Marketing de Adecco. En otros casos, se acudió a reducir o eliminar horas extra, adelantar las vacaciones del personal o, en situaciones extremas, tomar la opción de suspensiones transitorias. “El panorama de incertidumbre empresaria es riesgoso porque paraliza las nuevas inversiones, impidiendo la creación de nuevos puestos de empleo y requiere de un complejo de condiciones positivas para disiparse”, precisa Servide.

Malos augurios

Otro indicador que marca esta tendencia negativa es la encuesta de expectativas de empleo de Manpower, que se realiza trimestralmente a más de 800 empresarios en la Argentina, la cual reveló que la expectativa neta de empleo (valor que surge de tomar el porcentaje de empleadores que espera un aumento en las contrataciones y restarle a éste el porcentaje que espera una disminución) se ubica en un 25%, siete puntos porcentuales menos, tanto en relación con el trimestre anterior como con el mismo período de 2007.

Como dato relevante, el estudio muestra descensos en siete de los ocho sectores económicos analizados en relación con el trimestre anterior, y en seis comparados con el mismo período del año pasado. A nivel geográfico, se presenta un dato curioso: las expectativas netas de empleo cayeron en cinco de las seis regiones del segundo al tercer trimestre de 2008. Estudios hechos en octubre del 2007 indicaban que las empresas tenían la idea de incrementar la dotación en un promedio del 25%, pero hoy han decidido poner el freno y sólo cubrir las vacantes que se producen.

En cuanto a las búsquedas de conducción (supervisores, jefes, gerentes), están intentando promocionar a su personal fundamentalmente como herramienta de retención: “Se va un jefe y seguramente hay algún empleado eficiente que, aunque no posea todas las competencias, se lo promueve a ese cargo y, por un tiempo, no lo reemplazan. Por ende, con un aumento de entre el 20 y el 40% cubren dos puestos y motivan a los buenos”, advierte Gloria Cassano, otra consultora que también notó una merma en la cantidad de trabajo. Asegura que, durante el primer semestre, ningún cliente se apuraba con nada y dejaba pasar los tiempos antes de entrevistar personal, producto de que no sabían si seguirían o no con el tema. No sólo la demanda laboral sufrió una desaceleración, sino también otros proyectos: “Durante el último bimestre de 2007 y el primer trimestre de este año, presentamos 24 proyectos de capacitación: sólo avanzamos con tres y están pendientes nueve. Del resto, ocho se cancelaron y cuatro los realiza otra consultora; por lo tanto, son 17 los que se relacionan con la crisis, nada menos”, se lamenta Cassano.

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