Di Tella en los medios
La Nación
19/07/21

El glamour de la ignorancia

Por Andrés Hatum

El profesor del MBA y Executive MBA escribió sobre la presencia de líderes soberbios en el oficialismo.


"Los poderosos van a ser más poderosos"

Hay errores del kirchnerismo y el albertismo que pareciera que no pueden evitar: los de la soberbia. Esos errores terminan en el fracaso de lo que quieran organizar y en la contradicción: lo que decían antes termina en lo contrario después. Así sucedió con la vacuna Pfizer, demonizada, y a la que, luego de más de cien mil muertos se le abre la puerta por decreto, ya que la ley no puede ser modificada por los mismos kirchneristas que impiden los cambios necesarios para que entren esa vacuna y otras tantas. La ideología tiene cara de negligencia.

En un acto en Lomas de Zamora, Cristina Kirchner ensalzó su programa dilecto, Conectar Igualdad, poniendo el ejemplo de L-Gante (“Elegant” para la señora Fernández de Kirchner): dijo que, gracias a una computadora del programa y un micrófono de mil pesos, este ídolo popular había podido hacerse famoso y tuvo un tema con millones de reproducciones. L-Gante salió humildemente a decir que esa computadora no se la había dado el Estado, sino que se la vendió alguien en el mercado negro porque en el colegio no la usaban. “No hay que recibir cosas así porque sí. La gente que me vendió la computadora así es porque no le dio uso. A mí me gustaría que la persona que recibió eso lo use”, sentenció el rapero, el mismo que tuvo que abandonar el colegio a temprana edad y vivía solo con su mamá.

Alguien había recibido la computadora y la vendió en el mercado negro. No la necesitaba: había dejado el colegio. Alguien del 43% de personas pobres que, por ejemplo, en 2019 no terminaron el colegio. La post pandemia no debe augurar mejores números. Me pregunto si estos datos los recibió la expresidente. O es mejor ignorarlos en el medio de la campaña electoral. No son favorables para el Gobierno.

Más allá de los méritos propios de L-Gante y de su camino al estrellato, no estoy seguro de que sea el mejor ejemplo que un político debería poner como rumbo a seguir. No porque el músico no se lo merezca, sino porque hay ejemplos más valiosos e igualmente sacrificados. Pero claro, L-Gante tiene el glamour de la fama que a los políticos les encanta. Si la señora expresidente hubiera visto y escuchado alguno de los videos del cantante, se habría percatado de que puede llegar a ir en contra de lo que ella misma y su agrupación pregonan: evitar que la mujer sea un objeto. En el video del tema “RKT” uno de los más famosos del artista, las colas femeninas pululan al mejor estilo de los viejos almanaques de gomería, y partes de la letra son una afrenta a lo que el Ministerio de la Mujeres, Género y Diversidad supuestamente defiende.

Me pregunto si la historia de Cristian que retrató Nicolás Cassese en este diario no es un mejor ejemplo, no solo del esfuerzo, sino de las necesidades insatisfechas de la educación actual. Sentado bajo una chapa que apenas lo protege de la lluvia que azota la villa La Cava, en Fiorito, Cristian de 12 años se concentra para cumplir la consigna que le llegó a su mamá por WhatsApp. O Alexis, el nene de 10, en Córdoba, que convirtió un auto en un aula virtual con internet prestado de una vecina para poder estudiar, ya que su familia no tiene conexión a la red y por la pandemia atraviesa una difícil situación económica. Y miles de historias de gente sacrificada que quiere estudiar a pesar de todo.

Tal vez el problema sea que estas personas son seres anónimos que representan el fracaso del Estado y el sistema educativo que dejó en sus casas a millones de chicos varados en su necesidad de saber, y en soledad. Muchos son chicos pobres que quieren y necesitan estudiar para tener oportunidades en este país donde las mismas escasean. No son famosos, no tienen glamour, no los conoce nadie. En definitiva, no les sirven a los políticos.

PhD, profesor de la UTDT y autor de Infierno: líderes y organizaciones que matan


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