El día jueves 28 de junio se realizó el evento “El Peronismo y sus revoluciones inconclusas”, a cargo de Ernesto Semán, profesor de historia en la Universidad de Bergen, Noruega. En el seminario se trató su último libro: Ambassadors of the Working Class: Argentina's International Labor Activists and Cold War Democracy in the Americas (Duke University Press, 2017).

Entre 1946 y 1955, Perón designó unos 500 activistas sindicales en las embajadas argentinas. Se trata de la mayor presencia de la clase obrera en las relaciones exteriores de ningún país en la historia. Desde el secretario de fiestas del sindicato textil de La Rioja hasta activistas metalúrgicos bonaerenses se convirtieron de la noche a la mañana en diplomáticos en Washington, París, Río o Moscú con una misión: promover la idea argentina del estado de bienestar y denunciar el obstáculo que Estados Unidos representaba para los proyectos igualitarios en América Latina. La suerte final de los agregados obreros ilumina los alcances y límites del peronismo y nos permite ver de cerca el zenit de los proyectos populistas durante la guerra fría.