Di Tella en los medios
Radio Nacional
30/11/19

Marcelo Rabossi: "El proceso de enseñanza cambió, pero las universidades todavía se resisten a ello"

El profesor investigador del Área de Educación de la Escuela de Gobierno fue entrevistado por Silvia Pérez en Radio Nacional acerca de la educación universitaria en perspectiva al futuro y los cambios necesarios para adaptarse a la revolución tecnológica. “La incertidumbre en el ámbito de la educación es producto de un mundo que cambia a pasos agigantados”, señaló Rabossi.

Marcelo Rabossi, profesor investigador del Área de Educación de la Escuela de Gobierno, fue entrevistado por Silvia Pérez en “Corazón valiente” (Radio Nacional) acerca de la educación universitaria del futuro y los cambios necesarios para adaptarse a los cambios en el mercado del trabajo.

“La incertidumbre en el ámbito de la educación es producto de un mundo que cambia a pasos agigantados”, señaló Rabossi. “Las dinámicas sociales son tremendas en relación a lo que teníamos pensado cuando se pensó la universidad”, agregó.

“Las primeras universidades tenían como objetivo transmitir valores religiosos y morales, pero era un mercado de trabajo totalmente distinto al de hoy. La universidad fue evolucionando y adaptándose a los requerimientos de un mercado de trabajo”, explicó Rabossi.


(Crédito: Radio Nacional)

La estructura, así, “se iba adaptando a los requerimientos del mercado a través de las décadas”. “Con la segunda Revolución Industrial se generaron los cambios que vemos en la universidad de hoy. Se incorporaron nuevos elementos a la vida cotidiana y la universidad tuvo que cambiar su perfil y adecuarse”, sostuvo. En relación a esto, agregó: “La investigación empezó a formar parte de la universidad. El docente no solo transmitía el conocimiento, sino que lo creaba. Ese cambio hizo que los saberes se generaran en un espacio definido y es lo que después se trasladó a Estados Unidos, donde hoy están las mejores universidades investigadoras del mundo”.

En Argentina, según Rabossi, “la primera universidad que intentó esto es la de La Plata”. “Mientras la Universidad de Buenos Aires tenía un corte más profesionalista, la Universidad de La Plata tuvo el proyecto de llevar la investigación a la universidad”, añadió.

Con la tercera Revolución Industrial, con la irrupción de Internet, la tecnología y las comunicaciones, “la universidad incorporó algunos cambios”. “A partir de estos cambios, hubo que comenzar a integrar los conocimientos a través de los sistemas y redes, así como la capacitación de alumnos para lograr una mayor competitividad de los países”, sostuvo.

De acuerdo con Rabossi, a partir de estos cambios, “creció una tensión entre el ‘viejo profesor’ y el ‘nuevo’. Al incorporarse la inteligencia artificial y la necesidad de resolver problemas, el rol del docente pasó a ser de facilitador o mediador entre el alumno y el conocimiento”. “El proceso de enseñanza cambió. El gran problema es que aun las universidades todavía no han cambiado y se resisten a ello”, explicó el especialista.

En relación a los cambios por parte del alumnado, Rabossi definió al alumno de la actualidad como un “alumno holístico”. “Los alumnos tienen particularidades diferentes a través del tiempo y en cada momento la universidad fue satisfaciéndolas”, explicó.

Una cuestión latente en la actualidad con respecto a los alumnos es la necesidad de adoptar “habilidades blandas o soft skills”. “Tienen que ver con cuestiones de autoestima, satisfacción, capacidad para trabajar en grupo, liderar, ser creativos… Estas habilidades forman parte de las necesidades modernas e incluso, en algunas universidades, son tenidas en cuenta a la hora de evaluar a los alumnos”, comentó Rabossi.

Finalmente, con respecto a los cambios necesarios en la educación terciaria nacional, Rabossi sostuvo: “En Argentina, el 52% de los actores del mercado de trabajo tienen solo estudios primarios o de secundario incompleto. Por su parte, en EE. UU. solamente el 27% tiene secundario incompleto. La probabilidad de que un actor de estas características siga formándose y capacitándose, tanto formal como informalmente, es muy baja. Así, la brecha y las desigualdades se van incrementando más y más”.

“Necesitamos una integración muy grande entre ambos mundos: la educación terciaria y la universitaria. La primera está, desde el punto de vista social, muy deslegitimizada. El Estado, por lo tanto, debería hacer una política para darle más prestigio a los institutos terciarios de todo el país, que mejorarían la desigualdad de acceso y de ingreso”, concluyó.

Entrevista completa: