Di Tella en los medios
La Nación
29/06/19

Los mandamientos de un proyecto sustentable

Por Victoria Aranda y Carla Quiroga

Cynthia Goytia, directora del Centro de Investigaciones de Políticas Urbanas y de Vivienda (CIPUV) de la Escuela de Gobierno UTDT, fue consultada por La Nación acerca de las claves para entender cuándo un emprendimiento está comprometido con el medio ambiente. De acuerdo con la especialista, "hay un cambio de concepción con respecto a la sustentabilidad".


El desafío de conjugar arquitectura y sustentabilidad va mucho más allá de una estrategia de marketing. Los desarrolladores entendieron que ya no es opción y que los compradores de las nuevas generaciones "cuestionan" desde cómo se construye un edificio hasta de qué manera se pueden generar construcciones que consuman menos. "Se trata de pensar la arquitectura inserta en un ambiente natural, social y cultural", introduce el tema la arquitecta Adriana Miceli, directora del centro de formación de Arquitectura Sustentable. "El desarrollo sustentable implica pasar de un esquema pensado en términos cuantitativos, basado sólo en el crecimiento económico, a uno de tipo cualitativo dónde los aspectos sociales y ambientales también se tienen en cuenta", relata Hugo Torres, titular de la desarrolladora Qe2, la empresa que avanza en la construcción de Allegra, un edificio eco smart de US$4 millones de inversión ubicado en Caballito en el que las unidades de tres ambientes arrancan en los US$280.000. El empresario planea construir tres proyectos de estas características en menos de dos años. "La construcción genera más emisiones de Co2 que el transporte y la industria. Todos tenemos que comprometernos", agrega. En la misma línea, Gabriel Torraca, titular del estudio de arquitectura Gatarqs y director del Grupo Idea Desarrollos (Grid), explica que este tipo de proyectos prevén una cantidad de estrategias que arrancan en los procesos previos, se extienden en la construcción y hasta en la vida útil de todo el edificio, incluso, hasta la eventual demolición en un futuro. Es decir, la sustentabilidad tiene que estar planteada en el diseño desde el principio de la concepción del edificio. "La idea es buscar estrategias sustentables de diseño y que, si después se agregan sistemas de tecnologías de mayor costo eso sea un agregado posible pero no fundamental. Lo importante es que la construcción sea sustentable durante el proceso, para habitarla y después para su mantenimiento", relata Valeria del Puerto, presidenta del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo, y titular estudio del Puerto-Sardin arquitectos.

Cynthia Goytia, directora del Centro de Investigaciones de Políticas Urbanas y de Vivienda (Cipuv) de la Universidad Torcuato Di Tella, reconoce que hay un cambio de concepción con respecto a la sustentabilidad. "Antes pensábamos que era un lujo de las ciudades que pueden implementar este tipo de proyectos. Hoy entendemos que es una necesidad y que temas como eficiencia energética deben ser prioridad para políticas urbanas y de vivienda", analiza Goytia.

Del Puerto resalta la importancia de diseñar según el contexto y como ejemplo expone su experiencia. Su estudio estuvo a cargo de proyecto "Torres Vernáculas", dos torres ubicadas en Ulan Bator, capital de Mongolia, conocida como una de las ciudades más frías del mundo. A diferencia de la costumbre tradicional que son torres vidriadas, su estudio diseñó viviendas con 60 centímetros de pared, con mucho muro poca ventana y armando invernaderos y situaciones donde se filtra el frío y el calor.

La aplicación de tecnología también es clave pero no alcanza para transformar una vivienda en sustentable. "Si queremos ahorrar, primero vamos a tener que construir para tener un 'buen envolvente' una buena aislación y luego podemos pensar en los productos que se ofrecen en el mercado", relata Martín Mom, gerente General para Sudamérica de Rehau, la firma enfocada en equipamientos para el hogar, entre los que se destacan las ventanas de PVC y los sistemas de climatización. El especialista admite que es difícil cuantificar el ahorro general que puede generar el sistema de calefacción en base a energías renovables o la incorporación de los ventanales de PVC. De todas formas reconoce que el sistema más eficiente es la calefacción con "suelo radiante" y explica que en Austria y Alemania la firma ya instaló los sistemas de calefacción renovables por geotermia -por agua- y aerotermia -por aire- que consiste en una tubería especial que permite contar con sistemas de calefacción y refrescamiento al mismo tiempo.

En síntesis, construir de una forma sustentable exige involucrar a los distintos actores que intervienen en el proceso constructivo que van desde los diseñadores y arquitectos hasta los proveedores y fabricantes de materiales, urbanistas y parquizadores, pasando por el Estado, desarrolladores y compradores. Todos y cada uno de ellos deben estar comprometidos en las acciones y variables que se exponen a continuación.

El entorno y la elección de la tierra

El diseño aeroclimático, la orientación y la determinación de una zona bioambiental son ítems estrechamente vinculados, y representan el primer paso de un proyecto sustentable. Torraca, de Grid, subraya que un proyecto bien orientado respecto de la posición del sol ya colabora, por ejemplo, con el consumo energético. Otro punto es que cuando uno diseña o planifica una casa es fundamental considerar el clima del lugar durante todo el año. Es decir, debe tener en cuenta variables como la temperatura máxima, la mínima, la humedad y la dirección de los vientos. Este es un punto clave para lograr una vivienda más eficiente. Miceli habla de diseño aeroclimático sintonizando todas las variables que hacen al entorno. En este sentido la elección del lote o terreno a edificar tiene preponderancia. "Nosotros por ejemplo elegimos lotes ubicados en calles que cuenten con una gran pendiente que permite evitar la aparición de efectos ambientales negativos como una posible inundación", explica Torres. Agrega que además el proyecto tiene acceso directo a calles con bicisendas y también una gran oferta de medios de transporte.


Construir con materiales sustentables

La elección de materiales ecológicos, durables, reciclados, reciclables, bajos en compuestos orgánicos volátiles y libres de plomo es uno de los grandes desafíos que enfrentan día a día los especialistas. Ante esta premisa, la pregunta es ¿cuándo un material se considera sustentable? Miceli responde que "son aquellos que tengan reciclado en su composición. En este sentido, el portafolio de producto es cada vez más amplio: desde ladrillos y tejas hasta perfiles y terminaciones. De hecho, en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) trabajan en el diseño de un sello ambiental, un certificado de producto que avale el comportamiento sustentable de los materiales.

Desde otra perspectiva, Daniel Lassalle, gerente comercial de la Cámara de la madera, afirma que este material también puede encuadrarse en la categoría ya que en comparación con otros es renovable, reciclable y está considerada carbono neutro. "Esto contribuye con la mitigación del cambio climático y a su vez con el calentamiento global, siendo el material de menor demanda energética para su fabricación", justifica.

La gestión de los materiales es fundamental y debe realizarse bajo una planificada y estricta estrategia de minimización de desechos. Esta arranca en el diseño inicial del edificio, una etapa en la que debe realizarse un estudio detallado del material necesario para no generar excedencias. Este es un tema que avanza en el mundo. Por caso, la nueva legislación de residuos de la Unión Europea, muy enfocada en la economía circular, señala que en el año 2020 al menos el 70 por ciento de los Residuos de la Construcción y Demolición(RCD) deberán ser reciclados, recuperados y revalorizados. El objetivo es la lucha contra las actividades ilegales, el fomento de la compra verde y el desarrollo de una fiscalidad ambiental adecuada.

La aislación térmica y la ventilación eficiente

Los pisos, techos, puertas y ventanas constituyen los envolventes y las aberturas, un factor clave a la hora de hablar de sustentabilidad y que contribuye a lograr una vivienda más eficiente, ya que permite un menor consumo en calefacción y refrigeración. En este ámbito y en relación a paredes y techos, los especialistas hacen hincapié en el hermetismo y, asimismo, en la ventilación cruzada. Las superficies vidriadas, deben proteger contra la radiación. El doble vidriado hermético permite mantener una temperatura ambiente regular, evitando el uso de la calefacción y la refrigeración de forma desmedida, además de combatir la contaminación acústica.

Hay que tener en cuenta que la mayor parte de la energía que se consume en un hogar, se utiliza para climatizar y si esa energía que se usa para mantener el confort no se conserva en el interior, se pierde y genera gastos. Es como lo que ocurre con el agua del mate: se puede usar la pava y calentarla continuamente en la hornalla mientras se ceba o volcar el agua una vez caliente dentro de un termo y mantenerla en su temperatura justa hasta el último mate. Con una casa sucede algo muy similar. Si los techos, muros y pisos no están correctamente aislados térmicamente, el calor de la estufa o el frío del aire acondicionado se pierden. Lo que se traduce directamente en aumentos en las facturas de luz y gas, entre otros perjuicios tanto para la salud como para la estructura de la edificación. Para evitar estas pérdidas, los desarrolladores apelan a la envolvente con aislación térmica eficiente. "Es la "tercer piel" de la persona; permite aislar de la intemperie, lograr condiciones de confort en un ambiente, satisfaciendo necesidades de calefacción o refrigeración en horarios o épocas extremas y con un consumo mínimo de energía o gas", explica Gerardo Wadel, Asesor de la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes (Andima) consultor internacional y especialista en sustentabilidad y eficiencia energética.

Dicha aislación se logra mediante materiales aislantes eficientes, resistentes al paso del calor, interpuestos en los cerramientos de una vivienda. Como si se tratara de un abrigo, forman una capa en las paredes, cubiertas y superficies en contacto con el suelo. De esa forma genera una barrera al paso del calor indeseado, desde adentro hacia afuera en invierno y al revés en verano. Así, las temperaturas interiores son más moderadas y se necesitan menos instalaciones de calor y frío, con un consumo de energía final menor. A la hora de hablar de costos se estima que la aislación térmica eficiente representaría el 1,5 por ciento de la obra.

Wadel advierte que los aumentos de luz y de gas, lejos de convertirse en un problema para los desarrolladores, deberían verse como una enorme oportunidad. "La energía cada vez es y será más cara. En España la eléctrica crece a un ritmo del 15 por ciento anual cuando el índice de precios al consumidor es de entre un 1 y un 1,5 por ciento anual. Es decir, el valor de la energía crece 10 veces por encima del conjunto de precios".

El especialista afirma que la experiencia española podría marcar el camino a seguir en la Argentina. En el país europeo, hace 10 años nadie pensaba en la eficiencia energética. Hoy, los desarrolladores no piensan en hacer algo que no sea de categoría A o B simplemente porque no los venderían. "Los edificios tienen una clasificación que van de la A a la G. En el segmento A, que son los edificios con muy alto nivel de eficiencia y con un consumo de energía inferior al 55 por ciento de la media, están casi todos los desarrolladores de viviendas importantes. No es competitivo ofrecer un edificio menor a B en España", explica Wadel. En números concretos afirma que "con el uso de artefactos y electrodomésticos etiquetados clase A, se logra un 9 por ciento de ahorro de energía; con calefones solares y artefactos sin piloto, un 18 por ciento. Sin embargo, una familia podría ahorrar hasta un 35 por ciento de energía y un 70 por ciento en las facturas de gas y luz, energías usadas para climatización, si migrarán o contemplaran el uso de aislación térmica eficiente en sus viviendas, colaborando no solo con su economía, sino con la energía de todo el país".

Por otra parte la aislación térmica logra menos emisiones de dióxido de carbono, mejora la calidad de los ambientes interiores. También reduce la contaminación acústica que pueda provenir del exterior y protege los materiales de un edificio del sol, evita expansión, quebraduras, extendiendo la vida útil de la construcción y de esa forma colabora con la reducción de gastos en reparaciones. Por otra parte, los materiales de aislación térmica no requieren de arreglos ni recambios, como si lo necesitan las lamparitas o electrodomésticos.

Federico García Zúñiga, consultor técnico de Andima agrega que la utilización de carpinterías eficientes y doble vidriado hermético, es otro aspecto crucial.

Por otra parte, los especialistas suelen recomendar la instalación de artefactos categorizados como Clase A o A+ y calefones sin piloto. Además de utilizar lámparas LED y complementar con algún sistema de energías renovables. García Zúñiga afirma que los edificios consumen un tercio del total de la energía del país. "Dentro de una vivienda -explica con más detalles- un cuarto de su energía se la llevan los artefactos del hogar, otro 25 por ciento el agua caliente sanitaria; pero la mitad de la energía que consume una vivienda tiene que ver con la climatización.


El uso de fuentes de energías alternativas

"Hay edificios de propiedad horizontal en los que el sistema de agua caliente central asistida por paneles solares logra un 50 por ciento anual de ahorro en el consumo de gas para calentar el agua del edificio centralmente", explican en la desarrolladora Grid.

La buena noticia es que la innovación en materia de energía fotovoltaica y paneles solares en particular es constante. Ya hay casos de paneles semitransparentes en las ventanas para tomar energía solar en el frente de los edificios. Otro punto clave es el uso eficiente del agua. En este caso, un sistema de recolección de agua de lluvia puede ahorrar un 50 por ciento de consumo de agua potable solo con los inodoros. Y no es la única manera de cuidar el agua: además de los sistemas de recolección, son necesarios los inodoros de doble descarga y los atomizadores de grifos, que permiten ahorrar hasta un 40 por ciento de consumo.

La tecnología

Es una de las principales aliadas de una casa sustentable. La domótica, es decir, la integración de la tecnología en el diseño inteligente de un recinto cerrado, es cfundamental. Torres afirma que su proyecto es un edificio inteligente. Cuenta con climatización por aire acondicionado split inverter en cada uno de sus ambientes, pre instalación de domótica en las unidades funcionales para que cada propietario ajuste a su comodidad y tomacorrientes para autos eléctricos. Además posee un sistema de vigilancia virtual con control de acceso vehicular, cerraduras digitales, sistema de circuito cerrado de televisión en sectores comunes, control de acceso a ascensores y escaleras de servicio y sistemas de detección de incendios, control de luces y sensorización de puertas de escaleras y espacios comunes. El edificio también contará con un grupo electrógeno que abastecerá la iluminación de los espacios comunes, el monta-autos, los ascensores, los tomacorrientes de las heladeras de cada unidad y los motores y bombas de distribución sanitaria, ante posibles cortes de luz.

Un ejemplo de cómo la tecnología puede ayudar en la eficiencia de un proyecto son los ascensores inteligentes. Estos analizan el tráfico de personas para optimizar el uso de los equipos, determinando así las horas en las que el ascensor tiene picos de funcionamiento o bien posibilitan que los edificios puedan regular automáticamente la cantidad de energía que destinan a su mantenimiento, lo que redunda en las expensas de los edificios.

La vegetación, clave

Los techos verdes mejoran la protección frente al ruido, reducen el efecto de isla de calor de las ciudades y bajan la contaminación del aire, entre otros beneficios. "La vegetación mejora el entorno, regula la humedad, aporta sombra en verano y sirve de filtro y barrera de viento en invierno". Esta fue una de las conclusiones del Foro Nacional de Vivienda Sustentable (FNVS), llevado a cabo en junio en el Centro Cultural de la Ciencia, en Buenos Aires. Torres habla de prevenir el efecto invernadero interno a través de una "envolvente verde" que, en el caso de su proyecto Allegra comienza por un jardín vertical en el hall de acceso al edificio, continúa en los balcones al frente y contrafrente y coronando con la terraza ajardinada. Además, las últimas dos losas serán aisladas de manera térmica y acústica y sus ventanales con doble vidriado hermético lograrán mantener una temperatura ambiente regular, evitando el uso de la calefacción y la refrigeración de forma desmedida. "Como innovación en edificios de viviendas, se colocará en las cocheras de planta baja un sistema de pisos absorbentes que también contribuye a la conservación del medio ambiente, dirigiendo el agua de lluvia a las napas y mejorando significativamente el microclima gracias a su estructura permeable", detalla el desarrollador.

Wadel afirma que con la sustentabilidad no sólo gana el comprador sino también las empresas de servicios, ya que la aislación térmica eficiente colabora, junto con otras estrategias de ahorro, a que con la misma infraestructura, se pueda proveer al doble de construcciones. Sin ir más lejos, en España la concientización sobre eficiencia energética fue creando empresas dedicadas a la producción y desarrollo de nuevos sistemas constructivos, nuevos perfiles de compañías, técnicos y profesionales. También se creó un sistema de financiación, con ayudas bancarias públicas y privadas, con créditos blandos, que financian construcciones con certificación A. En fin, se terminaron los tiempos en los que se maquillaban las obras con jardines verticales.

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