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06/04/2021

Fatou Bensouda, fiscal de la Corte Penal Internacional, participó del ciclo Conversaciones Ditellianas Internacionales

Fatou Bensouda, Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), participó hoy del ciclo online Conversaciones Ditellianas Internacionales, que organiza la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). La charla, titulada "La importancia de una Corte Penal Internacional permanente y cómo apoyarla", fue moderada por Alejandro Chehtman, profesor plenario y director de la carrera de Abogacía de la Escuela de Derecho de la UTDT, e investigador del CONICET.

“La CPI fue construida sobre las duras lecciones que dejó la historia por las atrocidades espantosas y el sufrimiento humano que durante siglos quedaron impunes”, explicó la fiscal Bensouda, y dijo que para los argentinos la asignación de responsabilidades por crímenes atroces representa un valor apreciado por conocer su efecto sobre el tejido social. “La creación de la CPI responde a la máxima de ‘nunca más’, a través de una aplicación correcta de la ley de crímenes internacionales”, dijo, y agregó que sus orígenes se remontan a los Juicios de Núremberg y Tokio, que condenaron los crímenes sistemáticos de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo el Holocausto. “Esas atrocidades shoquearon a la humanidad y se avanzó en la creación de una corte penal internacional permanente con el fin de condenar esos crímenes”.

Bensouda alertó que observa con preocupación que el multilateralismo y el orden global posterior a la Segunda Guerra Mundial se ven hoy amenazados, cuando “la santidad de la soberanía es malversada en nombre de la excepcionalidad y se rechaza el derecho internacional”. Agregó que “aquel sistema, como lo conocimos, está siendo progresivamente desafiado por potentes fuerzas”, aunque consideró que “esos retrocesos no son inevitables”.

“La creación de la CPI fue uno de los momentos de mayor orgullo de la humanidad. Es un pilar central de un sistema internacional de orden arraigado en el respeto al derecho internacional y la lucha contra la impunidad”, dijo. Recordó que en 1998 más de 120 países firmaron el Estatuto de Roma, y que en 2002 el tratado entró en vigor con 60 ratificaciones. “Con la creación de la CPI se mandó un mensaje fuerte. Primero, que la comisión de atrocidades masivas como mera política por otros medios ya no quedará impune, y que sus perpetradores deberán responder por sus crímenes. Luego, que un sistema de justicia internacional es crucial para el orden global”, dijo, y precisó que hoy 123 estados son miembros del CPI.

“Para que la CPI funcione como la imaginaron sus fundadores, es necesario el apoyo de los estados partes del Estatuto y otros organismos estatales, incluyendo a entidades de la ONU y de la UE”, dijo. Agregó que “se siente orgullosa de la relación de respeto y confianza que se fomentó durante su gestión”, lo cual es importante porque el “multilateralismo y el orden global están siendo desafiados”, y recordó que la CPI y ella misma sufrieron sanciones económicas impuestas por el anterior gobierno norteamericano, aunque celebró que el viernes pasado la administración de Biden revocó la orden. Luego alertó sobre “la necesidad de desarrollar un mecanismo que de forma sistemática proteja a la CPI y su integridad de cualquier ataque, de manera que pueda seguir cumpliendo su mandato en situaciones que requieran su atención”.

Consultada sobre si es posible encuadrar como crímenes contra la humanidad a la gestión de algunos gobiernos nacionales en relación con la pandemia, Bensouda indicó que “los crímenes contra la humanidad implican un ataque directo y sistemático contra civiles”, y que su oficina “aún no llegó a esa conclusión”. Con respecto al caso particular del presidente brasileño Bolsonaro, la fiscal admitió que la CPI recibió distintas comunicaciones denunciando su gestión de la pandemia. 

Interrogada sobre una eventual crisis de legitimidad de la CPI por centrarse con parcialidad en los casos africanos, dijo: “No nos involucramos en casos de África porque sea nuestro deseo, sin por el llamado de estados africanos para que la CPI intervenga”. Y precisó que la oficina atiende casos en cualquier lugar en que tenga jurisdicción y se hayan cometido crímenes internacionales. Aunque consideró que “África tomó el liderazgo en casos de justicia internacional al referir situaciones ante la CPI”.   

Por fin, consultada sobre la factibilidad de una relación entre la corrupción y el crimen internacional, Bensouda consideró que es una discusión que debe darse en el seno de los estados partes del Estatuto. “Sabemos que a través de la corrupción se pierden muchas vidas, porque recursos que son asignados para el desarrollo económico de la gente son desviados. Pero si ello constituye un ataque sistemático contra la población, es una discusión” que debe saldarse ante los foros políticos. Aunque aclaró que hoy no es posible establecer esa relación de forma directa y considerar a la corrupción como un crimen contra la humanidad.

El video completo de la conversación, acá: