Novedades
22/10/2020

Andrew Bacevich participó del ciclo Conversaciones Ditellianas Internacionales

Andrew Bacevich, presidente del Quincy Institute for Responsible Statecraft y profesor emérito de Relaciones Internacionales e Historia en Boston University, participó ayer del ciclo online Conversaciones Ditellianas Internacionales, que organiza la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). La charla, titulada "Estados Unidos y el escenario global pospandemia", fue moderada por Hayley Stevenson, profesora asociada del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales en la UTDT.

“Creo que los futuros historiadores de los Estados Unidos se referirán al período entre 1989 y 2016 como el de la hegemonía global norteamericana. Esta era comienza con la caída del Muro de Berlín, el fin de la Guerra Fría, el colapso de la URSS y el fin del comunismo como amenaza al capitalismo democrático. Esos eventos dejaron a los EEUU como la única superpotencia”, explicó Bacevich, y aclaró que la elite de asuntos exteriores norteamericana de entonces asumió que los EEUU conservarían esa posición para siempre. Algo que, según explicó, no se verificó por un mal uso de su poder militar: “Concluyeron que el propósito del poder militar no se limitaba a defender al país, sino que servía para provocar cambios en el orden internacional”.  

“El 11 de septiembre de 2001 el sistema de seguridad nacional falló en defender los EEUU, y comenzó la llamada guerra global contra el terrorismo”, describió Bacevich, y precisó que entonces la elite de asuntos exteriores no supo identificar cambios importantes en el orden internacional: “El surgimiento de China como superpotencia económica y militar, la declinación de Europa como actor significativo y la emergencia del cambio climático, que muchos norteamericanos consideran una conspiración para limitar a los EEUU”.

“La significación de la victoria de Trump en 2016 es que la elección fue un referéndum sobre las políticas de la posguerra fría y la hegemonía global norteamericana. El referéndum culminó con un sonoro rechazo a los presupuestos de las políticas de posguerra. Poner a Trump en la Casa Blanca fue una expresión de ese repudio”, dijo, y precisó que su slogan de campaña, America first, “no significa nada, y tenemos una política que no es ninguna política: los EEUU no tienen nada que califique como una aproximación coherente de política exterior desde Trump”.  

Con respecto a las elecciones del próximo 3 de noviembre, Bacevich se lamentó de que la política exterior esté fuera de la agenda de debate: “Es un tema del que ni siquiera se habla, no parece ser un factor significativo”. Y consideró que la elección gira en torno a tres asuntos: “Primero, la lucha contra el coronavirus. Luego, la economía: el impacto de cerrar el país en respuesta a la pandemia causó un enorme incremento del desempleo. Uno de los factores que creo que determinará el resultado electoral es quién creen los norteamericanos que tiene más habilidad para restaurar la prosperidad, si Trump o Biden. Por fin, el propio Trump: muchos norteamericanos lo admiran, pero otros tienen como principal motivación sacarlo”.

“Si Biden gana ajustadamente, Trump se negará a aceptar el resultado e insistirá en permanecer en el poder. No dijo que ocurrirá, pero Trump ha dicho cosas que sugieren esa posibilidad”. Alertó Bacevich, y consideró que entonces los EEUU sufrirá una crisis constitucional inédita. “Hasta los militares podrían involucrarse en esa disputa, lo que significaría una catástrofe”, se lamentó.

“Si gana Trump, continuaremos con una política de asuntos exteriores errática e inacción. Si gana Biden, creo que será muy convencional: los infructuosos esfuerzos de Trump por terminar con los involucramientos de EEUU en guerras creo que serán revertidos por Biden y las guerras continuarán. Seguramente tratará de restablecer algunas rupturas entre EEUU y Europa sobre asuntos como la NATO. Pero una de las principales lecciones que dejó el 11 de septiembre es repensar nuestro rol en el mundo. Y no creo que Biden sea la persona para hacerlo”.

“Cada tanto, EEUU descubre que Latinoamérica existe y le prestan alguna atención, como en las revoluciones Cubana o Mexicana. En el presente hay dos asuntos latinoamericanos en la agenda de EEUU. El primero es Venezuela y su crisis, sobre la que ningún político sabe qué hacer. En la década de 1990, probablemente hubiéramos enviado al ejército norteamericano a resolver el asunto. Pero debido a los fracasos de las guerras de Irak y Afganistán, hoy hay más vacilación en intervenir. El otro gran tema es la inmigración y los indocumentados que quieren venir a EEUU. Imagino que una administración de Biden sería menos cruel con ellos. Pero no sé cómo abordará la cuestión”.

El video completo de la conversación puede verse acá: