Di Tella en los medios
Clarin.com
17/04/20

Una nueva era de cooperación global: el G20 ante la pandemia

Por Martín Hevia

El decano de la Escuela de Derecho habló de la necesidad de una respuesta robusta, coordinada y global basada en la equidad y los derechos humanos universales, para lidiar con la pandemia del coronavirus. Además, remarcó la necesidad de que esta iniciativa sea sensible a las necesidades de los países con poblaciones vulnerables previas al COVID-19.


NUEVA YORK (NY, EEUU), 26/03/2020.- Fotografía cedida por la ONU donde aparece su secretario general, António Guterres (i, abajo), mientras participa en la cumbre virtual de Líderes del Grupo de los Veinte (G20) sobre la pandemia Covid-19 este jueves en la sede del organismo. Foto EFE

La cooperación global como respuesta ante la pandemia del COVID-19 puede comenzar una nueva era de colaboración global y nos puede acercar más y más a un mundo que respete la dignidad de cada persona por igual.

Deben destacarse los esfuerzos de los gobiernos que, incluso enfrentándose a esta crisis en sus países, han ofrecido su apoyo a otros. Sin embargo, dada la escala de la pandemia y la necesidad que existe a nivel global para aquellos que son más vulnerables -como las personas que viven en riesgo de pobreza, personas con discapacidades, adultos mayores, refugiados, personas geográficamente desplazadas y migrantes-, necesitamos una respuesta robusta, coordinada y global, basada en la equidad, los derechos humanos universales y sensible a las necesidades de los países que tenían sistemas sanitarios precarios y poblaciones en situación de vulnerabilidad incluso antes de COVID-19.

Un conjunto de organizaciones de la sociedad civil, activistas, académicas y académicos presentamos una carta haciendo un llamado urgente a gobernantes del G20 para coordinar una respuesta de forma global, utilizando el liderazgo de sus gobiernos y trabajando de la mano de la sociedad civil organizada y organizaciones internacionales. A continuación, se describen los seis puntos centrales del llamado.

Los gobiernos del G20 pueden asegurar la provisión de fondos que sean suficientes para satisfacer las necesidades sociales, económicas y de salud urgentes de los países de ingresos bajos y las poblaciones más vulnerables, tal como se pidió en la carta del 6 de abril del año en curso que les fue enviada por Gordon Brown y 164 otros líderes globales.

En línea con el pedido del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, los países del G20 pueden suspender las deudas de los países de ingresos más bajos e incrementar el alivio de deudas existentes de acuerdo con la iniciativa de Países Pobres Severamente Endeudados. Estos países necesitan tener recursos disponibles para responder a la pandemia de COVID-19.

Los países del G2O pueden maximizar el suministro y la porción de recursos globales de forma equitativa y en base a la necesidad. Para cumplir con este objetivo, en primer lugar, los países del G20 pueden compartir la información y propiedad intelectual necesaria para manufacturar tecnologías para prevenir, detectar, controlar, y tratar el COVID-19 y asegurar que éstas sean de fácil acceso a través de licencias con precios asequibles -como propone el gobierno de Costa Rica-. A su vez, pueden trabajar con la OMS en dos dimensiones. En primer lugar, apoyando el desarrollo de un fondo de conocimiento y tecnología. En segundo lugar, pueden implementar su compromiso del 26 de marzo de este año para asegurar que los suministros médicos estén disponibles y que tengan precios asequibles para aquellos que tienen las necesidades más grandes, apoyando a la OMS en el desarrollo de guías y plataformas para determinar dónde se necesitan los suministros e insumos.

Una vez desarrolladas terapias y medicinas para combatir el COVID-19, los países del G20 pueden comprometerse a distribuirlas de forma equitativa y en base a los principios de equidad, necesidad y gratuidad y no en base al lugar donde fueron producidas o en la capacidad de pago, trabajando con la OMS para desarrollar un plan global de producción y distribución de la vacuna de COVID-19. Además, el G20 puede financiar a la Coalición para la Innovación y Preparación para las Epidemias para el desarrollo de la vacuna y requerir que cualquier vacuna desarrollada con financiamiento público se haga disponible a gobiernos y a la comunidad internacional a precios asequibles.

Para llegar a los más necesitados y responder a las necesidades humanitarias que existen en la actualidad, los países del G2O pueden eliminar controles para exportar suministros y equipamiento médico y revisar planes de restricciones de viaje a trabajadores humanitarios y prestadores de salud que limiten la respuesta al COVID-19 en países sujetos a bloqueos económicos.

Los países del G2O pueden proteger a las personas que no son protegidas por sus propios gobiernos, tales como refugiados, personas internamente desplazadas, aquellos que buscan asilo, personas sin Estado y otros migrantes que viven en situaciones que facilitan la transmisión de COVID-19 y que tienen acceso limitado a cuidados en salud. Estas personas necesitan más apoyo que nunca.

La única manera en que protegeremos la salud de todos y de todas será si todos los países y todos sus habitantes se unen para proteger la salud de toda la humanidad. Una respuesta a esta pandemia que basada en la solidaridad social y global y en los derechos humanos es la que más rápidamente nos ayudará a atravesar esta crisis y la que nos garantizará la menor devastación humana posible.

Martín Hevia es Decano de la Escuela de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella y Presidente de la Alianza para una Convención Marco en Salud Global @HeviaMart