Di Tella en los medios
Revista Fortuna
5/12/19

Mariano Narodowski: “A la dirigencia no le interesa la educación”

El profesor investigador del Área de Educación de la Escuela de Gobierno fue entrevistado por Revista Fortuna acerca de los problemas estructurales de la educación argentina. De acuerdo con Narodowski, los principales problemas son la falta de interés de la clase dirigente, la desigualdad en el financiamiento del sistema escolar y el retraso de la matriz organizativa.

Más allá del escenario coyuntural, en lo estructural es elocuente que existe una disociación entre el sistema educativo argentino y el universo del trabajo. La problemática anida a nivel secundario y también en la limitada oferta de estudios superiores, tecnicaturas que les permitan a los alumnos engarzarse en el sector productivo.

La raíz de este asunto parece estar en el poco interés que la educación despierta en la clase dirigente, asegura Mariano Narodowski, pedagogo, actual docente de la Universidad Torcuato Di Tella y ex ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. A esto se le suma la desigualdad en el financiamiento del sistema escolar y una matriz organizativa vetusta que no acompaña la vorágine de estos tiempos.



Fortuna: ¿Hay una estrategia educativa de acuerdo a lo que somos como país o sólo quedan los escombros de tiempos mejores?

Narodowski: Uno de los grandes problemas que tiene la Argentina es que a su dirigencia, no solamente política sino a su dirigencia en general, la educación no parece interesarle. Lo que hace que a diferencia de otros países no tengamos una estrategia de desarrollo educacional.

No tenemos un plan a diez años, no tenemos metas concretas, no hay consensos claros sobre lo que hay que hacer. Los pocos consensos que hay, por ejemplo que hay que gastar el 6% del PBI en educación, no se cumplen. Y además que no se cumplan tampoco tiene costo político alguno. Eso hace que finalmente lo que tenemos es la reconstrucción constante de un pasado que siempre pensamos que fue glorioso, que en parte sí lo fue.

Fortuna: ¿Sigue siendo la educación un instrumento de movilidad social?

Narodowski: A los más pobres es a los que la educación les garantiza movilidad social ascendente, y a los alumnos que tienen padres no escolarizados. Los sectores medios bajos, que tienen padres y madres con escuela secundaria completa, ahí la movilidad social es mucho más restringida. Por más que te eduques, eso no quiere decir que vayas a tener mayores ingresos, no necesariamente.

Fortuna: Usted suele afirmar que tenemos el sistema educativo acorde al modelo económico del país. ¿Es así?

Narodowski: Una lectura más oscura pero posible es que la educación que tenemos está bien para el modelo de desarrollo económico que lamentablemente poseemos. Es decir, un país que no crece, que vive en base a una economía extractiva. Que por suerte logró en el polo agropecuario una tecnología de punta a nivel mundial, eso es importante. Pero todo el valor agregado de la agricultura, de la ganadería y de la minería lo tendría que aportar el conocimiento, y eso no ocurre porque nuestro modelo educativo no aporta lo necesario.

Fortuna: ¿Hacia dónde deberíamos ir en materia educativa?

Narodowski: Me parece que en primer lugar tenemos que ponernos de acuerdo en una estrategia sobre cuestiones centrales. La primera diría que es el financiamiento. Hoy en la Argentina un chico de Santiago del Estero o de Formosa recibe tres o cuatro veces menos de dinero por alumno que un chico de la Ciudad de Buenos Aires o de Neuquén. La única justificación es constitucional y tiene que ver con el federalismo argentino. El problema es que si bien el pasaje a las provincias empezó en 1978 y terminó en 1994, están en la Constitución Nacional de 1853, que dice que las provincias se tienen que hacer cargo de las escuelas.

Fortuna: Pero en lo operativo, ¿funcionaba mejor cuando había una Nación que regía la educación de manera más centralizada?

Narodowski: Sí, es verdad, pero también es verdad que era un sistema educativo mucho más chico, de menor escala, y por lo tanto era más sencillo manejarlo desde Buenos Aires. Pensar que hoy se pueda manejar desde el Ministerio de Educación en Buenos Aires decenas de miles de escuelas, centenas de miles de maestros y millones de alumnos evidentemente no es posible. Eran otras épocas. Sí creo firmemente en que sí hay que renacionalizar el financiamiento educativo. Hay que crear un fondo federal para compensar las desigualdades entre provincias.

Fortuna: ¿Qué visión tiene de la especialización en el colegio secundario?

Narodowski: El problema con la secundaria es que tiene una estructura organizativa y académica de hace 100 años. Lo que estaba bien hace un siglo no necesariamente está bien ahora: las doce materias, doce profesores, horas de 50 minutos, recreos de 5 minutos, las materias te las llevás a diciembre y marzo. Eso sigue más o menos igual, mientras que el conocimiento cambió y la adolescencia cambió.
Hay que ir hacia un modelo con menos materias, profesores full time en cada escuela y con una organización muy centrada en los alumnos, tratando de evitar que abandonen. El gran problema de la educación media es el abandono. Si uno va a cualquier escuela secundaria pública, hay cinco primeros años y en el último hay dos divisiones. ¿Por qué? Porque los chicos abandonaron.

Fortuna: Hace un tiempo se había puesto como ejemplo el modelo alemán, donde los alumnos hacen pasantías en empresas y se apunta a la inserción laboral. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Narodowski: Lo importante es la relación de la educación con el trabajo en el secundario, no con el empleo. La ley de Educación Nacional define a la educación secundaria como formación para la ciudadanía, formación para los estudios superiores y formación para el trabajo. No para el empleo.
Porque el empleo cambia todo el tiempo. Formación para el trabajo significa formarse en una de las cosas esenciales en la vida de una persona, que es trabajar y producir. La experiencia del trabajo tiene que estar en la escuela secundaria. No estoy de acuerdo con los modelos duales como el modelo alemán. De hecho la mayoría de los países europeos fue dejando este esquema.

Fortuna: ¿En qué consiste el modelo dual?

Narodowski: Mediante el modelo dual, en Alemania a los 9 años se define si un alumno va a seguir una educación vinculada a la formación más teórica, a las profesiones liberales, si va a ir a la Universidad, o si va a ir a algo más conectado al oficio, a lo técnico. En Alemania algunos de estos que van a lo técnico terminan ganando más porque es Alemania. Después hay algunas posibilidades de cruzarse, pero el sistema está planteado así.

Muchos países europeos tenían ese modelo pero lo dejaron por lo que se llama la escuela secundaria comprensiva, que es juntar todo. En la Argentina no hemos sido comprensivos porque dejamos afuera el trabajo. Hemos planteado solamente lo intelectual. Hay que incorporar el trabajo. Pueden ser pasantías, trabajo social en instituciones, experiencias en ámbitos artísticos, políticos.

Fortuna: ¿Qué evaluación hace de la formación docente?

Narodowski: Muchas veces en la Argentina cargamos demasiado las tintas sobre los docentes y la formación docente. No veo evidencia de que la formación docente y el nivel académico sean malos. Me parece muy injusto criticarlos, como si el resto de las profesiones fueran todas de excelencia.

Fortuna: Usted suele remarcar como un punto clave la rigidez del sistema en cuanto a que un director de escuela no puede formar su equipo de trabajo.

Narodowski: Eso es mucho más importante que la formación docente. Uno puede tener en una escuela 20 Messis o Maradonas de la pedagogía, y ese director no puede armar un proyecto con ellos. No los eligió, no se sabe cuánto tiempo van a quedarse, no hay una organización que permita potenciar la capacidad pedagógica de los educadores. Por lo tanto, por mejores que sean los docentes, los resultados no van a ser muy buenos. Mientras que las escuelas privadas sí tienen la capacidad los directores de poder armar su propio equipo.

Fortuna: En este contexto la escuela primaria pública perdió alumnos. ¿Por qué?

Narodowski: La escuela primaria pública perdió un 10% en los últimos 15 años. Es un proceso de privatización de la educación. Las públicas perdieron el 10% y las privadas aumentaron el 25% en primer grado. Cuando las familias eligen escuela, eligen escuelas privadas. ¿Por qué se da eso? Hay varias hipótesis. Hay algunas más sociológicas que tienen que ver con la imagen institucional de la escuela pública. Muchas familias de clase media creen que la escuela pública es mala. Las privadas, en las prueba Aprender, en promedio son mejores. Eso no quiere decir que la que uno elija sea mejor que la pública que está en el barrio. Las familias de clase media a veces eligen la escuela pública como eligen el vino. Les gustaría comprarse el vino más caro pero no pueden, entonces van eligiendo en función del precio y de los comentarios de los amigos.

Fortuna: ¿Las pruebas internacionales, como las PISA, son un parámetro?

Narodowski: Es un parámetro válido siempre que no lo convirtamos en un tótem al cual venerar. Es un termómetro más. Las conclusiones que sacamos de ahí no necesariamente son válidas. Muchos de los países a los que mejor les va en las pruebas PISA son países no democráticos. La pregunta es: ¿entonces hay que tener un gobierno autoritario para que te vaya bien en educación? Está bien analizar los datos, la información es excelente, pero no hay que venerarla.

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