Di Tella en los medios
Clarín
15/10/19

Un método distinto para combatir un problema global

Ernesto Schargrodsky, exrector de la UTDT y profesor investigador de la Escuela de Negocios, fue consultado por Clarín acerca de la metodología aplicada para el combate contra la pobreza por los tres investigadores que acaban de obtener el Premio Nobel de Economía. Schargrodsky es investigador afiliado a la red de estudios Poverty Action Lab, que fue fundado por los tres premiados: Banerjee, Duflo y Kremer.

La entrega del Premio Nobel de Economía a Abhijit Banerjee (Bombay, 1961), Esther Duflo (París, 1972) y Michael Kremer (EE.UU. 1964), “por su aproximación experimental al alivio de la pobreza global” es para los expertos un reconocimiento a una metodología distinta para el combate contra la pobreza.

También sorprendió la edad de los galardonados, bastante menor a la media de los anteriores Nobel. Duflo, por citar un caso, tiene 46 años y desde ayer se convirtió en la segunda mujer después de Elinor Ostrom en recibir el máximo galardón para las Ciencias Económicas. Precisamente esta académica trabaja con una red de estudios en 180 países llamada Poverty Action Lab.

En la Argentina su representante local es el ex rector de la Universidad Torcuato Di Tella, Ernesto Schargrodsky, doctorado en Economía de la Universidad de Harvard en 1998.


Schargrodsky destacó ante Clarín que la novedad es que se premia la posibilidad de analizar y comparar el impacto de incentivos frente a distintas poblaciones. “Se trabaja como cuando la medicina necesita probar un remedio, con poblaciones similares en las que se testea el remedio en una y en la otra se aplica un placebo”, ejemplificó.

El propio Schargrodsky utilizó esa metodología cuando se dedicó a analizar el otorgamiento de títulos de propiedad de la tierra en áreas marginales.

Desde hace años estudia lo que ocurrió en el barrio San Francisco Solano, una localidad del Gran Buenos Aires, repartida entre los partidos de Quilmes y Almirante Brown.

Allí, según describió, hubo un “experimento natural”, que empezó con una ocupación de tierras, en 1981.
“La mitad de las familias ocupantes recibieron el título de propiedad de la tierra, mientras que la otra mitad quedó en la ilegalidad, de manera azarosa”, amplió.

De acuerdo con sus investigaciones y el trabajo de campo, los que recibieron el título no sólo vivieron en casas mucho mejor construidas.

“Sus hijos completaron la escolarización. Fueron familias sin embarazos adolescentes y planificadas sin demasiados hijos. Casi todas pudieron progresar en comparación con aquellos que quedaron en asentamientos de manera muy precaria”, señaló el experto al apuntar que estos resultados podrían extrapolarse al diseño de políticas públicas.

Es lo que Esther Duflo realizó en distintos trabajos. Duflo piensa que la vida de los más pobres es “el único tema interesante sobre el que hay que actuar”. En la Academia aseguraron que más de cinco millones de niños en India se han visto favorecidos por programas para mejorar el rendimiento escolar realizados por estos tres investigadores. Ellos apuntaron a la alfabetización básica y a las habilidades matemáticas. Entre otros aspectos, la Academia destacó sus proyectos experimentales que permitieron a los chicos de la India acceder a tutorías para mejorar sus habilidades.

Este tipo de estudios alentaron también a muchos gobiernos en todo el mundo a elevar los financiamientos para otras áreas como la medicina preventiva.

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Publicado en: El Mundo
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