Juan Gabriel Tokatlian: "La Argentina está acumulando una serie de antecedentes alarmantes en relación con Venezuela"

Juan Gabriel Tokatlian, profesor plenario del Dpto. de Ciencia Política y Estudios Internacionales, fue entrevistado por Carlos Pagni en Odisea Argentina. El profesor fue consultado sobre tres temáticas principales: la decisión del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de cancelar su sexagésima asamblea, la política exterior de la administración de Mauricio Macri, en particular respecto a la crisis venezolana y, finalmente, el lugar que viene ocupando el progresismo latinoamericano frente a esta problemática.

Según recordó Pagni, el BID había decidido llevar a cabo su emblemática sexagésima asamblea en China. “Esto despertó inquietud y rechazo en Washington. La dirigencia norteamericana veía la capacidad de cooptación de China en un órgano en el cual los Estados Unidos ha tenido una primacía obvia”, resaltó Juan Gabriel Tokatlian.

Cuando aparece el fenómeno venezolano, Luis Alberto Moreno – presidente del BID – tomó una decisión unilateral desconocida para la región: “Moreno reconoce a Guaidó y luego saca a los representantes de Venezuela de la Junta Directiva del BID colocando a dos representantes que designó Guaidó”, explicó Tokatlian. Frente a esta situación, “los chinos plantearon que no deberían asistir a la asamblea ni representantes de Guaidó, ni de los Maduro, es decir, que quede la silla venezolana vacía”. agregó el especialista.

En este contexto, el vicepresidente estadounidense Mike Pence planteó que el BID estaba siendo cooptado por China. “En respuesta, Moreno decidió suspender el evento en China, generando una situación inquietante para los chinos que permitían evitar la politización de su presencia en la región”, relató el profesor de la UTDT .

De acuerdo con el profesor Tokatlian, este hecho debe ubicarse en el contexto de “la gran transformación que se está dando en el plano global”. Con respecto a esto, explicó: “Con Barack Obama había una disposición de competir y colaborar con China; con Donald Trump hay una decisión estratégica de disputar con China, no solamente contenerla, sino de revertir su influencia”.

La reacción de algunos países fue sorpresiva ya que Estados Unidos logró que países de la región, como Argentina, se alineen en contra de China, cuando este país es un gran inversor y aliado de sus economías. “Macri ha ido incluso más lejos que Moreno”, agregó Tokatlian. “Entiendo que Argentina quiere reemplazar a la representación venezolana de Maduro en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Es decir, quiere hacer un ‘overshooting’ de su adhesión con el FMI y su compromiso con el Gobierno de Trump”, desarrolló el experto.

“Yo creo que aquí están pasando cosas que exceden a la Argentina que son inéditas y peligrosas. Detrás del caso de Venezuela, estamos generando una serie de antecedentes alarmantes empujados, entre otros, por la Argentina. El caso del BID es uno de ellos: que un banco multilateral de la región adopte una posición con respecto de una crisis en un país es desconocido (…) Estamos generando una serie de antecedentes en el caso de Venezuela completamente problemáticos”, agregó Tokatlian.

Teniendo en cuenta el debate dentro del progresismo respecto a Venezuela, el profesor contó que hay un tipo de polarización particular que se está dando en muchas sociedades alrededor del mundo que confluye con la crisis venezolana. Al ser consultado sobre esto, Tokatlian explicó: “El progresismo argentino y latinoamericano tienen un problema severo con Venezuela. Hay dos elementos básicos del progresismo de la periferia: la democracia, y su ampliación, y una convicción anti-imperialista. En vez de utilizar estas dos vertientes para impugnar el hecho de que en Venezuela no hay una democracia, pero a su vez fustigar políticas agresivas, como las de Estados Unidos; el progresismo se ha replegado. El progresismo argentino está equivocándose dramáticamente porque puede pagar un costo electoral muy fuerte, sea Cristina o quien sea”.

Analizando esta polarización en términos locales, Tokatlian opinó: “Frente al tema de la polarización estamos pensando con una mirada de muy corto plazo. Esto agudiza disputas y puede dar dividendos electorales. Sin embargo, la Argentina no tiene un mapa de ruta internacional. En los últimos veinte años Argentina ha perdido la brújula de hacia dónde va y hacia dónde podemos ir”.

Finalmente, el especialista concluyó preguntándose: “¿Cuántos países en el mundo con liderazgo conocen que tienen su economía supervisada por el FMI, más del 30% de su población en pobreza, dejaron de invertir en ciencia y tecnología? Esto no nos da influencia, prestigio ni liderazgo. Sin embargo, esto no es un problema de Macri, sino que es algo que le antecede, pero que se está agudizando. Hay una Argentina real y una imaginaria, tenemos un ‘gap’ tan grande que creemos que estamos jugando en las grandes ligas, pero en verdad no lo estamos”, concluyó.

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