Di Tella en los medios
Clarín
9/08/20

¿Tendremos un Estado distinto después de la pandemia?

Por Iván Petrella

El profesor visitante de la Escuela de Negocios planteó algunos interrogantes que considera indispensable despejar para fortalecer al Estado pospandemia y crecer de manera sostenida.



El eslogan de moda del Gobierno es “el Estado te cuida” y no se puede dudar que a raíz de la pandemia en muchas partes del mundo se vuelve a valorar el rol del Estado. ¿Surge un Estado distinto después de Covid-19? Hay quienes piensan que sí. Sin embargo, en el caso argentino por lo menos, me parece que la respuesta a esta pregunta es que el Estado pos-pandemia casi con certeza va ser igual al de antes de la pandemia. Y no es un dato alentador.

Ubiquemos la pregunta en un contexto más amplio. Para empezar, desde la vuelta a la democracia, el promedio de pobreza en nuestro país es de 36%. El promedio de inflación, excluyendo las hiperinflaciones, es de 68% y el promedio de desempleo es de 11%.

Nuestro producto bruto interno cae en 15 de los últimos 36 años y alrededor del 50% de la población no se recibe del secundario a término (este número educativo seguramente va a empeorar por el efecto de abandono escolar de la pandemia). Carecemos de moneda y de mercado de capitales y no hemos logrado desarrollarnos. Da la sensación que vivimos de crisis en crisis.

Si bien el Estado no es el único culpable de esta situación, sería intelectualmente deshonesto no reconocer que sí es uno de los principales. Desde esta óptica, entonces, la clave es tener una discusión seria sobre cómo el Estado argentino ha contribuido y contribuye a estos resultados y a este escenario.

Se me ocurren, por ejemplo, las siguientes preguntas: ¿Aceptaremos que sin estabilidad macroeconómica no se logrará crecer de manera sostenida?

¿Reconoceremos que el déficit fiscal requiere de financiamiento y que solo hay tres opciones: aumentar impuestos, tomar deuda, o impuesto inflacionario vía emisión?

¿Nos animaremos a remarcar que la nuestra es una de las economías más cerradas del mundo? ¿Estaremos dispuestos a confesar que la gran mayoría de las importaciones son insumos para la producción y no bienes de consumo que compiten con el mercado local?

¿Tendremos el coraje de reconocer que tenemos leyes laborales que excluyen al tercio de trabajadores informales y a las generaciones más jóvenes que no consiguen empleo en gran parte gracias a ellas?

¿Pondremos sobre la mesa el hecho de que en un país donde alrededor de la mitad de los menores de 14 años son pobres el presupuesto nacional prioriza derogaciones a adultos mayores? ¿Se podrá decir que falta digitalización, llegada al territorio, transparencia y eficacia en el gasto, profesionalización de la burocracia?

Estos son algunos pocos interrogantes, entre muchos otros, posibles. Cabe resaltar que todo lo anterior hay que reconocerlo no solamente a nivel del Estado nacional sino también a nivel provincial y municipal.

Mientras no estemos dispuestos a discutir estas y otras cosas, el Estado pos-pandemia será bastante igual al de antes de la pandemia. Los resultados de su gestión también. En otras crisis dejamos pasar la oportunidad de tener estas conversaciones que, sin duda, son difíciles. No repitamos ese error.

Iván Petrella es Doctor en Relaciones Internacionales, Universidad de Harvard. Ex director de Argentina 2030

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