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30/10/2020

Rafael Mariano Grossi disertó en el ciclo Conversaciones Ditellianas Internacionales

Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), participó hoy del ciclo online Conversaciones Ditellianas Internacionales, que organiza la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). La charla, titulada Pospandemia y energía nuclear, fue moderada por Alejandro Chehtman, profesor plenario y director de la carrera de Abogacía de la Escuela de Derecho de la UTDT, e investigador del CONICET.

Grossi consideró la situación internacional en materia de no proliferación de armas nucleares como “muy compleja”. “La cuestión de Irán ocupa el interés de todos porque su programa nuclear sigue bajo la lupa. Los EEUU se retiraron unilateralmente en 2018 del acuerdo P5+1, que nosotros verificamos y que sigue en pie, aunque en forma imperfecta por la salida norteamericana. En Corea del Norte no tenemos una presencia de inspectores, pero tenemos información, analizamos lo que ocurre y estamos pendientes de la negociación bilateral con EEUU. El OIEA va a verificar cualquier acuerdo que se logre allí. Existe también una situación latente en Oriente Medio, donde la perspectiva del arma nuclear nunca está lejana”.  

En relación a la energía nuclear, Grossi dijo que grupos ambientalistas la consideran “hostil”, pero que bajo su gestión se propone asignarle “un lugar en la mesa” de la discusión energética. Calculó que la energía nuclear representa un 13% de la energía que se produce en el mundo, aunque representa un tercio de toda la energía limpia. “La energía nuclear es parte de la solución al problema del cambio climático”, afirmó.

Con respecto al impacto de la pandemia en el multilateralismo, Grossi observó que cuando “organismos internacionales no se desempeñan de la manera en que ciertos actores dominantes en la escena internacional lo exigen, esto implica una penalización”. Agregó que hoy el trabajo conjunto con otros organismos internacionales choca con obstáculos burocráticos: “El flujo de fondos extraordinarios a través de contribuciones extrapresupuestarias a los organismos genera una competencia malsana”.

Con respecto al desarrollo de la energía nuclear en la pospandemia, Grossi advirtió que aunque existe una narrativa de que está desapareciendo, ocurre “todo lo contrario”. Calculó que China está construyendo 16 reactores, y agregó que Rusia, India y varios países europeos y del Golfo Pérsico también avanzan en esa dirección. “La Argentina tiene tres reactores nucleares, sin los cuales la situación energética sería bastante peor”, dijo, y añadió que Brasil, México y EEUU también desarrollan programas nucleares. “La energía nuclear crece, aunque no va a predominar: rondará el 15% de la energía global”, dijo, y advirtió que no es contraria a las energías renovables sino “muy complementaria”. Acerca de la polémica por los desechos nucleares, dijo que la tecnología necesaria para procesarlos existe y se sabe qué hacer con ellos: “Simplemente hay una cuestión de aceptabilidad social y de debate político”.

Sobre el Tratado de prohibición de armas nucleares que entrará en vigor en 2021, explicó que busca declararlas ilegales y que generó un “fuertísimo rechazo” de los países tenedores. “Este tratado no va a eliminar ni un arma, pero quienes lo apoyan creen que generará una presión mucho mayor sobre los poseedores”, dijo, aunque consideró que un eventual proceso de desarme será “largo”, y que es “dudoso que las armas nucleares desaparezcan por un acuerdo entre países que no las tienen”.

Sobre el sector nuclear argentino, afirmó que es “de excelencia”. Calculó que aporta casi el 11% de la electricidad consumida en el país y precisó que los tres reactores nucleares funcionan “muy bien”. También destacó la capacidad exportadora de energía de la Argentina: “Es única en la región”. Y consideró que el sector nuclear argentino debe avanzar en algunos proyectos importantes, como el desarrollo de reactores medianos.

Acerca del submarino nuclear que desarrolla Brasil, Grossi dijo que mantiene un diálogo excelente con su gobierno y afirmó no tener ningún temor sobre que el proyecto signifique un peligro para la Argentina.

El video completo de la conversación: