Di Tella en los medios
La Nacion.com
16/09/20

Para los economistas. Las medidas del Central son otra mala señal para las empresas

Por Sofía Terrile y Sofía Diamante

Federico Furiase, profesor de la Escuela de Negocios, opinó sobre los efectos de las nuevas disposiciones cambiarias dictadas por el Banco Central.

Aseguran que el cambio de reglas de juego de un día para el otro desincentiva la operación de las empresas

Aseguran que el cambio de reglas de juego de un día para el otro desincentiva la operación de las empresas. Fuente: Archivo

"Después nos preguntamos por qué las empresas se van del país: ¿quién puede hacer negocios si le cambian las reglas de un día para el otro?", dijo Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina, para analizar las medidas que anunció el Banco Central (BCRA). La más preocupante, según los analistas económicos, es la imposibilidad de venderles a las empresas los dólares necesarios para que cancelen sus deudas, lo que las obliga a reestructurar sus obligaciones, a comprar los dólares por otros mercados o a entrar en default.

Según lo que dispuso la entidad que preside Miguel Pesce, el Banco Central solo les venderá a las compañías los dólares equivalentes al 40% de la deuda a cancelar. Una medida que rige en principio hasta fin de año, pero que no se descarta que se pueda extender.

"Hay una corrida silenciosa, porque el BCRA está vendiendo reservas todos los días. Había que frenarla de alguna manera, pero la forma de hacerlo fue trasladándoles el problema a las empresas y de forma generalizada, ya que se las obliga a pedir más pesos para cancelar su deuda, porque una parte la adquirirán en el mercado oficial, pero la mayor parte la tienen que sacar de su bolsillo o reestructurar, que no es fácil. Me parece una decisión muy violenta, porque las empresas ya están sufriendo mucho por la pandemia; además, son las que sacarán la economía adelante el año próximo", dijo Sigaut Gravina.

Esteban Domecq, director de Invecq, indicó que el equipo económico confiaba en que la brecha cambiaria se reduciría cuando mejore la confianza producto de la reestructuración de la deuda. "Eso no sucedió y, para peor, el drenaje de reservas se fue profundizando y en el año acumula una pérdida de US$6000 millones de activos netos", comentó.

"Sin consistencia macroeconómico, convergencia fiscal, programa financiero y monetario que resuelva el desequilibrio macroeconómico, estos mayores controles cambiarios se pagan con más brecha. La señal es negativa por tres motivos: no corrige el desequilibrio macroeconómico, con lo cual la presión seguirá en aumento; el mercado cambiario sigue con el desdoblamiento múltiple con brecha cambiaria haciéndose cargo del desorden, por ende, nadie sabe cuánto vale el dólar en la Argentina, y el mercado de cambios seguirá distorsionado y eso trae efectos negativos sobre el comercio exterior", agregó.

Con estas medidas, si bien no saldrán dólares al exterior, tampoco ingresarán, aseguran los analistas. "La pregunta para hacerse en el mediano plazo es qué empresa va a endeudarse o va a hacer una colocación en dólares o va a pedirle fondos a su casa matriz: este tipo de medidas hacen que no te ingrese un dólar más", proyectó María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos.

"Son medidas de un gobierno que no quiere que explote una bomba y no de uno que está arrancando", suma la economista. El problema de fondo, dice, es la desconfianza: "Se buscaba generar un cambio con el anuncio de reestructuración de la deuda, pero lamentablemente no alcanzó", añade.

Federico Furiase, economista del estudio EcoGo, dijo que la idea del Gobierno "es no devaluar, no perder reservas y no desdoblar a costa de más restricciones cambiarias y ruido en las señales de inversión".

"De corto plazo pueden ganar tiempo en el manejo del dólar oficial, para mantener el ritmo del crawling peg [devaluaciones pequeñas] y baja la presión sobre las reservas y la brecha, pero de largo no es sostenible si no hay un shock de credibilidad fiscal y un cambio en el carácter de la política", agregó.

Finalmente, Federico Marull, de la consultora homónima, dijo que el impuesto para adquirir el dólar oficial sube a 65%. "Esto le pone un piso de $130 al MEP y a los dólares alternativos. Lo único que hace esta medida es incentivar más la compra de dólares, porque esta situación termina con una devaluación, como pasó siempre en la historia argentina. Solo se retrasa lo que ya se espera", comentó.

Además, coincidió en que lo más grave de las medidas anunciadas es que se les está forzando a las empresas a buscar financiamiento por su cuenta. "Se sale de un default, pero se empuja al sector privado a entrar en default. Algunas empresas están más cubiertas que otras, pero las más chiquitas van a sufrir. Esto también complica a empresas como IRSA, Banco Hipotecario y la misma YPF, que tienen en el corto plazo vencimientos en dólares", concluyó.