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Clarín
21/03/19

Obras con arte para transportarse al cielo

Por Berto González Montaner

El segundo puesto de los premios a la arquitectura del Fondo Nacional de Artes se lo llevó la terraza de la UTDT en la sede de Figueroa Alcorta, proyectada por RDR arquitectos y con paisajismo de Grupo Landscape.

Cafayate es una pequeña localidad en el Sur de la provincia de Salta, en los valles Calchaquíes, rodeada de macizos rojizos y con una población que alcanza los 15.000 habitantes. De esa región es oriundo Ignacio Carón, uno de los integrantes del equipo internacional CCFGM. Carón estudió en Mar del Plata y luego hizo una maestría en Navarra, pero decidió volver a su pueblo y desde allí repartir arquitectura. El año pasado con CCFGM ganó premios ARQ FADEA a la Obra Pública (NOA) por el Balneario Municipal y la Estación Terminal de Cafayate. Ahora, CCFGM se llevó el primer premio del Fondo Nacional de las Artes por el Parque Barrio El Socorro, en la misma localidad. Un magnífico proyecto topográfico que a través de terrazas y escalonamientos de piedra va armando lugares de encuentro y de recreación.

El segundo puesto se lo llevó otro espacio abierto, la terraza de la  UTDT  en la sede de Figueroa Alcorta, proyectada por RDR arquitectos y con paisajismo del Grupo Landscape. Fue concebida como un parque capaz de albergar lugares de ocio, gastronómicos, auditorios y sectores para actividades académicas y deportivas, disfrutando de las vistas hacia el río y la ciudad.

El tercero, de una escala muy menor, también podría decirse que premia un espacio a cielo abierto. Es apenas y tanto como la renovación de la fachada de una casa velatoria en Rosario. Ahí Miguel Ortego propone un particular patio de acceso en ladrillo para mirar al cielo.

Estrategia similar y de sentido absolutamente distinto propone Tolva, una de las 10 instalaciones realizadas en madera para la tercera edición de Helio Wood en Entre Ríos. El estudio BAAG generó un dispositivo que opera con una tolva y una plataforma de madera tensada. “La tolva invertida hace las veces de protección, de amparo y de contención. Dirige las visuales de quienes están en la plataforma encuadrando el cielo”.

De este tenor creativo son las piezas realizadas por un selecto grupo de jóvenes arquitectos, y un numeroso y entusiasta grupo de estudiantes. Por caso, si Tolva me pareció la más acabada y contundente; la de Silvestre Castellani, la de mayor sofisticación formal: Adentro-Afuera es un mosquito, un elefante, un mirador, un tobogán en la Pampa. Hojarasca, de Estudio Buró, de las más ocurrentes. Apela a recuerdos de infancia como el de trepar árboles y hasta reproduce el efecto “hojas en movimiento” con puntales de madera que cuelgan de lo alto de la estructura. Y Dis-Positivo, de los diseñadores cordobeses del estudio Parvas, la mejor construida. Recurrieron a la metáfora de la semilla para responder a la consigna de los organizadores: Espacios de Contención; espacios Con-tensión. Un interior como espacio de refugio y un exterior que “busca interpelar e intimidar para asegurar la vida que contiene”. Pero más allá de lo acertado o no de la metáfora, la pieza construida sobresalió por su confección y el cuidado en los detalles. Un terreno que manejan con holgura estos diseñadores industriales. Seguramente por eso mismo: por ser diseñadores industriales.

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Publicado en: Arquitectura
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