Di Tella en los medios
La Nacion.com
19/02/19

La educación argentina, en el limbo

Por Andrés Hatum

El profesor de la Escuela de Negocios de la UTDT escribió sobre la actualidad de la educación en el país. "Hace falta en el país un nuevo modelo educativo impulsado por líderes que no tengan miedo del impacto político de dichos cambios. Un nuevo Sarmiento que posea la visión de la educación argentina para el siglo que viene".

Asistimos en este mes de febrero a un espectáculo fellinesco en el marco de las paritarias docentes de la Provincia de Buenos Aires. En esa reunión el señor Miguel Díaz, representante de Udocba (Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires) insultó al Director General de Cultura y Educación bonaerense, Gabriel Sánchez Zinny. "Lo único que hacés es rascarte las pe.", dijo Díaz con un vocabulario vulgar y de forma violenta. Una vez más, la agónica paritaria docente demuestra el resquebrajado sistema educativo del país.

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Nuestro sistema educativo establece que los chicos deben tener 180 días de clase, premisa que no se logra cumplir desde el advenimiento de la democracia en 1983. Es un sistema donde los representantes sindicales no han pisado un aula en años y, si se les piden que muestren sus títulos docentes, se sientes estigmatizados. También es un sistema donde los representantes políticos no han sabido mejorar el sistema sea por ignorancia o inoperancia. ¿Las consecuencias? Muchas y malas.

Primero, el prestigio de los docentes argentinos en nuestra sociedad está entre los más bajos del mundo, según surge de una investigación que midió el tema en 35 países. El GTSI (Global Teacher Status Index) que combina indicadores tales como respecto a los docentes, la percepción social del estatus docente, la preferencia por elegir esta profesión y el respeto de los profesores por parte de los alumnos, considera a la Argentina uno de los peores países analizados, en el puesto 31.

Para los autores de este estudio, existe una correlación directa entre el resultado del índice con la probabilidad de tener más altos puntajes en las pruebas como las PISA, donde el país tambalea. Algunos datos espeluznantes del reporte para el país: solo el 15% de los argentinos cree que los alumnos respetan a sus profesores. Una profesión que es poco respetada y no valorada, difícilmente vaya a ser elegida.

El segundo tema que surge como crítico para el sistema educativo son los sueldos docentes. Nadie duda que muchas jurisdicciones hacen lo que pueden y que a los gobernadores les encantaría pagar buenos sueldos. Pero con las ganas no alcanza. Según la Universidad de Belgrano, que analizó datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos), la Argentina se ubica en el puesto 34 sobre 37 países. De los 33 países que se encuentran mejor posicionados que la Argentina, los primeros 5 triplican sus valores salariales anuales.

El tercer tema es la calidad de la representación docente. El sindicalismo docente argentino es uno de los más reaccionarios de la región. La palabra mérito les genera escalofríos a los jerarcas sindicales del sector que viajan en primera clase a Europa y no tienen idea lo que significa un aula y, menos aún, la actualización pedagógica y tecnológica necesaria.

Status quo y antigüedad regentean aún las mentes retrógradas sindicales que hacen paros al menor atisbo de que el docente será evaluado. Lacras del sistema que no dejan progresar, los sindicalistas son los peores enemigos de los propios docentes. Y cuando uno duerme con el enemigo, termina siendo cooptado por él.

Finalmente, todo afecta al prestigio de la escuela argentina, admirada en su momento en la región como modelo a seguir. Y si bien en los últimos años mejoraron los índices de inclusión, todavía la escuela pública lidia con docentes-taxis que cambian de escuela para poder abarcar más trabajos y niveles de matriculación negativos, según el experto en políticas educativas Mariano Narodowski. Desde 2003 todo el crecimiento en la matrícula primaria se dio en colegios privados y, en los públicos, decreció 9% confirma el experto.

El flagelo del ausentismo docente que ronda en 15%, y el hecho de que la mayoría de los alumnos no terminan la secundaria, son también temas pendientes de resolución.

Hace falta en el país un nuevo modelo educativo impulsado por líderes que no tengan miedo del impacto político de dichos cambios. Un nuevo Sarmiento que posea la visión de la educación argentina para el siglo que viene.