Di Tella en los medios
América TV
27/07/20

María Juliana Leone: “En el confinamiento hay menos claves externas, temporales y lumínicas que pongan en hora al reloj biológico”

Por Antonio Laje, María Belén Ludueña y Fernando Carolei

La integrante del Laboratorio de Neurociencia explicó en el programa “Buenos Días, América” las modificaciones que el confinamiento por la pandemia causó en el reloj biológico de las personas.


María Juliana Leone, integrante del Laboratorio de Neurociencia, fue entrevistada en el programa “Buenos Días América” sobre las modificacione scausadas por la cuarentena en el reloj biológico de las personas. La investigadora describió el proyecto en el que trabaja, una encuesta de 41 preguntas que busca obtener datos de distintos tipos de hábitos incluyendo el sueño y nuestros ritmos de actividad reposo. 

“Básicamente lo que nosotros les devolvemos [a los que realizan la encuesta] es el cronotipo, que es un indicador del horario interno de cada uno de nosotros”, dijo, y agregó: “Además de eso nosotros obtenemos otros resultados relacionados con distintas variables relacionadas con el sueño que lleva un tiempo más largo de análisis y justamente por eso no damos ese resultado”.

Leone explicó que el reloj biológico “está en una estructura del cerebro que se llama núcleo supraquiasmático, que básicamente controla nuestros ritmos diarios, circadianos”. Luego explicó: “Nosotros tenemos variaciones en nuestro funcionamiento y comportamiento a lo largo del día y este reloj es la estructura que lo controla. Tiene la particularidad que se pone en hora por claves temporales –nuestras actividades cotidianas por ejemplo– pero también y sobre todo por la luz solar y la luz artificial también”.

Consultada sobre la relación de nuestro reloj con los cambios de horario durante los fines de semana, la investigadora remarcó que esto es un problema llamado jet lag social: “Nosotros, en general, en los fines de semana tenemos horarios más flexibles y durante los días de semana uno tiene que cumplir con horarios de trabajo o escolares. Esa diferencia es lo que se denomina jet lag social y lo que muestra es que el reloj interno está tratando de ponerse en hora con estos horarios externos y no lo termina de lograr”. Y recomendó: “Lo importante es tratar de mantener los horarios consistentes, que sean los mismos a lo largo de la semana pero además que estén en relación a nuestro horario interno”.

Respecto al estudio, Leone contó que su objetivo es “primero, estudiar cómo están nuestros ritmos de actividad-reposo –nuestro sueño, la calidad, la duración y los horarios– en estas condiciones de confinamiento”.  También explicó que por el confinamiento mucha gente está en sus casas y eso provoca que "se exponga menos a la luz artificial, que los horarios sean más flexibles, y entonces hay menos claves externas temporales y lumínicas que pongan en hora este reloj biológico”. La hipótesis del trabajo sería, entonces, que “nuestros ritmos están de alguna manera menos robustos y eso va a afectar a largo plazo y podría afectar a nuestro rendimiento cognitivo, a nuestra calidad de sueño y a nuestra salud”. 

El estudio también busca dar recomendaciones a partir del cuestionario a través de una aplicación de celular a la que cualquiera podrá acceder y “obtener estas recomendaciones personalizadas para tratar de mitigar esos efectos adversos exponiéndose a la luz artificial si no hay luz solar en determinados horarios, haciendo actividad física en otros, tratando de regular esos los horarios de sus actividades para mitigar esos efectos adversos”. El cuestionario se encuentra disponible en www.mirelojinterno.org

La entrevista completa acá:


Publicado en: Buenos Días América
Link: https://www.youtube.com/watch?v=th9kgAueGmg&feature=youtu.be