Di Tella en los medios
Grupo La Provincia
8/05/20

La Cámara Electoral organizó un seminario virtual para analizar el primer debate presidencial

La Universidad Torcuato Di Tella participó del seminario virtual de la Cámara Nacional Electoral representada por Ernesto Schargrodsky, profesor investigador y director del Centro de Investigación en Finanzas, y Rafael Di Tella, miembro del Consejo de Dirección. El objetivo era la presentación de trabajos de investigación realizados por equipos de distintas universidades.

La Cámara Nacional Electoral organizó hoy un seminario virtual en el que presentaron tres trabajos de investigación realizados por equipos de la Universidad de Buenos Aires, la Torcuato Di Tella y del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), en el que se evaluó el impacto que el primer debate presidencial y obligatorio tuvo sobre el electorado.

El vicepresidente de la Cámara Nacional Electoral, juez Alberto Dalla Via junto a su par Santiago Corcuera tuvieron a cargo la apertura del seminario titulado "Evaluación del primer debate presidencial obligatorio y su implementación", mientras que Julia Pomares (CIPPEC), moderó la charla de más de dos horas.

Las exposiciones estuvieron a cargo de los investigadores María Belén Abdala (CIPPEC) y Ana Iparraguirre (Dinamys Consulting); Ernesto Schargrodsky (Di Tella) y Rafael Di Tella (Di Tella) y Daniela Barbieri (UBA) y Augusto Reina (UBA).

Con distintas modalidades de trabajo de campo y análisis, los tres trabajos coincidieron en señalar la importancia que del debate tuvo para el electorado y la pantalla que le posibilitó a las terceras fuerzas a la hora de dar a conocer sus propuestas y candidatos.

Schargrodsky explicó que se enfocaron en analizar "el efecto del debate más allá del debate" y el impacto de "las redes sociales en la polarización".

El estudio se centró en el primer debate, realizado el 13 de octubre en Santa Fe para lo cual convocaron a la sede de la Torcuato Di Tella a 700 personas, de las cuáles 447 eran tuiteros y el resto carecía de esta condición.

A los tuiteros, a su vez, se los subdividió en tres grupos: los que vieron el debate electoral sin celular, los que lo hicieron con celular y tenían la posibilidad de utilizar o no las redes sociales y a los que les pidieron que miren una cuenta de mensajes que ellos habían creado y les pidieron que envíen tuits.

Además de un cuestionario en el que relevaron desde la edad, género, posición social y uso de teléfono y redes entre otras, les tomaron una gota de saliva para medir el nivel de cortizol "que permite establecer el nivel de stress".

Entre las conclusiones del trabajo destacaron que "el debate parece haber ganado más cambios de voto entre los votantes no tuiteros", que quienes participaban en las redes siguiendo distintas fuerzas políticas (no segregados) y los que sólo siguen a un partido (segregados) "los niveles de polarización fueron distintos, siendo los segregados los más polarizados".

En cuanto a la elección del voto, del trabajo se desprendió que "el 15% de los votantes reforzó su voto recién terminado el debate".

Uno de los puntos destacados fue "el electrocardiograma de la grieta", un gráfico de curvas similar a los de los electros en el que se graficaba la valoración que el electorado tenía de los dos candidatos principales, el ex presidente Mauricio Macri y el actual presidente (entonces candidato opositor) Alberto Fernández.

"La valoración se dio en espejo, es decir que los puntos de valoración más positivos de Macri eran los más negativos de Fernández y viceversa".

Los investigadores de la UBA sostuvieron que el debate genera "ganancias congnitivas" y genera "variación en el nivel de imágen de los candidatos al tiempo que permite conocer las ofertas políticas" y da "horizontalidad de oferta porque da conocimiento a los candidatos de las terceras fuerzas", dijo Barbieri.

En tanto Ana Iparaguirre y Belen Abdala (CIPPEC) coincidieron en que en el electorado "no existe sordera más allá de la polarización" y destacaron que los debates "son una buena plataforma para los partidos más chicos" y que en determinados momentos los candidatos "lograron quebrar la curva de la polarización"..

Con respecto a la conducta del electorado a la hora de modificar o no su voto tras el debate, las investigadoras expusieron que "el 12 por ciento de los electores sí cambiaron de opinión tras el debate, aunque no fue unidireccional" y que "los que cambian su voto tras el debate son los indecisos o quienes van a votar a las terceras fuerzas o fuerzas más chicas con excepción de la Izquierda", explicó Abdala. (Télam)

Publicado en: Política
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