Di Tella en los medios
La Nación
6/09/17

Organizaciones venenosas: señales para detectar una empresa tóxica

Por Andrés Hatum

El profesor de la Escuela de Negocios explica "las claves para darse cuenta si se está trabajando en una compañía que termina siendo dañina con sus empleados"

Al llegar al trabajo a muchos les duele el estómago. En algunos casos, se animan a consultar a algún amigo o a un psicólogo por temor a tener ataques de pánico. Y al llegar la hora de salir del trabajo, lo único que sienten es alivio. Éstos pueden ser algunos síntomas de gastroenteritis o de que estás trabajando en una empresa tóxica.

¿Qué provoca que una organización se vuelva venenosa? ¿Cuáles son los niveles de toxicidad de ese veneno? En una encuesta llevada a cabo por Mitchell Kusy y Elizabeth Holloway, los autores del libro Gestión de personalidades tóxicas y sus sistemas de poder, el 64% de la gente está trabajando con alguien al que considera tóxico. Y el 94% de los encuestados dijeron que alguna vez han trabajado con alguien tóxico en el transcurso de su carrera. Todo esto genera consecuencias económicas negativas en el trabajo: ausentismo, problemas de salud, baja moral y baja productividad. Sí, el veneno se esparce.

Nivel bajo de toxicidad: los resistentes al cambio. La agilidad que las empresas requieren hoy se puede ver truncada con el grupo de los resistentes a cualquier modelo de organización que afecte el statu quo. Ante la necesidad de cambio, estas personas resistirán todo lo necesario para evitar un ajuste organizacional que afecte su trabajo, su forma de vida y, en última instancia, su poder.

Para lograr esto no escatimarán en alentar a aquellos que pueden generar focos de incendio en la empresa así como desafiar y amilanar a aquellos que quieren algún tipo de cambio. Estas personas pueden hacer que el estrés de la organización vaya en aumento y que los virus tóxicos se propaguen en donde consideren necesario. Todo por sabotear el cambio. La mejor forma de sobrevivir a una empresa como ésta es no vociferar las necesidades de cambio y no convertirse en un paladín de éste cuando otros se esconden.

Nivel medio de toxicidad: agresividad generalizada. Los ambientes más venenosos incorporan la agresividad y la ironía como norma corriente de trabajo. Desde ironías por llegar tarde -"parece que el señor tuvo una mala noche"- hasta agresividad y violencia verbal en reuniones o en el trato personal.

Las oficinas agresivas hacen que muchos empleados pasen del shock inicial de entender cómo responder a la violencia verbal a, directamente, ser violento como los otros para poder sobrevivir a semejante lugar. No han de extrañar síntomas físicos de malestar para aquellos que tienen que generar los anticuerpos para poder subsistir a un trabajo con las características antes mencionadas.

En estos contextos llegan al poder quienes logran manejar las cuotas de agresividad y pueden apuntar los misiles teledirigidos para hacer efecto en el momento oportuno. Los blandos y los suicidas no sobreviven en estas organizaciones.

Nivel alto de toxicidad: liderazgo narcisista y poco creíble. Éste es el peor grado de organización tóxica. Al líder narcisista no le importa lo que les pasa a sus colaboradores, tiene un excesivo foco en sí mismo que interfiere en el desarrollo de una cultura positiva. Este líder no es creíble para la organización y, por lo tanto, dificulta la construcción de confianza entre colegas y colaboradores.

En una oficina con un líder de estas características cada uno hace su juego, se esconde información, el "radiopasillo" reina y la desconfianza aflora por todas partes. La forma de sobrevivir a una organización de alto nivel tóxico es no confrontando directamente al líder, ya que su exceso de soberbia podría ser un boomerang en contra de quien ose confrontarlo. Estos líderes aprecian el profesionalismo de otros en la medida que les sirva a ellos.

Si se está incómodo en el trabajo, se tienen síntomas físicos cada vez que se ingresa a la oficinas, aparecen picos de estrés o ataques de pánico, puede ser que sea hora de buscar trabajo en otra empresa, en una ONG o instalarse en las sierras de Córdoba para encontrar una mejor calidad de vida.

Signos en la oficina

Ironías para todos

Las organizaciones venenosas se caracterizan por tener oficinas agresivas en las que es muy común la violencia verbal y el uso de la ironía en el trato cotidiano.

Líderes narcisistas

Otro elemento común es el líder al que sólo le interesa cumplir sus objetivos.

Desconfianza

Los ambientes tóxicos se caracterizan por el ocultamiento de la información y la desconfianza, que aflora en todas partes.