Di Tella en los medios
La Nación
8/08/18

En busca del CV perfecto: es el currículum, estúpido

Por Andrés Hatum

El profesor de Management de la Escuela de Negocios de la UTDT describió las cualidades que tiene que tener un currículum perfecto y dio una serie de recomendaciones para su realización. "No hay que sobrevenderse. Hay que lograr mostrarse atractivo tratando de ser objetivo", explicó Hatum.

"Genero los mejores negocios, sé actuar con los mejores talentos y hago vibrar la mejor experiencia de venta". "Líder de equipos, generador de resultados. Un verdadero disruptivo organizacional. Sé adaptarme y reinventarme cuando es necesario utilizando mi creatividad para lograr los mejores resultados para mi área y la empresa".

Estos dos casos reales son pésimos ejemplos de vocabulario utilizado en la descripción del propio perfil profesional en el currículum que terminan haciendo parecer a los candidatos más estúpidos o soberbios de lo que realmente pueden llegar a ser.

A la hora de presentarse, hay que evitar sobrevenderse y eludir la tentación de creerse más creativo utilizando términos inusuales

Muchas veces existe la tentación de creerse más creativos por usar ciertos términos, aunque las mismas palabras solamente terminan generando rechazo en los reclutadores.

Redes como LinkedIn suelen publicar los términos más utilizados en los perfiles de los usuarios. La lista de la propia red incluye: líder, creativo, experto, estratégico, exitoso, motivado, apasionado, entre otros esperpentos lingüísticos.

A lo largo de mi carrera corporativa y docente he visto en varios perfiles poner: "Apasionado por el management". A nivel profesional poner que uno es apasionado por el management, los impuestos o la logística puede no ser una buena idea. De hecho, una descripción como la mencionada puede provocar risas o dudas de parte del selector.

No hay que sobrevenderse. Hay que lograr mostrarse atractivo tratando de ser objetivo. Esto se logra intentando generar descripciones más precisas del perfil profesional que uno tiene. Poner que uno es líder es absolutamente irrelevante y hasta puede ser contraproducente. Será otro el que decida y defina si uno es o no líder.

Descripción clara

¿Qué se debe incorporar en el CV? La trayectoria profesional con una descripción clara y sucinta de las posiciones que se han tenido a lo largo del tiempo. También, los logros obtenidos. Si estos muestran indicadores precisos, tanto mejor.

El background académico es más relevante al inicio de la carrera, pero las actualizaciones y especializaciones como un MBA o máster de especialidad son valoradas y apreciadas.

Los idiomas cuentan y mucho. El inglés es un requisito en muchos trabajos. Pero a no equivocarse: poner que uno habla inglés sirve si es algo real.

Hay que evitar pasar papelones por querer demostrar algo que uno no es o no sabe. De nada sirve poner en el CV "nivel de inglés intermedio" si no se puede modular una oración. Hay que demostrar el nivel a partir de alguna evaluación confiable como el Toefl o los exámenes de Cambridge. El resto es basura no creíble.

¿Hay que poner hobbies o pasatiempos? Si uno los tiene, definitivamente. Pero es fundamental incluir en el currículum el verdadero hobbie. De nada sirve inventarse un pasatiempo o actividad para quedar bien con el entrevistador. La pueden terminar pasando mal en una entrevista.

El CV es una carta de identidad, una herramienta que muestra claramente quién es el candidato, cómo se puede diferenciar de otros profesionales y cuál es el valor que puede aportar a una organización. En este sentido, hay que diferenciar el lenguaje que se utiliza en las redes sociales del que puede aplicar en un perfil profesional (sea en el CV o en LinkedIn).

Muchas veces se pretende ser originales con expresiones risueñas como "amante de la vida". Estas pueden ser expresiones poco felices para un CV profesional.

Finalmente, hay recordar que las palabras que se usan no son ridículas en sí mismas. Las personas que las usan fuera de contexto lo son.

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