ARCO apuesta por el nuevo talento argentino

ARCO sigue apostando por Latinoamérica. Con una gran dosis de simbolismo, a espaldas del Museo Nacional de Bellas Artes, donde descansa lo más granado del arte argentino, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo presentó en Buenos Aires su edición de 2017, que tendrá a Argentina como país invitado. 

ARCO mantiene así su respaldo a los nuevos talentos artísticos latinoamericanos tras las ediciones dedicadas en el pasado a México, Brasil o Colombia. 

"La vocación latinoamericana de ARCO continúa", coincidieron durante la presentación los responsables de Ifema, Eduardo López-Puertas, y Arco, Carlos Urroz. 

Una vocación que ha convertido a ARCO en el principal escaparate del arte latinoamericano en Europa. La feria (que se celebrará en Madrid del 22 al 26 de febrero de 2017) pretende ser un año más un canal de "descubrimiento de talentos y nuevos artistas", a juicio de López-Puertas.

A la feria, organizada por Ifema, acudirán en febrero doce galerías argentinas seleccionadas por el comité organizador y una nutrida tropa de artistas entre los que figuran nombres reconocidos ya internacionalmente (Alberto Greco, Eduardo Stupia, Mirtha Dermisache); otros nuevos para el mercado europeo (Diego Bianchi, Pablo Accinelli, Sol Pipkin), y creadores conceptuales también incluidos en diferentes secciones del programa (David Lamelas, Víctor Grippo, Edgardo Antonio Vigo).

Una selección de artistas que ha sido coordinada por la curadora (comisaria) argentina Inés Katzenstein, directora del departamento de arte de la Universidad Torcuato Di Tella: "Con la selección de galerías y artistas se intenta generar un equilibrio entre la presencia de galerías de larga trayectoria y pequeñas galerías de arte emergente; entre artistas fundamentales del arte argentino desde la década del sesenta y jóvenes que hoy exploran nuevas formas de arte y subjetividad".

La elección de los artistas y sus obras trata de representar, según la comisaria, la pluralidad de una escena en la que conviven las tradiciones conceptuales con otras exploraciones artísticas. 

No habrá en ARCO una imagen monolítica del arte argentino. La muestra jugará con la relación del arte y la escritura (artistas-poetas, fusión de dibujo y grafismo) y con la experimentación (artistas que trabajan con el cuerpo propio y ajeno). Una propuesta resumida así por Katzenstein: "Queremos ofrecer una imagen fuerte y plural del arte contemporáneo argentino". Y, ante todo, como enfatizó el ministro de Cultura argentino, Pablo Avelluto, Argentina pretende mostrar en ARCO una imagen "moderna y transgresora, el retrato de una cultura viva". 

"ARCO -subrayó Avelluto- es una oportunidad extraordinaria para dejar atrás nuestra melancolía de tango, aquello que fuimos, para mostrar ya no lo que hicimos sino lo que están haciendo hoy nuestros artistas".

Además de las galerías seleccionadas para representar a Argentina (diez de las cuales ya han participado en ediciones previas), el desembarco del país sudamericano en la feria se completará con varias exposiciones en Madrid, un despliegue en espacios emblemáticos de la ciudad (como los museos Reina Sofía y Thyssen-Bornemisza o La Casa Encendida) donde se podrán ver obras de artistas como Leandro Erlich, Jorge Macchi o Irene Kopelman.

Ese programa paralelo, a cargo de la comisaria Sonia Becce, tendrá como plato fuerte la exposición colectiva "En el ejercicio de las cosas", una amplia muestra de medio centenar de artistas de diferentes generaciones.A través de sus 35 ediciones anteriores, ARCO se ha consolidado como el principal referente del arte latinoamericano en Europa. En la próxima cita de febrero ese punto de encuentro entre las dos orillas continuará: habrá 43 galerías (de un total de 199) procedentes de diez países latinoamericanos.