Es argentino, tiene 19 años y lo premió la ONU por combatir la pobreza energética en barrios populares
Santiago Eulmesekian, alumno de la Licenciatura en Ciencia Política y Gobierno, fue premiado por Naciones Unidas y por el Gobierno de Italia como Youth4Climate Awardee por un proyecto de energía solar en barrios populares.
En un país con millones sin acceso a energía segura, un joven de 19 años lidera una verdadera transformación. Con "Desenganche", Santiago Eulmesekian ofrece soluciones energéticas sostenibles en barrios vulnerables, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y fomentar el cuidado ambiental en colaboración con la comunidad.
A sus 19 años, Santiago Eulmesekian, activista de Jóvenes por el Clima Argentina y estudiante de Ciencia Política en la Universidad Torcuato Di Tella, se convirtió en un referente en la lucha contra la pobreza energética en barrios populares de Buenos Aires.
Su proyecto "Desenganche" implementa soluciones sostenibles a través de paneles solares, contribuye a mejorar la calidad de vida en comunidades vulnerables y reduce el impacto ambiental en zonas donde el acceso a la energía es precario.
Santiago, quien recientemente fue premiado por Naciones Unidas y el Gobierno de Italia con el galardón Youth4Climate Awardee, comenzó a desarrollar esta iniciativa a los 17 años durante un campamento de proyectos ambientales organizado por Tekohá.
Movido por la problemática de la pobreza energética, Eulmesekian vio en la energía solar una herramienta para enfrentar las desigualdades en el acceso a servicios básicos. En colaboración con un equipo de Jóvenes por el Clima Argentina y el apoyo de líderes comunitarios como María Elizabeth Fernández y el Padre Nacho Bagattini, dio inicio a la implementación del proyecto en el barrio Saldías, ubicado en la ciudad de Buenos Aires junto al Barrio Mugica.
Un proyecto que transforma vidas
El equipo no solo se limitó a instalar paneles solares, sino que trabajó en actividades educativas dirigidas a niños y en la organización de reuniones vecinales para abordar los desafíos ambientales y energéticos del barrio. Santiago y sus compañeros organizaron charlas informativas en las que explicaron cómo mejorar la eficiencia y seguridad energética en los hogares, así como encuentros comunitarios para planificar acciones de mejora del entorno.
El próximo 23 de noviembre será una fecha inolvidable para todos aquellos que vieron nacer este proyecto y también para el barrio Saldías, ya que se instalarán cuatro paneles solares en el centro comunitario, un espacio esencial para las actividades locales. Esta instalación permitirá al barrio producir el doble de la energía que consume, eliminar la conexión informal existente y generar ingresos a partir de la venta de electricidad a la red.
"Este premio no solo nos reconoce a nosotros, sino también a la importancia de destinar recursos a los barrios populares y a la mejora de las condiciones energéticas de las familias que viven en ellos", destacó.
Una fábrica para el futuro
Gracias al apoyo recibido, Santiago no se detiene en el alcance inicial de su proyecto. Con los recursos otorgados por Naciones Unidas e Italia, planea establecer una fábrica-cooperativa para la producción de termotanques solares, un emprendimiento que aportará energía limpia y brindará empleo a residentes de barrios populares.
El trabajo de Santiago fue recientemente presentado en el Youth4Climate Flagship Event en Turín, Italia, donde compartió su experiencia y conectó con otros jóvenes que impulsan proyectos similares alrededor del mundo.
El contexto de la pobreza energética en Argentina
En Argentina, el acceso seguro y formal a la energía es un desafío en los barrios populares. Según el Registro Nacional de Barrios Populares de 2023, más de cinco millones de personas viven en estas comunidades, de las cuales el 68% carece de un suministro eléctrico formal.
Esta situación impulsó el uso de conexiones informales que presentan graves riesgos, desde la pérdida de electrodomésticos hasta lesiones por electrocución e incendios. Además, el aumento de las inundaciones y el incremento en la demanda energética durante las olas de calor, ambos fenómenos vinculados al cambio climático, complican aún más el panorama.
El acceso a energía de calidad y sostenible es una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 7) de las Naciones Unidas, que postulan la necesidad de garantizar este derecho básico para todos. Sin embargo, el costo elevado de la energía de red representa un obstáculo considerable para muchas familias que ya enfrentan desafíos económicos.
Con proyectos como "Desenganche", Santiago y su equipo generan soluciones inmediatas y muestran cómo la juventud puede ser una fuerza de cambio en la sociedad.
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