Ernesto Schargrodsky: “La escolaridad simple restringe a las mujeres”

Las mujeres tienen mejor promedio que los hombres en la universidad y también los superan en matrícula. “Algún día, las empresas y el Estado se preguntarán por qué están desperdiciando ese talento que no llega a los mandos medios y altos”, planteó en la última conferencia de la UIA el rector de la Univesidad Torcuato Di Tella, Ernesto Schargrodsky.
En diálogo con PERFIL, consideró que la jornada completa en la educación pública permitiría a las mujeres mejorar su participación en posgrados y el mercado laboral.

—¿Cómo se llega de una mayor participación de las mujeres en la universidad a una menor en el mercado laboral?

—Las mujeres tienen menor nivel de deserción y mayor tasa de finalización de los estudios en los niveles secundarios. En la universidad ha ido aumentando la participación de las mujeres y en la  UTDT  lo que vemos es una diferencia en el rendimiento en los éxamenes a favor de las mujeres en promedio, a nivel de grado. Esa diferencia positiva desaparece o cambia bruscamente en los estudiantes de posgrado.
Hay un impacto de la maternidad y aspectos culturales por lo que hay bastantes mujeres menos que hombres en los estudios de posgrado y eso se replica en el mercado laboral. Tenemos pocos puentes o mecanismos para que las mujeres puedan compensar el impacto de la maternidad sobre su formación posuniversataria y su performance en el mercado laboral.

—¿Qué medidas podrían implementarse para favorecer esa participación?
—Un aspecto de política pública que se podría mejorar es el acceso de los chicos a la escolarización de jornada completa. La educación pública es básicamente de jornada simple. Esto genera una diferencia en la calidad de la educación y las horas de estudio pero también juega un rol importante en la oferta laboral de las madres. Al recaer sobre las mujeres una mayor atención de los hijos, la jornada simple impone una restricción fuerte para muchas mujeres.
Si bien es costoso en infraestructura y número de maestros, una extensión de las escuelas en la jornada completa, además de tener un impacto positivo sobre la educación de los chicos, ayudaría a aliviar a los grupos de menores recursos que no pueden financiar que sus hijos vayan a una doble jornada.

—¿Cuánto influye el sesgo?
—Algunos artículos muestran que está mal para las mujeres aparecer como competitivas.
Son sesgos culturales que deberíamos combatir. La Argentina tiene un déficit en la formación de matemática, donde tenemos una performance pobre a nivel internacional. No hay causas naturales. En la última graduación, el mejor promedio de todas las carreras de grado fue para una mujer.