Pablo Gerchunoff: "Para poder realizar una reforma modernizante, Argentina necesita un tratado de paz"

Haciendo referencia al título del libro “El ciclo de la ilusión y el desencanto”, coescrito por el profesor Pablo Gerchunoff junto a Lucas Llach, Laura Di Marco le consultó por qué Argentina aún se encuentra sumergida en ese proceso. “Cuando uno se enfrenta a casos de este tipo, a países con estos ciclos vertiginosos que pueden derivar en tendencias a la decadencia relativa respecto a otros países, hay dos caminos posibles para seguir: uno es decir que los políticos se equivocaron todo el tiempo, la idea de que la dirigencia es desde siempre un desastre; el otro camino posible es pensar que la sociedad y la economía argentina tienen algunos rasgos particulares y que, por lo tanto, hay que tener un poco más de piedad con los gobiernos y pensar más complejamente cómo es la sociedad y la economía”, respondió el especialista.

A pesar de hacer referencia al factor cultural, el profesor apuntó: “La cultura cambia en 500 años. Tengo la esperanza de que no sea la cultura, de que sea algo que podamos cambiar un poco más rápido”.

El experto advirtió que el problema federal es acarreado por la Argentina desde sus orígenes como nación y ése es un factor importante para entender los problemas económicos. “Argentina es una nación federal enormemente desigual. La provincia de Buenos Aires no es hoy una provincia rica como era antes, alberga, a 20 km de la Casa Rosada, un aluvión de pobres y marginales que son una novedad extraordinaria si uno mira la historia argentina en el largo plazo”, indicó.

“Es una novedad que viene desde la década de 1930 pero se acelera muy fuerte en la década de 1990. Ahí si hay que hablar de la responsabilidad de la política pública, porque las políticas de Menem aumentaron mucho el desempleo de los trabajadores no calificados y estos pasaron a vivir como pudieron desde entonces hasta que en los años 2000 aparecieron los programas de protección social”, especificó Gerchunoff.

Recapitulando, sentenció: “Tenemos el conflicto federal y estamos sobreimprimiendo sobre ese conflicto un conflicto de clase que va más allá de la marginalidad y de la pobreza. Es un conflicto en donde las aspiraciones de consumo de la sociedad no pueden ser satisfechas por nuestras capacidades productivas. Hay una inconsistencia entre nuestra verdadera riqueza y nuestras aspiraciones de consumo”.

Consultado acerca del gobierno de Mauricio Macri, Gerchunoff manifestó que es muy pronto para sacar conclusiones. “La vocación modernizante está en el discurso de Macri pero la práctica de la política pública es salir de la emergencia”, aseguró respecto al presente del Gobierno.

“Macri va a terminar el mandato y estamos discutiendo si puede continuar o no, eso es una novedad para un Gobierno no peronista”, recordó el especialista. “Yo diría que como están hoy las cosas lo que vamos a ver, en el mejor de los casos, es que la primera presidencia de Macri habrá sido una presidencia de reordenamiento que ataca las cuestiones de la emergencia y, si tiene una segunda, tendrá la oportunidad de ser modernizante de verdad”, apuntó.

Respecto al plan económico del presidente, Gerchunoff advirtió al presidente: “Menem tuvo inversión extranjera directa, pero tuvo un influjo de capitales especulativos de corto plazo, llamar a eso modernización es un error. Macri en un primer momento también tuvo inversión a corto plazo. Pero yo espero que el cachetazo que sufrieron les dé una lección si tiene una segunda oportunidad y sepa que el rumbo de la modernización y el progreso es más lento y menos excitante”.

“Yo si tuviera que describir al Macri del primer momento, hasta abril de 2018, era un hombre que tenía una utopía que era mantener el consumo cristinista en la sociedad y adosarle la inversión desarrollista. Una combinación imposible entre Cristina y Frondizi”, recordó el profesor. Sin embargo, después de dicho mes, aseguró que el presidente se vio forzado a cambiar los planes.

De cara al futuro económico del país, Gerchunoff dijo: “Argentina necesita para poder realizar una reforma modernizante un tratado de paz. Significa que aquel que va a ceder, tiene que tener un pagaré por los beneficios futuros que se van a obtener por lo que está cediendo. Mientras estas discusiones no existan, vamos a vivir en ciclos de ilusión y desencanto en todo momento. Me parece que tenemos que cambiar para ir a un escenario en el que podamos llegar a acuerdos que nos saquen del círculo infernal”.

Consultado acerca de la inflación de la cual no se ha podido salir, expresó: “La inflación es el emergente del ciclo de la ilusión y el desencanto. Una clase media aspiracional que quiere consumir más, sumado a la necesaria atención y protección social a los sectores marginados por las modernizaciones fallidas, generan una presión sobre los recursos que fatalmente termina siendo financiada o con emisión monetaria o con deuda. Cuando la deuda no puede pagarse termina en inflación. Si no existe el tratado de paz y el camino lento de la modernización inclusiva, no vamos a salir”. En ese sentido, advirtió: “La idea no es salir a buscar fondos de corto plazo porque eso después explota”.

“El gobierno de Cambiemos podría haber hecho otras cosas antes de recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI). Una vez que se produjo el freno súbito del ingreso de capitales y Argentina chocó contra la pared, no tiene otro camino”, aseguró Gerchunoff. Ahora bien, ya inmersos en esta dinámica, el especialista aseguró que “hoy Macri puede afrontar esa crisis porque tiene el apoyo de Trump y el del FMI y eso, externamente unido a un paraguas de protección social que no existió en 2001, le da una chance que si no no hubiese tenido”.

En cuanto a las alternativas antes de recurrir al fondo, el especialista manifestó: “Creo que antes de recurrir al FMI debió haber sido gradualista en lo fiscal, pero sobre todo no ilusorio en la política antiinflacionaria. No se podía bajar la inflación como lo pretendían y de hecho es un objetivo abandonado por el momento. Lo que creo es que una macroeconomía gradualista más robusta y consistente entre el Ministerio de Hacienda y el Banco Central hubiera evitado el choque de abril”.

“Siempre estamos en el pelotón de los países vulnerables porque el ciclo de la ilusión y el desencanto aumenta la vulnerabilidad de la economía y de la sociedad. Esa volatilidad, cuando la mirás en el largo plazo es descendente”, aseguró el experto.

Para finalizar, Gerchunoff realizó un análisis del próximo año: “Lo que más me importa del año que viene es si entramos en una dinámica exportadora con una coalición pro exportadora que le dé sustento. Es decir, generar riqueza de verdad. Si la Argentina tiene un largo plazo, se organiza un corto plazo. Si yo el año que viene veo un largo plazo que me da cierta esperanza, las cosas de corto plazo se resuelven”, concluyó.

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