Di Tella en los medios
iEco
4/03/12

Cursos y talleres ayudan a las mujeres a formarse para liderar

CAPACITACION PROGRAMAS UNIVERSITARIOS

Programas para emprendedoras y ejecutivas abordan las problemáticas de género en las organizaciones.

Y a nadie discute la capacidad femenina de liderazgo en las empresas. Sin embargo, la tasa de incorporación de mujeres a puestos directivos en el mundo no alcanza el 5% y en la Argentina la diferencia de salarios con sus pares hombres alcanza el 25%. 

Así, la problemática de la diversidad de géneros tiene en las organizaciones un capítulo particular, con su correlato en el mundo académico. Las universidades abrieron espacios específicos de formación donde las mujeres pueden desplegar sus propias experiencias, crear redes de apoyo y capacitarse. 

"Lo femenino y lo masculino son conceptos culturales, no naturales. 

Pero las mujeres y los varones somos diferentes y lideramos de manera diferente", puntualiza Teresa Genesin, especialista en temas de la mujer y directora de Coaching y Liderazgo en la UB. "Lo importante es que las diferencias no se connoten en forma discriminatoria, inferiorizante", agrega. 

Para Genesin, los nuevos modelos organizacionales que "achatan" la pirámide jerárquica y privilegian el trabajo en equipo "vienen de la mano de las características femeninas". Aunque las definiciones y modelos de liderazgo que abundan en la literatura de negocios valen tanto para hombres como para mujeres, "hay diferencias en el estilo", apunta Emilia Montero, coordinadora de la carrera de Recursos Humanos de la UP. "Saber escuchar y movilizar a la gente, aspectos clave para el liderazgo, suenan más innatos en las mujeres", enfatiza. Por eso, Montero señala que es importante la participación de las mujeres "en foros y redes donde puedan transmitir sus experiencias". 

Por y para mujeres La Universidad Torcuado Di Tella lanzó el año pasado el programa de educación ejecutiva Mujeres y Negocios destinado a mujeres emprendedoras. Además de brindar herramientas para desarrollar los negocios, el curso tiene como objetivo poner a las participantes en contacto con sus pares. "Funciona como grupo de apoyo y soporte", señala Nora Sánchez, su directora académica. 

Aunque las técnicas y metodologías son similares a las de cursos para cualquier tipo de público, la dinámica de trabajo con un conjunto de mujeres es diferente: "Muchas se sienten fuera de su terreno cuando se habla de negocios: no se animan a preguntar, participar y mucho menos a plantear sus proyectos si hay mayoría de varones", dice Sánchez. Al tratarse de una audiencia femenina, "el curso permite a las participantes sentirse cómodas y libres de preguntar y opinar" en igualdad de condiciones. 

En este sentido, la experiencia de Laura Gaidulewicz y Andrea Grobbocopatel, coordinadora académica y directora, respectivamente, del Centro de Liderazgos y Organizaciones en Crecimiento (CLOC) de la UCA, muestra que, en un programa con participantes femeninas, "aparecen problemáticas muy comunes y se genera un clima grupal muy especial". El CLOC organizó, con el Banco Ciudad y la CAME, un Programa Universitario de Profesionalización de Mujeres Empresarias, que este año tendrá su tercera edición. "Una parte estuvo dedicada a trabajar la aplicación de las herramientas de gestión cuando se trata de liderar equipos masculinos o interactuar con clientes hombres", señala Gaidulewicz. 

Además, la propuesta incluía trabajar la problemática de género a partir de experiencias personales. 

"En las participantes aparecía cierta culpa con relación a la familia y la sensación de que todo cuesta más, de que hay que rendir exámen", cuenta Gaidulewicz. Y agrega que también es interesante lo que sucede en los programas de liderazgo responsable, con un público mixto: "Los varones suelen no ver las problemáticas de género porque muchas cuestiones son para ellos naturales", indica la académica. Así como aceptan que haya mujeres en equipos de trabajo, tienen naturalizada la idea de que las jefaturas deben ser masculinas. Además, muchos tienen dificultades para gestionar equipos con mayoría de mujeres. 

En la Escuela de Mandos Medios del Instituto Madero también comenzó el año pasado un programa para mujeres ejecutivas sobre liderazgo. "Realizamos un trabajo de introspección y autodiagnóstico, para conocer las propias cualidades y el balance de la vida personal y laboral", dice Mariavi Hormaechea, organizadora junto con María Eugenia Rodríguez de la propuesta. 

Poder aprovechar las cualidades y escapar a los estereotipos son objetivos de este programa. 

"El techo de cristal es cultural y la formación es clave para mejorar la igualdad de género", dice Brenda Baran, directora en la consultora Michael Page. En el mismo sentido, un estudio de la UAI entre 1.100 mujeres concluyó que la capacitación en liderazgo y gerenciamiento es una alternativa percibida positivamente por las ejecutivas como herramienta para quebrar el techo de cristal.
Gabriela Samela 
ESPECIAL PARA CLARIN
ARCHIVO CLARIN Estilos. Muchas mujeres copian características masculinas para poder crecer.
 
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