Di Tella en los medios
Clarin.com
1/05/21

La gran omisión del debate público sobre el trabajo

Por Darío Judzik

El profesor de la Licenciatura en Economía y la carrera de Abogacía, y director del área de Formación Ejecutiva en Políticas Públicas (FEPP), describió el estado del mercado de trabajo en la Argentina.


Ilustración: Daniel Roldán

En este 1° de mayo, Día Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras, en medio de una pandemia internacional que ya dura más de un año, vale la pena detenerse un momento y preguntarse quiénes son trabajadores/as, y qué entendemos por empleo.

En la primera mitad del siglo XX, cuando comenzaron los debates sobre el rol de la legislación laboral y los sindicatos, los trabajadores eran mayoritariamente personas asalariadas, con con un lugar de trabajo, tareas específicas, horarios que cumplir, y una remuneración fija. Las vacaciones, licencias, indemnizaciones, aguinaldo o regulación de las remuneraciones estaban en el centro de la escena.

Hoy muchos de estos debates continúan. Los aumentos salariales producto de la negociación colectiva en un contexto inflacionario y cuestiones como el lugar de trabajo (y los pormenores del llamado teletrabajo) son algunos de los principales motivos de la crispación registrada trimestralmente por el Índice de Conflictividad Laboral del CEPE- UTDT .

Pero son debates que afectan casi exclusivamente a las personas empleadas en relación de dependencia formal. En Argentina hablamos de la evolución del salario real tomando sólo el aumento negociado por convenio, debatimos sobre el teletrabajo y el derecho al descanso, o inclusive como política laboral se reglamenta la prohibición del despido o la doble indemnización. Los grandes ejes de la agenda laboral argentina están incurriendo en una severa omisión.

Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del tercer trimestre del 2020, sólo el 29% de la fuerza laboral es asalariada formal en el sector privado. En conjunto con el sector público, los asalariados registrados conforman el 46% de la fuerza laboral, menos de la mitad de las personas que podríamos pensar como trabajadores.

El 26% de los trabajadores en Argentina son autónomos. Este grupo alberga tanto profesionales (15%) como trabajadores independientes vulnerables de baja formación (11%). Los asalariados informales (o no registrados) son el 18% de la fuerza laboral, y la desocupación alcanza al 10% de la misma.

Nótese que entre desocupados, informales y autónomos vulnerables estamos hablando de 39% de la fuerza laboral. Este 39% es un grupo del cual no se habla lo suficiente.

En el futuro es esperable que estas tendencias aumenten. La pandemia vino a acelerar algunos procesos en favor del trabajo a distancia a la vez que pone de manifiesto la necesidad urgente de repensar algunas reglas hasta ahora rígidas e intocables de las relaciones laborales.

Aferrarse con uñas y dientes a la forma tradicional de empleo asalariado registrado y en consecuencia regular con tanto énfasis la realidad laboral de menos de la mitad de los trabajadores es una mirada miope y cortoplacista. Recordemos este 1° de mayo al 39% de trabajadores vulnerables del que no se habla tanto y para el cual no se trabaja -valga la redundancia- lo suficiente.

Darío Judzik es Director del programa de Futuro del Trabajo e Inclusión Laboral del CEPE (Centro de Evaluación de Políticas Basadas en la Evidencia) y profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella.