Bernardo Kosacoff: "Sería un enorme error volver a atrasar el tipo de cambio real"
El miembro del Consejo de Dirección y profesor de la Escuela de Negocios de la Di Tella analizó la compleja situación económica actual, donde el dólar es uno de los tantos factores que influyen. "Haber ido al FMI fue la última alternativa para no permitir el colapso económico", advirtió.
La polémica desatada en los últimos días en la City por la estabilización del dólar en un entorno de inflación elevada, factor que genera un nuevo atraso cambiario, fue abordada por el destacado economista Bernardo Kosacoff, que es muy escuchado en el ámbito empresario, y que recibió a iProfesional para analizar e intentar brindar algunas respuestas sobre el complejo contexto actual.
Para el experto, sería un error que el Gobierno vuelva dejar atrasar al tipo de cambio, debido a que se perdería parte de la competitividad lograda. Más allá de esto, considera que la cotización del billete estadounidense no puede ser el único factor a tener en cuenta para analizar el posicionamiento en el comercio mundial de un país, porque sostiene que en realidad existe un conjunto de condiciones determinantes.
Así, Kosacoff cree que Argentina se encuentra en una posición privilegiada para crecer y posicionarse en el mundo, y que se debe mirar con detenimiento al mercado interno.
Autoridad para sostener estos conceptos le sobra, debido a que, por ejemplo, fue Director de la CEPAL-Naciones Unidas (ONU) en Argentina, desde 2002 hasta junio 2010.
También recibió el Premio Konex Platino como figura más destacada por su trayectoria en la década 1997/2006 en la disciplina “Desarrollo Económico”. Y fue nombrado como “Personalidad Destacada de la Ciencia” por la Legislatura de laCiudad Autónoma de Buenos Aires en 2011.
Además, entre su extensa trayectoria profesional, se puede mencionar que es profesor titular en la Universidad de Buenos Aires y del MBA de la Universidad Di Tella.
-¿Cómo ve a la economía Argentina?
Estamos en una situación difícil. Pasamos por una fuerte incertidumbre cambiaria donde en abril había serias dudas para el cumplimiento financiero del Gobierno y el fantasma del default. Eso generó de forma acelerada desequilibrios que pusieron en duda el buen funcionamiento de la economía.
Por eso el Ejecutivo tomó un conjunto de medidas para tranquilizar al mercado parallegar a una situación controlada el año que viene. Pero esto implicó una fuerte devaluación, una política monetaria contractiva y que haya altas tasas de intereses para disminuir la tentación de ir a la compra de divisas.
Esto tiene efectos colaterales para la mayoría de la población, como una reducción notable del nivel de actividad, caída del empleo y un efecto de aceleración inflacionaria que afectó en el poder adquisitivo de los sectores asalariados.
-¿Y de ahora para adelante qué podemos esperar?
Creo que ahora estamos en el piso, y hay una expectativa de salir hacia adelante.Una salida que no va a ser ninguna locomotora, ni mucho menos. Va a ser lenta y heterogénea. Hay muchas especulaciones sobre cuándo esto va a ser percibido por los agentes económicos y estará condicionado por el proceso el eleccionario del año que viene.
Claro, para el Gobierno, cuanto antes se salga de la crisis y mayor perciba una mejora la gente, tendrá más posibilidades de alcanzar la reelección.
-¿Cuánto se contraponen la necesidad del Gobierno de ser reelegido y la necesidad que tiene de bajar el déficit fiscal?
Haber ido al FMI fue la última alternativa para no permitir el colapso económico que hubiese tenido consecuencias más nefastas. El costo que se paga este acuerdo es el nivel de la actividad y empleo actual, que no es popular, pero es mucho menos negativo que haber llegado a una crisis.
Existen algunas fuentes para pensar que la Argentina puede recuperar su capacidad de volver a crecer y esto es el objetivo fundamental, asociado a disminuir la inequidad que se incrementó en esta sociedad con los efectos colaterales de los meses pasados.