Di Tella en los medios
Educua
11/11/21

Marta Minujín recibió el grado de Doctora Honoris Causa por la Universidad Torcuato Di Tella

La UTDT concedió a Marta Minujín el grado de Doctora Honoris Causa por sus contribuciones al arte contemporáneo.



El presidente del Consejo de Dirección de la UTDT , Carlos Franck, explicó que el Consejo Académico de la Universidad aprobó por unanimidad la designación ante una iniciativa del Departamento de Arte. “Con sus colchones, sus colores, su Menesunda y sus happenings, Minujín nos acercó a tantos al arte”, celebró Franck.

Carlos Huffmann, director del Departamento de Arte y padrino del reconocimiento, pronunció la laudatio de la artista. “En los últimos diez años, Minujín alcanzó la cumbre de la legitimación y la visibilidad, a través su inclusión en eventos como la documenta 14 de Kassel, cuya obra central fue el ‘Partenón de libros’”. Y añadió: “En sus más de 60 años de carrera, su práctica artística redefinió el arte conceptual para incorporar la alegría de las celebraciones populares como un tipo de validación estética en sí misma”.

“Obras como ‘La Menesunda’ y ‘Simultaneidad en simultaneidad’ fueron protagónicas del grupo de sucesos que definieron el carácter internacional, vanguardista y radical del Instituto Torcuato Di Tella (ITDT), en la década del 60”, dijo Huffmann, y explicó que Minujín “trabajó siempre al filo de las tendencias globales discursivas, adaptándolas a su propia realidad material y cultural. Con su trabajo en el campo de los happenings quedó inscripta en la historia como precursora de la performance”. Además consideró que “con sus estrambóticos y provocativos happenings supo conmocionar la sensibilidad de su tiempo y visibilizar los aspectos más prejuiciosos y conservadores de la sociedad argentina de los 60”.

“Marta le aportó al arte pop el espíritu de ‘lo popular’ como es entendido en la Argentina: una feroz búsqueda de interpelar a las masas, de generar la fiesta y el disfrute en los participantes.”, dijo Huffmann. “‘La Menesunda’ y ‘El batacazo’ fueron intrincadas ambientaciones recorribles que sumergían al espectador en un caleidoscopio vertiginoso de nuevas experiencias que nos hablaban del consumo y una cotidianeidad vibrante y moderna”, agregó, y recordó que obras como “Importación-exportación” (1968), “El pago de la deuda externa con choclos” (1985), “El pago de la deuda externa griega con aceitunas” (2017) muestran el interés de la artista por pensar los grandes flujos internacionales y su impacto en la vida de las personas. “Con su obra, anticipó y revolucionó la práctica artística desafiando los límites de lo que cada década consideró un corral razonable para el buen gusto y la sofisticación en el arte”, finalizó.

Antes de entregar a la artista el título de Doctorado Honoris Causa, el rector Juan José Cruces enumeró algunas cualidades de Minujín: “Irreverencia, ambición de logros extraordinarios, de atreverse a más, optimismo, empeño, innovación”. Y explicó que la designación busca “rescatar la ambición representativa del ITDT y de un época en que la Argentina tenía una ambición con más vigor”.

Minujín agradeció el título y expresó: “Siempre consideré que el arte estaba por arriba de la política. Porque los artistas pueden ver el futuro y marcan un camino de creatividad. Cada persona es creadora. El tema es que hay que darse cuenta de que uno es un creador, y tener la fuerza de llevarlo a cabo”.

Luego se refirió a las dificultades que deben enfrentar los artistas, y en especial las mujeres: “Cuando llegué a Nueva York, las mujeres estaban prohibidas en el Museo Whitney. Y yo ayudé ahí a ‘piquetear en la puerta’. Pienso que el genio no tiene sexo, está en el aire”. Y recordó: “También hay que haber vivido tres años sin baño ni calefacción en París, y en Nueva York dormir en el piso y durante cuatro años no tener casi para comer. Fueron años tremendos. Pero era el arte o la vida. Yo no podía vivir sin hacer otra cosa que esto. Era morir o crear”.

“El arte está por encima en el sentido de que no hay un imposible. Si uno lo piensa, lo imposible se hace posible. Tal es así que pude hacer esas inmensas obras, que si bien no son económicamente redituables, siempre se contagian de mí algunas personas que pueden financiarlas, como el ITDT”.

En el cierre de la ceremonia, Huffmann conversó con Minujín, a quien consultó sobre en qué aspectos de la vida cotidiana reparaba para palpar el espíritu de la época. “Ahora escucho todo el día noticias del mundo”, explicó, y recordó que inicialmente ponía música clásica y en los 60 a Los Beatles, y vinculó su interés por la actualidad con el proceso de globalización. Interrogada sobre la búsqueda de cercanía con el público, dijo: “Siempre me gustó trabajar con los iletrados. Siempre la gente me interesó como sujeto; toda la gente, la masa. En ese sentido me conecto más con los músicos de rock que con los artistas plásticos, que son más elitistas, mientras que el músico quiere contagiar a la gente”.

El encuentro convocó a autoridades nacionales, autoridades de la Universidad, profesores, graduados, familiares de la artista y miembros de la comunidad artística, entre los que se destacaron: Tristán Bauer, Guillermo Kuitca, Leandro Erlich, Mónica Giron, Gachi Gasper, Cynthia Cohen, Martín Legón, Eduardo Navarro, Jacques Bedel, Diego Bianchi, Carlos Herrera, Adriana Rosenberg, Rodrigo Alonso, Adriana Hidalgo, Facundo Gómez Minujín, Érica Roberts, Esteban Tedesco, Jimena Ferreiro, Javier Villa, Mindy Lahitte, Leopol Mones Cazón, María Casado, Nahuel Ortiz Vidal, Gustavo Teller, Paula Di Tella, Rafael Di Tella, Cecilia Szperling, Juan Gabriel Tokatlian, Ernesto Schargrodsky, Bernardo Kosacoff y Fernando Navajas.