Di Tella en los medios
El Cronista
3/10/14

"El electorado de Brasil no es politizado"

ENTREVISTA. Germán Lodola: director de la maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Torcuato Di Tella

- Las encuestas en Brasil transmiten la sensación de que el escenario cambia minuto a minuto... ¿lo ve así? 
- –Si uno lee la eleccion brasileña desde la política argentina no la entiende porque son dos mundos diferentes. En Argentina estamos acostumbrados a ver que el presidente tracciona, que lo importante es encolumnar a la tropa para evitar fugas. En Brasil es distinto: los presidentes son siempre minoritarios y lo que hay que mantener es un gobierno de coalición, y en esto Rousseff tiene más ventajas que Marina Silva. Lo otra diferencia es que en Argentina la negociación viene por el lado de los gobernadores o intendentes. En Brasil no, porque el sistema de lista abierta permite liderazgos personalistas dentro de los partidos políticos, los diputados negocian individualmente, sin responder a un gobernador. De allí que sea más importante el resultado en el Congreso que el estadual. Y, tercero, el electorado brasileño no es sofisticado ni politizado. Estudios revelan que sólo el 8% vota partido (de los cuales 80% es PT) y el 92% restante candidato. 

–- ¿Qué busca el votante?
–- En términos históricos, el PT ha hecho una inversión en servicios sociales importante, sobre todo en educación y el plan Bolsa Familia, pero no ha sido así en otros servicios básicos que están más descentralizados, como transporte y salud. Quizá lo más sustantivo es un reclamo de mejora de los servicios públicos, algo que se vio en las protestas de junio, pero no creo que esto defina la elección. Impactan más otros factores. En primer lugar, el desgaste natural del PT después de tantos años de gobierno. Segundo, la corrupción. Está demostrado que el efecto de la corrupción a la hora del voto está condicionado al desarrollo de la economía nacional; no individual. Esto es, si uno cree que al país le va a ir bien. Entonces si tomamos un escenario de retracción económica, no extrema pero sí moderada como es la de Brasil actualmente, más los últimos escándalos de corrupción, sumado a una candidata extrañísima como Marina Silva, resultan en una elección muy pareja. 

–- ¿Qué puede esperarse de un eventual gobierno de Silva? 
–- A mí me cuesta pensarlo y espero que no suceda. A pesar de que fue ministra es una ‘outsider’ de las estructuras políticas tradicionales. No sé con quién formaría coalición porque viene de un movimiento sin estructura política propia y un discurso agresivo contra la política tradicional. Su coalición es, además, rarísima y superhetérogenea: tiene algo de ambientalismo, que en Brasil no es importante y mucho de evangélico, que sí tiene peso. De hecho, la bancada evangélica es la segunda más importante después de la bancada ruralista en el Congreso. 

–- Además de que es el caballito de batalla del sector financiero...
–No lo creo tanto. Más bien lo veo como una jugada de ese sector para marcar la cancha al PT, como diciendo ‘ojo que nos necesitan’. De todas formas es un apoyo parcial, tanto a ella como a Aécio Neves. El PT no trató tan mal a la comunidad financiera después de todo. Lula hizo la liberalización bancaria y en Brasil no encontrás un banco que no sea brasilero, les metió tasas de interés muy altas, no los jodió con los encajes...

–- ¿Cuál es su pronóstico?
–- El domingo va a ser clave lo que haga el electorado de Aécio: si juega o no estratégicamente, si está dispuesto a votar a Marina para generar un golpe de efecto y vencer a Dilma en segunda velta. Pero esperaría una primera vuelta muy pareja entre Marina y Aécio en segundo y tercer lugar, y un triunfo de Dilma en ballotage.

Por Valeria Vincent