Di Tella en los medios
La Nación
24/08/19

Empresas al borde de un ataque de nervios. Manual de supervivencia laboral en la crisis

Por Andrés Hatum

"El mundo laboral tiene sus propias características en tiempos de crisis, por lo que no estaría mal repasarlas oportunidades y espantos de estas situaciones para saber cómo reaccionar", apuntó el profesor de Management de la Escuela de Negocios UTDT.

En tiempos de crisis las organizaciones entran en modo nervioso y los empleados en modo asustado. Los argentinos tenemos gran experiencia en reaccionar ante este tipo de situaciones, producto de la frecuencia.

Sin embargo, el mundo laboral tiene sus propias características, por lo que no estaría mal repasarlas oportunidades y espantos de estas situaciones.

Las crisis exacerban a las organizaciones enfermas: las crisis son una gran oportunidad de entender si los valores que pregonan las compañías son reales o son basura. Durante la crisis de 2001 una empresa tenía escrito en su misión que “las personas que trabajan en nuestra organización son el capital más importante y valorado”. Sin embargo, al inicio de la crisis despidió al 10% de la nómina.



Entonces, ¿la gente es un activo estratégico o descartable? Para esta empresa es, definitivamente, desechable. Cuidado: cuando la gente se da cuenta de que los verdaderos valores no están alineados a la misión, esa misión termina descartada por los empleados, ya que nadie creerá en ella.

En 2008 tuve la oportunidad de participar de una reunión del personal de una empresa de servicios junto a su CEO. Debido a la inseguridad que la situación de ese año provocaba, una colaboradora le preguntó al CEO qué pasaría con los salarios. El CEO respondió: “En esta organización venimos a trabajar por algo más que el salario. El prestigio que otorga trabajar aquí no lo da nadie”. La gente no necesita de j efes hipócritas como este CEO, sino de contención emocional además de dinero. En épocas de crisis, cuidar el bolsillo es fundamental para todos, y es lo que los jefes deberían tener en cuenta. Primero hay que satisfacer la motivación extrínseca. Ya habrá tiempo para el prestigio cuando la crisis amaine.
Cuidado con Mister Burns: Mister Burns es un personaje de la serie Los Simpson. Es el propietario de la planta de energía nuclear de Springfield donde trabaja Homero y es un ser abominable, poderoso, que no mide las consecuencias de sus acciones. De hecho, no le interesan. Los Mister B urns afloran en momentos de crisis tratando de aprovechar la situación crítica para obtener más poder y destruyendo valor, además de destruir personas en su camino a la cima.

Cuidado con estos personajes. Suelen presentarse escondidos, manipuladores, rosqueros y encantadores de serpientes. Pero cuando sedan vuelta son unos animales que destruyen a todo lo que se les topa en el camino. Es que a río revuelto, ganancia de pescador, y los Mister Burns son especialistas en pescar en aguas turbias. Alejarse de esa gente sin caerle mal es el mejor consejo. Uno nunca sabe si luego de la crisis estos engendros organizacionales no terminan siendo nuestros jefes.
Crisis terminales, jefes animales: si en las crisis aparecen los Mister Burns que van por todo el poder, también surgen jefes bomberos que no necesariamente tienen gran manejo de su inteligencia emocional. Es que ante la crisis muchas empresas ponen en lugares críticos a personas que apuntan a la eficacia de corto plazo para poder sobrevivir el desastre.

Sin embargo, no son los mejores directivos pensando en el largo plazo porque no desarrollan personas ni competencias organizacionales para obtener ventajas competitivas en el futuro. Estos jefes solo miran el corto plazo para sobrevivir.

Soportamos a los jefes animales durante las crisis, nadie se queja de estos bomberos organizacionales que vienen a apagar el incendio. El tema es qué sucede luego de la crisis y entender que un jefe o directivo bombero es un buen operador de crisis pero un mal estratega de largo alcance. Las organizaciones deben saber que si ponen a un bombero a cargo, una vez que pase el incendio tienen que reemplazarlo para evitar el hartazgo de la gente y, por ende, un aumento no deseado de la rotación de personal.

El dilema del empleado

La crisis trae aparejada angustia, estrés e incertidumbre. No es ilógico pensar, ya ha pasado en otras crisis, pedidos de licencia por problemas de estrés y ataques de pánico. Algunas recomendaciones para evitar visitar el neuropsiquiátrico.

Primero, es momento de cuidar el trabajo. El desconcierto que genera la macroeconomía afecta por decantación al mercado laboral que estaba de por sí endeble y es de esperar que durante este año el mismo expulse más gente de la que contrate. Entonces, tranquilidad, no forzar situaciones tensionantes que a uno lo pongan en la mira de un jefe sanguinario con ganas de verlos sufrir.

Segundo, cuidar la salud mental y física. Desenchufarse del WhatsApp y el mail luego de la jornada laboral (en la medida de lo posible). Yoga y meditación pueden colaborar con la paz interior. Cuidar la salud física es también relevante, para estar vital y con energía para subsistir a la crisis.

Tercero, estar atentos a los valores de las empresas donde uno trabaja y el trato que se recibe en momentos de crisis: ¿Te cuidan? ¿Te maltratan? ¿Te aprietan? ¿Despiden? En 2001algunas empresas despidieron como primera medida para reducir el efecto de la crisis. Con la recuperación en 2003, esas mismas empresas fueron a buscar gente que necesitaban para el momento de crecimiento. Sin embargo, muchos talentos les dieron la espalda a esas empresas porque allí no cuidaban a la gente. Otros casos no necesariamente despidieron gente, pero el apriete estaba a la orden del di ay la propuesta de valor cam bió con la crisis: de trabajar ocho horas en una posición a tener que hacer la tarea de dos personas con la amenaza latente de quedarse sin empleo.

Momentos difíciles donde hay que superar los problemas de corto plazo y estar atentos a las reacciones de las organizaciones para entenderla actitud de la empresa durante la crisis y, cuando pasen las dificultades, definir si es la compañía donde quisiéramos comprometernos a futuro. 

¿QUÉ HACER?

• Cuidar el trabajo

En momentos de crisis, los expertos recomiendan ser muy prudentes a la hora de tomar decisiones y no abrirse innecesarios frentes de conflicto.

• Cuidarse

Ante el inevitable aumento del estrés, lo mejor es cuidar la salud mental y física. Intentar desconectarse cuando se termina la jornada laboral y también recurrir a la práctica de ejercicios de meditación.

• Elegir bien

Tomar en cuenta el antecedente de lo que sucedió con la crisis de 2001 y en la medida de lo posible elegir las empresas para trabajar en las que se intente conservar un clima de trabajo saludable.

• Contención

Encontrar espacios dentro de la organización que ofrezcan algún tipo de contención emocional para los miembros de manera de intentar pasar la crisis de la manera menos dolorosa.

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