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22/07/19

A qué personaje de Toy Story se parecen tus compañeros de trabajo

Por Andrés Hatum

En su columna en "Comunidad de Negocios", el profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Di Tella Andrés Hatum analizó a los personajes principales de "Toy Story 4" como reflejo de roles del mundo corporativo y describió sus perfiles de liderazgo, con sus ventajas y desventajas.



La ficción se puede parecer mucho a la realidad. Los personajes de una película (o de un dibujo animado) nos recuerdan a situaciones o personas de nuestro entorno, sea en el ámbito personal o laboral, y se puede aprender de sus experiencias y sacar conclusiones. En este sentido, el profesor de la Escuela de Negocios de la Torcuato Di Tella Andrés Hatum analizó a los personajes principales de "Toy Story 4" como reflejo de roles del mundo corporativo y describió sus perfiles de liderazgo, con sus ventajas y desventajas.

Woody (el líder leal): "Woody es espectacular y en Toy Story 4, en particular, hace todo lo posible para que la chica protagonista sea feliz. Es increíble lo que va generando a lo largo de su vida profesional, en este caso con esta chica, y cómo les enseña a otros juguetes el valor de la lealtad y el compromiso. Inclusive cuando decide abandonar a sus amigos e irse con la pastorcita. Muchas veces hay saltos de carrera o en la vida profesional que parecen suicidios profesionales, pero, cuando un tiene muy en claro su propia misión en la vida, esos saltos pueden ser normales, como le pasa a Woody", analizó.

Woody, el líder ideal, junto a su amigo Buzz Lightyear

Betty (la mujer empoderada): El profesor festejó el cambio de Betty, que pasó de ser la pastorcita de vestido rosa a una Betty con pantalones, empoderada. "Es una mujer libre y lo contrapuesto a Woody, porque cuando su dueño no le presta más atención, ella dice 'no me importa, yo soy libre'. Agarra su vestidito, sus ovejitas y se va. Estos líderes existen en las compañías, uno puede aprender mucho de ellos, pero, en comparación con Woody, para quien el compromiso con la organización es más importante, para Betty lo es la libertad propia y, en todo caso, su propia carrera. Cuando no va más, sigue y da un paso diferente", explicó.

Betty simboliza la independencia y la libertad

Forky (la identidad profesional)
: Forky es un juguete muy simple hecho a partir de un tenedor de plástico desechable, lo que muestra que siempre hay lugar para un cambio de identidad profesional. "Pasa de ser un tenedor desechable que se considera una basura a un juguete, porque el contexto se transformó. Esto enseña que en la vida profesional siempre hay tiempo para el cambio, no importa la edad que tengas. Me parece que es una buena enseñanza", opinó.

Forky demuestra que siempre hay lugar para un cambio de identidad profesional

Gabby Gabby (antílider resentida)
. Por último, Hatum se refirió a la muñeca atrapada en un anticuario hace 60 años porque vino con un defecto de fábrica y no logró ser el juguete de ningún chico. "Ella estaba buscando su oportunidad de salir y hay mucha gente que, tratando de buscar su oportunidad laboral, termina queriendo reventar a todo lo que lo rodea. Esa frustración que acarreás porque, por ejemplo, estás hace 7 o 10 años en una posición y ves que todo el mundo te pasa por encima y vos no podés salir de ese lugar, puede ser frustrante. En este caso, te convierte en malvado", concluyó.

Duke Caboom (la frustración como traba profesional). Según Hatum, este personaje se traba por su frustración personal y profesional, al no haber podido saltar cierta distancia con su moto, y no puede avanzar en su vida corporativa. Finalmente, con la ayuda de otros compañeros, logra dar el salto que en tantos años no había logrado y se saca esa frustración de encima. "Me parece un aprendizaje interesante lo que le pasa a este muñeco. Se saca una mochila pesadísima, que es lo que nos pasa muchas veces en la vida corporativa. Tenemos una mochila o nos ponen una que no nos corresponde, pero nos quedamos trabados en eso toda la vida", comentó.



Duke Caboom o como sacarse la mochila del fracaso

Columna completa: