Juan Gabriel Tokatlian: "Hay una porción cada vez más significativa del electorado a la que no le interesa la política"

En el programa “¿Y ahora quién podrá ayudarnos?”, el profesor Juan Gabriel Tokatlian advirtió que el triunfo del candidato del Partido Social Liberal no es un hecho aislado en la política mundial. “Tengo la sensación que tenemos problemas serios en el modo de entender qué es lo que está pasando en la realidad nacional e internacional”, advirtió el experto. Según él, los especialistas se están “sorprendiendo continuamente” por los sucesos políticos globales y "eso debería ser lo que sorprende".

Según Tokatlian, el caso brasileño tiene una singularidad: “Combina cuatro crisis simultaneas: la crisis de los partidos políticos. El sistema político que llevaba a la moderación y una fuerte institucionalización está totalmente quebrado; Una crisis económica fenomenal, el PBI cayó en los últimos 4 años el 8%,, en un país que venía en ascenso; En tercer lugar, la crisis de la inseguridad, Brasil tiene un problema de violencia importante, la tasa de homicidios es 30,8 mientras que la argentina es 5,2; la cuarta crisis es la crisis del Partido de los Trabajadores (PT), de un formato de progresismo que careció de autocrítica”.

En este sentido, el experto indicó que esos cuatro factores “favorecieron la emergencia de un sujeto que estaba en los márgenes de la política”. “La centro-derecha brasileña creía que tenía un conjunto de intereses que iban a hacer que la caída del PT fuera usufructuada por ella, y surgió alguien en el extremo que puso en entredicho todo el sistema político y tiene una acogida fenomenal”, manifestó.

A pesar de esto, Tokatlian sostiene: “Si se combina la tasa de abstención, más la tasa de votos nulos, hay 42 millones de brasileños que no sabemos qué opinan”. Según el especialista, “hay una porción cada vez más significativa del electorado que no le interesa la política y esto facilita aún más las posiciones extremas que vienen a llenar un vacío ante un horizonte no claro y se presentan como una propuesta que parecería tener alguna consistencia”.

El escenario político es complejo, explicó el profesor, y allí surge una paradoja fundamental: “Estábamos en una amplitud relativa de los derechos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Ahí aparece el debilitamiento notorio del Estado de bienestar y de la democracia liberal”. En este contexto, el experto advirtió que “se vota respecto a un pasado que se glorifica. No hay una visión de futuro: el progresismo no la expresa. El Estado de bienestar colapsa y todo lo que sea regresivo, pero protector, es cada vez más bienvenido”. “Es algo contra los derechos adquiridos, pero también en función de algo que se perdió, porque, así como hubo sectores que ganaron, hubo muchos descensos y restricciones”, agregó Tokatlian.

En la actualidad hay dos senderos que se abren de cara al futuro. En ese sentido, el especialista anunció: “Estamos ante escenarios bifurcados. Es decir, un sendero nos puede llevar a salidas progresistas, de avances de derechos y bienestar en un conjunto de cuestiones. El otro, nos puede llevar por un camino reaccionario”. Frente a esto, Tokatlian opinó: “Creo que las coaliciones reaccionarias van a tener más avances en los próximos años”.

Hay un actor que emerge progresivamente en el continente como fundamental en el campo político: los evangélicos. “Los evangélicos tienen hoy una presencia en la región superior a hace 20 años: acaban de elegir un presidente en Guatemala; en Colombia, en el plebiscito para la paz, el voto evangélico en contra fue central”, comentó Tokatlian. 

Respecto a dicha situación en Argentina, agregó: “Hay una serie de condiciones que nos han mostrado una presencia social creciente de los evangélicos. Es una presencia social que quiere transformarse en acción política y en algunos temas interviene, pero no tiene todavía un proyecto electoral”.

En esta línea, la “crisis del catolicismo” es central. “La crisis es elocuente, la retracción, la poca convocatoria, la falta de una actualización”, aseguró. Así, los evangélicos proponen algo distinto que parece movilizar más a las masas hoy en día: “No hablan de la pobreza, ni les interesa eso como un tema eje. Lo que exaltan es el yo, es el ego. Eso genera una serie de sujetos que se sienten, en algún sentido, empoderados. Entonces tenemos sujetos más empoderados que además tienen una sensibilidad social”.

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