Di Tella en los medios
Caretas - Ilustración Peruana
5/12/19

Andrés Di Tella: “Lo autobiográfico en el cine es vehículo para que el espectador reflexione sobre su vida”

Por Jaro Adrianzén

El director del Programa de Cine del Dpto. de Arte de la UTDT fue entrevistado por "Caretas" en Perú, donde presentó su documental "Ficción Privada" y dirigió un Encuentro Formativo de Creación Cinematográfica.

Lo mejor del cine contemporáneo mundial -con importante énfasis en la producción peruana- se proyectará desde este viernes 6 en la séptima edición del Festival Transcinema. Ese día, a las 8:30 p.m. en el Centro Cultural de España, el documental argentino ‘Ficción Privada’ dará el pistoletazo de salida al certamen.

Toda la programación está disponible en este link. Todas las sedes son de ingreso libre, a excepción del CCPUCP y la sala elgalpon.transcinema.

Una intimidad epistolar. No solo releída sino revivida a través de dos jóvenes actores que, como cuenta Di Tella en esta entrevista exclusiva con CARETAS, en determinado momento fueron embargados e “incluidos” por las cartas.


Periodista y director de cine argentino. (Foto: DIFUSIÓN)

‘Ficción privada’ cierra la ‘trilogía familiar’ del cineasta Andrés Di Tella, integrada por los filmes ‘La televisión y yo’ (2003) y ‘Fotografías’ (2007). Entre varias otras cosas, el documental es una sensible relectura en presente de la correspondencia que intercambiaron los padres del director durante una etapa de su relación.

En la película se aborda mucho la figura de tu padre, Torcuato, aunque no tanto tu relación con él. ¿Cambió mucho la imagen que tenías luego de leer por primera vez el conjunto de cartas que te dejó?

La imagen que tenía de él cambió, fundamentalmente, a partir de su muerte, hace poco más de dos años. Ese fue, de hecho, el punto de partida para hacer la película. Primero volví a leer la carta que él me había escrito cuando murió mi madre, hace 20 años. En ese momento, lo que me quedó es lo que contaba de mi madre, que acababa de morir. Hoy, esa carta se me aparece como un autorretrato. La correspondencia entre ellos, que mi padre me pasó hace 20 años, casi no la había podido leer antes. Tuvieron que morir ambos para que juntara el ánimo para leerlas.

Es muy rico el contraste que se hace entre tus padres y la pareja escogida para leer e interpretar las cartas. Una pareja, por cierto, de artistas (pintora y músico) ¿Cómo llegaste a ellos y qué te definió para elegirlos?

La idea de incorporar actores tuvo que ver con la necesidad de darle vida a las cartas entre mis padres. En primer lugar, la encarnación que sucede cuando alguien lee en voz alta una carta, sobre todo cartas de una naturaleza muy personal. Pero también me interesó que se produjera algún tipo de analogía entre ellos, Denise y Julián, los jóvenes actores, y mis padres, que tenían una edad parecida cuando se escribieron las primeras cartas.

Y además se nota una intimidad con lo que leen conforme avanza la película…

Sucedió algo extraño y es que ellos en algún punto se vieron incluidos por las cartas, como si el mundo desaparecido de mis padres contagiara la realidad, actual, de ellos. En ese sentido, con mucha generosidad, aceptaron que yo filme algo de su relación en la vida real. Y ahí se produce otro tipo de transferencia. Denise y Julián son muy diferentes a mis padres, Torcuato y Kamala. Mi padre era sociólogo y escritor. Mi madre psicoterapeuta. Denise es actriz pero también artista visual, así como Julián, además de actuar, hace música. Para mí ellos representan el presente, el siglo XXI. Y mis padres, de alguna manera, pertenecen al pasado, y al siglo XX.

Durante la película reflexionas sobre qué tan bien está lo que estás haciendo. Al inicio, además, tu hija dice que hurgar en las cartas es un poco entrometido. ¿Todavía te persiguen algunas de estas inquietudes?

Es verdad. No fue una película fácil de hacer. Y, como digo en la película, con la mayor sinceridad posible: «No sé qué estoy haciendo. Quiero decir: no sé si está bien lo que estoy haciendo”. Sí, no sé si está bien meterse en la intimidad de mis padres, por más que mi padre me las haya pasado seguramente para que yo hiciera algo con esas cartas. Algo de “entrometido” tiene, como dice mi hija Lola. Al mismo tiempo, creo que no estoy hablando realmente de mis padres. Lo autobiográfico en el cine, así como en la literatura, es en el fondo un vehículo para que el espectador pueda reflexionar sobre su propia vida. La historia de mis padres, tal como aparece en la película, viene a ser un complejo juego óptico, de lentes y espejos, que termina por iluminar la propia experiencia de cada espectador. A partir de la historia de mis padres, cada uno puede ver iluminada en su interior la historia de sus propios padres.

*El director dirigirá uno de los Encuentros Formativos de Creación Cinematográfica este sábado 7 de diciembre a las 11:00 de la mañana en el Centro Cultural de España