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21/11/2019

Presentación de Educación y trabajo: cómo se vinculan en el mundo y Argentina

 


El Centro para la Evaluación de Políticas basadas en la Evidencia (CEPE) presentó el 20 de noviembre, junto con la Fundación UOCRA y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), un estudio sobre modelos educativos con opción laboral en el mundo y en Argentina. 

La investigación revisó y analizó experiencias nacionales e internacionales de vinculación entre el sistema educativo formal y el mundo laboral, y otras iniciativas de formación técnico profesional. Su objetivo es alimentar con aprendizajes y casos concretos un debate necesario en un país como el nuestro, en el que el avance y la masificación de las nuevas tecnologías están modificando el mercado laboral.

Frente a una sala llena, la coordinadora general del proyecto que lideró el CEPEVictoria Giarrizzo, destacó que "hay muchas provincias en Argentina que, aunque no tengan una política centralizada, sí tienen experiencias puntuales de las que podemos aprender".En este aprendizaje, explicó, "entendimos que es muy difícil llevar un modelo de vinculación de un lado a otro, sin tener en cuenta las problemáticas y los desafíos de cada institución".

A continuación, Pablo Granovsky de Fundación UOCRA destacó "fractura social que estamos viendo en América Latina"  y sostuvo que "los institutos de integración del mundo del trabajo y el educativo son campos que pueden permitir tratar de otro modo esa fractura social". En ese sentido hizo hincapié en que "hay mucho trabajo sobre formación profesional o sobre educación técnica, pero no así del campo de la educación media y los procesos de vinculación con el mundo laboral".

Dos de los investigadores del proyecto del CEPE, Lucio Cardinale-Lagormasino y Vanesa Verchelli, esta última también de la Fundación UOCRA, explicaron las conclusiones principales y propusieron algunos aprendizajes de cara a la construcción de una articulación en Argentina. 

"En los seis casos internacionales analizados -Alemania, España, Corea del Sur, Brasil. Chile y Colombia-, los aprendizajes ocurren en las aulas y también en los ámbitos de trabajo. En la mayoría de las experiencias, los países ofrecen estas trayectorias en el nivel de secundaria superior, de manera opcional, con una duración de entre uno y tres años, y las empresas pagan las prácticas laborales, a veces a cambio de beneficios", explicó Cardinale-Lagormasino.

Además, destacó que "es necesario una planificación central de política pública", aunque aclaró que "las instituciones deben tener flexibilidad para, en la práctica, tener cierto margen para implementar las articulaciones según sus contextos".

Verchelli coincidió: "Es importante que la escuela tenga la capacidad de vinculación con su propio contexto socio-productivo. Eso requiere un consenso de todos los actores involucrados -el Estado, las escuelas, las empresas, los sindicatos, las comunidades y la sociedad civil- ya que solo así se va poder ofrecer propuestas ricas que generen posibilidades para los jóvenes", explicó la investigadora. "Sin este consenso, las propuestas terminan chocando contra una pared". 

Asimismo, destacó que "el mundo del trabajo cambió y las trayectorias educativas de los jóvenes se volvieron más variadas y, muchas veces, discontinuas. Si el aula es heterogénea, las propuestas deben ser heterogéneas". "Por eso, la necesidad de articular educación y trabajo es urgente. Hay mucho camino recorrido en Argentina y es fundamental tomar aprendizajes de todas estas experiencias y avanzar en un consenso", concluyó.

Pueden acceder a la presentación de la investigación acá 

Pueden acceder a los informes de la investigación acá